[4] Bato Sencillo.

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Después de mortificar a Hinata de manera inefable, Neji decidió soltar toda la verdad; Hinata, a pesar de ser de baro, era una morra sencilla, no era presumida y era muy noble con los demás, la única desventaja es que no sabía hacer labores del hogar, la comida le quedaba horrible e incluso, tenía problemas al calentar agua en la estufa, pero, demonios, era muy, muy hermosa.

Cuando sus papis no estaba se mantenía comiendo Rappi, UberEats & preparándose sopa Maruchan (pero la mamona decía que era ramen) para sobrevivir.

Llevó sus manos a su boca y comenzó a morderse las uñas dañando su manicura francesa.

-Wey, ¿Si sabes que nos van a casar, verdad? – dijo Neji acomodándose en una pared como si el mundo se viniera encima.

-Neji, nissan (así mero, como la agencia), no sabía eso, yo- Hinata enredó su mano en su largo y hermoso cabello sin saber que contestar. Pensaba revelarse contra su padre, pero sabía que eso sólo le causaría una serie de problemas, la castigarían sin ir a Fashion Drive o a club con sus amigos.

Lee seguía observando aquella escena tan incómoda; Estaba acostumbrado a enfrentar ese tipo de situaciones por Neji, pero la causa real era porque siempre obtenía alcohol de por medio. No importaba si era caro o barato, lo importante era beber.

-Neniiiiiiii, pues cuando tengas un respuesta me dices ¿va?, pero yo no me quiero casar contigo- Dijo Neji juntando su frente con la de su prima y alzando sus cejas revelando su inconformidad.

[...]

Aunque por mucho tiempo Neji estuvo enamorado de su prima porque obvio, es norteño, en su edad actual y vida actual ya no le llamaba la atención. La quería mucho, pero sólo para cuidarla porque ambos sabían que, si algún día se quedaban solos, sería un gran desastre.

Caminó hacía la ridículamente grande piscina decorada con mil inflables que tenía en casa y se aventó de un clavado, salpicando todo a su alrededor. Aun así, estando rodeado de lujos, se sentía triste ante la noticia. No dejaba de pensar que, si se casaba con Hinata, tendría que compartir toda su fortuna.

Lee tambaleó pero llegó con éxito a la orilla de la alberca en donde se dejó caer golpeando su trasero con el pavimento caliente. Lo asombroso fue que no sintió dolor alguno, hasta que vio quebrarse su bebida, esparciendo el cristal por toda la fachada de la alberca.

[...]

Hinata caminó hacía el lugar en donde tenían muchos árboles y arbustos con distintas formas y se desvaneció tal cual princesa de Disney, desesperada, desesperanzada.

-Yo, no quiero- sollozó antes de cerrar sus ojos e iniciar un musical.

"Yo no sé quién soy, mi alma se perdió
con mi primo yo, no me voy a casaaar.
Veo el día pasar por mi ventana,
Libre quiero ser, a costa de qué".

A lo lejos escuchó otra voz cantando. No era una linda voz ni nada, algo desafinada pero por alguna razón sentía que le llenaba el alma. Era Naruto, cantando "viejo marihuana" de Cartel de Santa.

"Viejo Marihuano, pero aún más cabrón,
Yo que tú le pienso, no andes de hocicón"

Ella abrió los ojos y visualizó lo más hermoso que pudo ver. Un muchacho rubio de ojos azules y vestimenta color naranja que resaltaba ante el resto de cosas que estaban a su alrededor. Su ropa estaba algo desgastada, pero eso no le importaba. El joven estaba dándole forma a los arbustos de la mansión Revillagigedo, con algo de dificultad, pero eso sí, sin rendirse.

Sonrió al darse cuenta que ese hombre estaba ahí. Se puso de pie y se dirigió hacia él, no sin antes limpiar sus lágrimas con la manga de su camiseta. Se paró frente a él pero él ni la notó.

-Hola- saludó Hinata tímidamente.

-Eh, ¿Qué onda? – contestó alegremente el rubio. –Usted debe ser la princesa de aquí, ¿cierto- Abrió los ojos más que nunca, provocando que Hinata se ruborizada como un tomate.

-Así es, veo que estás haciendo un buen trabajo- respondió.

