P O S T - C R É D I T O S

251 36 15
                                    


|   F U T U R O  |

Sin más problemas subió al pequeño avión junto a los otros tres. Una vez en el aire, Aiden se apresuró a atender su herida, y cuidarla tanto como pudiera hasta que aterrizaran.

— Gracias.

— No las des, debí llegar más rápido.

— No, gracias por no rendirte conmigo.

— No iba a dejarte solo.

Se dieron un corto beso, el cual se vió interrumpido cuando Kaín apareció sin previo aviso.

— Ugh, esperad a que aterricemos, que se está desangrando.

— ¿Qué quieres? — Preguntó Aiden un poco molesto, pero siempre divertido.

— Sólo quiero confirmar. ¿Todo está bien, no? Ahora ya podemos relajarnos un poco.

— La prioridad es aterrizar, entonces estaremos a salvo.

— Sí, claro. Pero... ¿Alguien de ustedes sabe japonés?

Claro, Gustabo se encargó de la distracción. Pero Aiden junto a Kaín se aseguraron de que al escapar tuvieran un lugar a dónde ir. Josepe descubrió a los yasuka, a quienes tuvieron que unirse, y aunque la propuesta causó preocupación, era la mejor manera, pertenecer a la mafia japonesa era seguro, no eran cualquier grupo criminal.

El avión ahora se dirigía a Japón, un poco lejos de Los Santos, pero el lugar más seguro para ellos.

El vuelo fue seguro también, pues el avión no era detectado por tecnología que no fuera de los yakuza,  así que el vuelo era invisible. Arribaron después de varias horas de vuelo, pero sin inconvenientes.

Gustabo fue tratado por médicos con equipo. La vida después no fue todo color rosa, cuando Gustabo se recuperó debió unirse a ellos para conseguir protección, ¿pero la ventaja? Le permitieron vivir en paz, hicieron un par de trabajos para ellos y en cosa de nada pudieron conseguir una casa para ambos, ser parte de una numerosa y poderosa mafia no era cualquier cosa, tenían sus responsabilidades, pero podían mantener una vida casi tranquila. Aiden fue el único que tuvo problemas para relacionarse en un mundo criminal, pero aprendía rápido y logró ser de confianza sin romper sus propios juicios morales, ni sus ideales, muy difícil, pero valía la pena si podía vivir con Gustabo.

Él nunca dejo de llamarlo James, más que nada porque para él siempre se llamó así, y olvidar esa etapa en su vida como Gustabo.

• ° • ° • ° • ° • ° • ° • ° • ° • ° • ° • ° • ° • ° • ° • ° • ° •

Por su lado, Los Santos pudo regresar a su normalidad.

Horacio y Conway fueron atendidos sin secuelas más allá de las mentales. Era difícil averiguar qué pasaba por la cabeza de cada uno, y para ellos era difícil decidir como sentirse. Cada uno manejo sus emociones como pudo, uno lo hizo con ira, no había quién lo calmara, y el otro simplemente quedó en blanco. ¿Podrías adivinar quién es quién?

Horacio tras salir del hospital y volver a la aparente rutina, entró en depresión, por primera vez había visto a Gustabo destrozado, por primera vez le echó algo en cara. Incluso Volkov tuvo que acercarse para intentar ayudarlo, pues este comenzó a buscar por toda la ciudad a quienes sabían del plan de Gustabo, quería encontrarlo. ¿Para qué? Ni él lo sabía, era odio lo que lo motivaba, no tenía nada más que sus sentimientos para dejarse llevar. Nadie podía sacarlo de su afán por descubrir a dónde se fue.

Conway fue otra historia. Si antes era frío, ahora también estaba vacío. Michelle fue quien tuvo que lidiar con él. Conway se martirizaba las palabras de Gustabo, se las recordaba todo el tiempo, sólo para no olvidar la mierda de persona que era que incluso a su hijo lo llevó a la ruina. Pero era la única manera con la que podía lidiar con el dolor, no conocía otra forma que culparse.

El tiempo lentamente disminuyó el dolor de ambos, pero la herida no cerró y no lo haría, Gustabo de lo advirtió a Horacio. Iban a culparlo, él sería el causante de su dolor.

En algún momento dejaron de culparse, dejaron de negar que tuvieron la culpa. Les costó mucho comprender a Gustabo, cada uno lo hizo a su tiempo, pero ya era tarde, el daño estaba hecho y ni siquiera tenían la oportunidad de enmendar sus errores. Habían perdido su oportunidad cuando decidieron hacer a un lado a Gustabo, de culparlo porque ellos no querían aceptar su propios errores. Una vez más, llegaron tarde.

°~|~°~|~°~|~°~|~°~|~°~|~°~|~°~|~°~|~°~|~°~|~°~|~°~|~°~|~°~|~°

Grax por leer esta fic tan freestyle.

Y grax a Plumu por ser una llorona, que tuve que inventarme esta historia para darle la ilusión de un final feliz. 🤡

😔👊 Al menos hasta que Auron regrese con Gustabo y nos haga sufrir a todos por un pixel.

🎶 PLUMU DEJA DE LLORAR QUE LA VIDA ES UN CARNAVAL 🎶

Grande Plumu.✨

Behind Blue Eyes | JaidenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora