Capítulo XVIII: Hora de irse

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Terminamos de besarnos, y perdón pero no se como describir un beso...

—Wow— dije separandome

El me miró

—Si, wow.

Nos reímos por nuestras caras de sorpresa y por la tensión que se notaba en el aire

—Mira, ¡el amanecer está hermoso!— dijo Mateo mirándolo

—Pero deje mi celular abajo...

—Tengo el mío — dijo con una sonrisa y le tomó una foto al amanecer —¿Una juntos?— me preguntó

—Claro!— contesté sonriente, el me pasó su celular y nos tomamos un par de selfies

Mateo sonrió y me quitó mi teléfono —Quiero tomarte una foto en el amanecer, hay que aprovechar la belleza

—Si, enrealidad si esta muy lindo— dije posando para la foto

El bajo el teléfono que tapaba su rostro —No hablo del atardecer...— me dijo con una sonrisa

—Eso me agarro fuera de base...— dije nerviosa, no sabía que decir

—Estás casi tan roja como el atardecer— dijo con una sonrisa tomándome la foto —Me encanta

Frunci el ceño —¿Yo o el amanecer?

—Sinceramente, tú.

Sonreí con la boca cerrada —A ver la foto!— el tendió el celular para enseñarmela —Wow, enrealidad eres buen fotógrafo

El sonrío —Gracias, un honor tomarte fotos

—Oye, te digo algo?

Él alzó una ceja —¿Si?

—Deberíamos empezar a hablar más con Lio— Mateo hizo un puchero
—Por favor Mateo, es tu primo, y sabes que solo se comporta así porque Nick lo manipula, ¡en el fondo tu sabes que es buena persona!

—Está bien, tienes razón...

Los dos quedamos viendonos 10 segundos hasta que sonó el celular de Mateo

—Hey, mi papá te está llamando— le dije señalando su celular

El frunció el ceño —Si, claro— tomo el celular para contestar pero de repente se frenó y abrió los ojos como platos
—¿Y QUE LE DIGO?— preguntó asustado

—¿Sobre qué?— La verdad no entendía su miedo

—¡Sobre donde estamos! Es obvio que va a preguntar

Entendí todo —Claro... Eh, ven, ayúdame a bajar

Mateo me ayudó a bajar y volvimos a pasar por los camerinos pero esta vez muy rápido, entramos otra vez al salón y nos sentamos con Lio que estaba solo en una mesa, si se preguntan, eran las 6am y todavía habian invitados? Si, esto es una fiesta latina, ¿que se esperan?

Para esto la llamada de papá se había caído, pero volvió a llamar

Mateo contestó —¡Toma!— dijo pasandome el teléfono

Yo la ataje asustada —Y yo para que qui...— la voz de mi papá del otro lado del teléfono me interrumpió —¡HOLA PAPÁ!

—Hola hija, mira ¿dónde están?

Yo sonreí inconscientemente
—Estamos acá en una mesa con Lio

—Oh, ok, ¿y no te quieres ir ya?

Volteé a ver a Mateo, el estaba ocupado hablando con Lio —La verdad, estoy algo cansada, creo que ya es hora de irnos

—Perfecto, ¿sabes donde se metieron tus hermanos? Yo ya estoy en el estacionamiento

𝐘𝐞𝐥𝐥𝐨𝐰 𝐑𝐨𝐬𝐞𝐬 (𝐀𝐛𝐫𝐢𝐥 𝐈)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora