"querido diario.
Hoy estoy algo emocionada y a la vez preocupada.
Levi dijo que habían decidido que tenía que aprender a usar el equipo de maniobras tridimensionales, ya que todos los soldados lo saben usar...
todos menos yo.
Fue algo que Hanji y el comandante Erwin decidieron al parecer. En realidad tuvieron muchísimas dudas al respecto
Pero decidieron poner un voto de confíanza en mi...
Y es algo que en verdad me hace feliz.
Por otra parte. Me sigo preguntando. ¿Cuándo finalmente podre recordar algo de mi misma?...
Me preguntó si alguien estaría esperándome en algún lugar...
El tiempo lo dirá, ¡¡hoy intentaré pasar tiempo con el capitán Levi!! Realmente deseo ser su amiga.
¡Aun si eso estará difícil. Lo haré! "
Termino de escribir aquella de apariencia albina, con una evidente sonrisa de entusiasmo en su rostro. Justo después de alistarse para su ansiado día de práctica.
Y a la vez terminaba de confeccionar su nueva blusa, la cual era de color crema y abrigada ya que se estaba acercando la época más fría del año.
Esto era porque lastimosamente debido a su tamaño. La ropa de mujer era demasiado estrecha y pequeña para ella.
Por lo que tenía que fabricar su propia ropa a partir de ropa usada de otras personas que le regalaban o telas de algodón..
Ya que usar ropa de hombre...no era de su agrado
Pero era extraño. No recordaba como aprendió sastrería. Sin embargo simplemente su cuerpo sabía qué tenía que hacer y por dónde coser.
Lo que hacía que cada vez más quisiera saber sobre su pasado...
Todo lo que sabía sobre ella gracias a su diario, es que había sido abandonada por su padre....
¿Pero y su madre? ¿Si quiera tenía una?....todos en algún momento tuvimos una madre también
-¡Bueno! Hoy pondré de mi parte!-
Esas serían preguntás que algún día, encontraría la respuesta. Pero por ahora tenía que concentrarse en lo que tenia justo ahora.
Para empezar su día. Fue en dirección a la plaza. Buscando al cabo al mando.
Pues le habían informado que se encontraba liderando la entrega de cuerpos a los familiares que perdieron a su seres querido a manos de los titanes....
Y no fue una escena precisamente agradable....
-¡No puede ser!- un llanto desgarrador llamó en especial su atención.
Y giro para ver a una mujer de edad media. La cual acababa de perder al hombre de su vida....
Lo único que le entregaron. Fue la insignia del escuadrón al que pertenecía.
Su expresión, el dolor reflejado en su rostro lleno de lágrimas. Causó una extraña y amarga sensación en ella.
Esta gente que vive del dolor y el miedo...una vida así...
ESTÁS LEYENDO
Corazón y Alma
Fanficel nunca había experimentado el amor, nunca había sentido la sensación de un beso, de una tierna caricia , o tal si quiera el contacto físico con otro ser con quién compartiese un vínculo de amor Levi Ackerman era un hombre desafortunado pero tal ve...