ᴛʜʀᴇᴇ ᴡᴏʀᴛʜɪᴇs

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Un aliento tembloroso escapó de los labios de Jin Guangyao.

Le dolían las muñecas por estar atadas y colgadas por encima de la cabeza. Le estaban frotando las rodillas contra las alfombrillas. Se estremeció cuando el menor movimiento de los otros dos ocupantes de la habitación le provocó un escalofrío en el cuerpo desnudo, pero con la tela negra cubriendo sus ojos no pudo ver nada. Esto debe ser un sueño.

Solo unas horas antes, él, Lan Xichen y Nie Mingjue habían hecho un juramento como hermanos eternos. Esa noche, empezó a beber. Zewu Jun bebió solo un poco, y por lo que le había dicho a Guangyao antes, lo disolvió con su núcleo dorado. Mientras tanto, Nie Mingjue era tan grande y musculoso, sin mencionar un bebedor habitual, que bebió vino de arroz como agua hasta mucho después de que la mayoría de sus mirmidones se durmieran. Guangyao normalmente nunca se complacía demasiado en nada, pero en esta ocasión la cortesía le había obligado a compartir tragos continuamente con quienes lo habían apoyado a él o a su familia, o con quienes querían felicitarlo. El resultado fue que solo a las nueve de la noche, estaba luchando por mantenerse despierto.

Había notado una acalorada discusión que estaba teniendo lugar entre Zewu Jun y Chi Fengzun frente a él, pero no pudo entenderlo. Vio a Zewu Jun negar con la cabeza varias veces y, una o dos veces, lanzó miradas preocupadas vagamente en dirección a Guangyao. Pero finalmente, en un momento que pareció sorprendentemente íntimo para Guangyao, Nie Mingjue había puesto un nudillo debajo de la barbilla de Lan Xichen para inclinar su rostro hacia arriba y darle una mirada dura. Sus labios se movieron pero Guangyao aún no podía oír. Xichen suspiró y finalmente asintió.

La hermosa líder del Clan Lan se acercó a Guangyao unos minutos más tarde, sonriéndole cálidamente. "A-Yao. ¿Estás cansado? Vamos a descansar ".

Guangyao habría obedecido a Zewu Jun de todos modos, pero era especialmente flexible en este momento. Se puso de pie y permitió que Lan Xichen lo guiara hacia su propio dormitorio. Se dio cuenta de que Nie Mingjue los seguía como un gran y terrible espectro detrás de ellos, pero no estaba en condiciones de comentar al respecto.

Cuando llegaron a su habitación, siguió sin decir palabra con su rutina nocturna habitual: desatarse y apartarse el sombrero, soltarse y desenredarse el pelo, lavarse la cara y luego quitarse la ropa, aunque cada uno con algo menos de dignidad de lo habitual.

"¡A-Yao!" Xichen lo detuvo cuando se dio cuenta de lo que estaba haciendo. "Da-ge y yo todavía estamos aquí ... ¿Lo olvidaste?"

"Creo que sabe muy bien lo que está haciendo", dijo Nie Mingjue, aunque quizás con un poco menos de malicia de lo habitual. Se acercó a Guangyao, que estaba solo con una fina ropa interior, y lo miró con el ceño fruncido. "¿Nueva Hampshire? Eres un experto en parecer inocente. ¿No es así? Pero en la realidad..."

De repente, agarró a Guangyao por la cintura y golpeó sus cuerpos con tal fuerza que casi lo dejó sin aliento. Guangyao apenas tuvo un momento para recuperarse de la conmoción antes de que instintivamente extendiera sus manos sobre el pecho de Mingjue para estabilizarse. Cuando lo hizo, sintió una oleada de calor atravesar su cuerpo. Incluso con varias capas de ropa entre sus dedos y la piel de Mingjue, su pecho se sentía como hierro al tacto. Se sonrojó y se perdió en imaginar cómo se vería desnudo durante un rato.

"...¿Ver?" Mingjue pronunció con una sonrisa cruel. "Esto es lo que realmente es".

Guangyao normalmente intentaría pensar en algo para protestar, pero la mano de Mingjue recorría su espalda, lo que le hacía temblar con sensaciones agradables.

"A-Yao ..."

Jadeó al darse cuenta de que Xichen estaba viendo todo esto. Se volvió para mirarlo con lástima, no queriendo que esta persona perfecta supiera lo vergonzoso que era en realidad. "Er-ge ..." murmuró. "No me mires ..."

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