-Oss, y no es lo único que se hacer. También trabajo con tuberías y actividades agrícolas, jeje.

Naruto se elogió a si mismo e hizo un chiflido de albañil. Dando a entender que era el mero mero, muy regio.

Se giró y continuó su trabajo mientras Hinata lo observaba detenidamente. "Siempre hay una primera vez para enamorarse de un chacal" se dijo a si misma mientras veía al muchacho con una mirada lasciva.

[...]

-¡Wey! Es que – Neji tomó una bocanada de aire antes de continuar. –Hinata es mi prima wey, o sea si está bonita, obvio- sonrió –Pero, no wey- se deprimió nuevamente mientras veía como su cerveza se estaba terminando.

-Pa, pues acepta, tipo, vas a tener money- Respondió Lee con una voz deformada, ya que se encontraba algo borracho.

-Wey pss si, ¿verdad? Bueno, cuando seamos esposos vamos a tener una casa más chingona que esta, tipo, mis papás tienen una casota wey, y ya me dijeron que me la van a dar, ihhhhhh- Chocó hi5 con Lee pero sin existo debido a la falta de coordinación de ambos.

A lo lejos notó a Hinata y a Naruto poniéndose muy furioso.

-¡Qué hace ese gato aquí! – dijo molesto, saliendo de la alberca de forma rápida y violenta. Se dirigió a donde ellos para armarla de pedo como él sabía hacerlo.

-Oye, deja a mi mujer- El joven muchacho del pelo largo amenazó a Naruto.

Sabía pelear, claro que sí, pero no tenía más técnica ni barrio como Naruto, que, en algunas ocasiones tenía que pelear las despensas cuando Hiruzen, el presidente del estado las ofrecía a los más necesitados. Más de una ocasión derrumbó a varios maleantes que quisieron hacerle daño y también defendía sus novias de ex novios tóxicos, convirtiéndolo así, en un ser algo violento.

-¿?- Naruto parecía desconcertado, no entendía bien que pasaba.
-Ah pues claro, son norteños, eso es muy normal aquí- Sonrió abiertamente al descubrir el plan de los Revillagigedo.

-¡Vete ya de aquí wey! – ordeno Neji.
-Nel carnal, estoy trabajando, mejor bájale a tus huevos- contestó Naruto desinteresado.
-Asssh-

Neji se giró y se fue molesto sólo para meterse nuevamente en la piscina por unas 3 horas más y observar a su amigo completamente dormido en la orilla de la alberca. Se dirigió a donde Rocklee para hacer un comentario.

-Wey, me voy a ir de antro, necesito despejar mi mente- Mencionó Neji como si eso fuese una sabia decisión.

Obviamente Lee no contestó, pero después de unas horas se pusieron de acuerdo para irse de reventón. La vestimenta de mirrey fue el outfit estrella de la noche. Pantalón pegadito con camisa con grabado hípster y unos mocasines y un poco de gel en la pela los hacía sentir inalcanzables.

A pesar de que Neji era un niño muy mimado, era niño bien y estaba alejado de las drogas. Sólo tomaba y fumaba cigarro electrónico algunas veces. El perfume era su adicción, por lo cual odiaba oler mal.

[...]

Al salir de su casa se encontró con Naruto en la puerta, ya había terminado su trabajo y se dirigía a su bicicleta fuera de la mansión. Neji sonrió orgulloso al saber que ese "gato" ya se iba de casa, pero vio como Hinata se despedía alegremente de él, provocando que Neji apretara el puño y maldijera al sujeto en varios idiomas.

Vio cómo el rubio se despidió a la forma más ranchera de su prima, besando su mano. Al parecer, Naruto y Hinata había intercambiado números.

-Bueno, puedes llamarme cuándo gustes-
-Jeje, pero es que no tengo saldo, mira, este cel a veces lo usa mi jefe y pss yo no...
-No te preocupes, mejor tu llámame cuando puedas- Interrumpió Hinata.

Naruto la miró de reojo y solamente pudo lamentarse por no ir al baño toda la jornada. Al final, su trasero no pudo tocar aquel sedoso baño, del cual, estaba ilusionado.

-Chale- dijo el muchacho mientras pateaba una lata.

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⏰ Última actualización: Nov 05, 2020 ⏰

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