26 de octubre de 1950
Querido diario
Un día desperté sintiéndome libre, viva, feliz... Ya no sentía esa enfermedad que fluía por mi cuerpo y me aquejaba cada día.
Yo no era la única poseedora de esta terrible enfermedad, mi padre también la sufría y que en algún momento la padecía mi hermana Elisabeth de 12 años, era tan pequeña, tan débil.
Me siento sola, no he encontrado a mi padre por ningún lado de nuestra enorme casa.
Tan llena de cosas y tan vacía la siento.
Quiero ignorar pensamientos negativos pero presiento que mi padre me evita. Quizás porque me siento mejor.
27 de Octubre
¡Oh diario mio!
He salido a caminar por los hermosos jardines, todo se ve un poco sombrío y hace mas frio de lo común, a pesar de ello el paseo fue ameno.
Escuché risas muy tiernas, parecían las de Elisabeth, la extraño tanto. No la veo en ningún lado, no la consigo en ningún lado ¿Se habrá ido? ¿Me la habrán quitado?
03 de Noviembre
Diario mío te he descuidado debido a diversos acontecimientos extraños que han estado ocurriendo a mi alrededor.
Mi padre no me da señales, no lo encuentro, temo salir de mi hogar, no sé que pueda esperarme allá afuera.
Creo haber escuchado a mi hermana. Quizás no fue real, quizás solo fue un triste sueño.
Estoy sola.
11 de Noviembre 1950
Estoy aterrada vi y sentí a mi hermana, me abrazaba, decía que me ayudaría, que saldria de donde me encuentro atrapada.
No comprendo nada.
Diario eres mi única compañía.
13 de Noviembre de 1950
¿Donde estoy?
Ya no como nada, no me es necesario.
Sueño seguidamente con mi hermana, nunca decía nada, solo lucía hermosa y tranquila, hasta que un día pude preguntarle donde se encontraba
- Aqui contigo, siempre.-
Respondió sin más.
¿Estoy loca? ¿La soledad me esta afectando?
20 de Noviembre 1950
Solo puedo pensar en mi hermana, mencionando con su dulce voz que se encontraba a mi lado siempre. ¿A mi lado? ¿Es su espíritu?
Me siento en un limbo, no sé que soy.
20 de Diciembre 1950
Me encuentro en un estado de desesperación y desquicia.
Intenté acabar con mi vida, todos lo intentos llevan a nada, no puedo agredirme.
Tengo miedo de todo, no puedo morir.
Estoy sola y apartada, mi casa no se siente como un hogar, yo no soy yo, siento cómo si la oscuridad me consume.
01 Enero 1951
Es mi cumpleaños, a pesar de sentirme perdida pude contar los días... Sigo sola , soñando cada noche con la voz de mi hermana, y su sensación en mis manos.
Escucho como me canta un feliz cumpleaños con melancolía. Veo ¿una vela? ¿una luz? Es tan... atractiva... Me da paz ¿Mi hermana estará allí?
25 Abril 1970
Ya es seguro volver a este lugar infectado y contaminado no solo de esa terrible enfermedad, también de tristeza y días terribles, dónde observé a mi hermana en un plano mas allá, entre la vida y la muerte.
Busco viejas pertenencias, acompañada de mi padre, bueno, nuestro padre, oh! hermana como te extrañamos.
- ¡Elisabeth! - Escucho decir a mi padre, sacándome de mis pensamientos y lamentos
-Encontré tu diario -
Me lo entregó y se marchó sin poder responderle.
¿Mi diario? Nunca estuvo en mis dominios un diario.
Lo abrí un tanto curiosa, el polvo lo cubría podía ver cómo las pequeñas partículas flotaban y la veías por los rayos de luz que apenas entraban .
Lo primero que visualicé fueron dibujos de nubes , al pasar la página me sorprendió ver el nombre de mi hermana.
Megan.
Con letras doradas apenas lejibles. Seguí intentando leer y las fechas no coincidían, mi mente daba vueltas.
Cuando esa enfermedad nos poseyó la más afectada fue mi hermana Megan, callendo de forma profunda en un coma. Mi padre y yo intentamos todo para salvarla desde la medicina convencional hasta sortilegios.
Nada funcionó y el 26 de octubre de 1950 mi hermana nos dejó.
