CAPITULO 23 UN PICNI NOCTURNO

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Dos jóvenes se encontraban camino a una linda colina del Robert F Wagner Jr. Park, donde planeaban tener un lindo picnic y la cual se parecía demasiado a la colina de pony y Terry sabía que ese lugar le gustaría a Candy.

Al llegar al lugar comenzaron a sacar todas las cosas para poder disfrutar el hermoso momento que era solo para ellos.

-¿Quieres brindar conmigo Candy?

-Claro Terry

-Bien –Sirvió vino en ambas copas que habían llevado –Brindo por el amor, por nuestro amor que nos une y que nos ha ayudado a superar cualquier obstáculo y que deseo que siempre sea asi, ya que deseo pasar el resto de la eternidad contigo amada Candy.

Candy sonrojada brindo con él, cuando tomo el vino, Terry volvió a llenarle la copa para esta vez brindar por lo que ella tenía que decir.

-Bueno.....yo quiero brindar....por nosotros y por el ahora –Le sonrió a Terry mirándolo a los ojos, los cuales le dieron más confianza y valor para poder continuar, ya que al verlos se perdía en ellos y ya nada importaba más que él, lo amaba tanto

–Porque nuestro presente sea mucho mejor que el pasado y que nuestro futuro incierto lo podamos afrontar pero siempre juntos y por el amor tan inmenso que tengo por usted Terry Grandchester, quiero que sepa que es muy bien correspondido por la persona amada, lo amo con la misma o más intensidad de lo que usted hace –Se rio por el hecho de estarle hablando de usted –Jamás dejare de hacerlo Terry.

Terry sonrió y brindaron juntos, después se acercó a ella y recargando su frente contra la de ella, susurro –Yo tampoco dejare de amarte nunca mi dulce Candy.

Comieron tranquilamente, haciendo bromas entre ellos, jugando y divirtiéndose, al final de cuentas solo eran un par de jóvenes y debían disfrutar de la vida, pero sobre todo del gran amor que ambos se profesaban.

-Candy –Terry le tomo delicadamente la mano –Quisiera saber algo

-Si ¿Qué sucede Terry?

-¿Cuándo o cómo fue que recordaste todo?

Candy se sonrojo un poco, pero le respondió con toda sinceridad –Bueno ¿recuerdas el día del tramposo compromiso que querían obligarme a aceptar?

-Si claro que recuerdo

-Bien, después de que platique con Albert y entraste a la habitación y te vi... -Lo miro dulcemente –Todos los recuerdos me llegaron de golpe, creo que fue demasiado ya que por eso me desmaye.

-Entonces ¿recuerdas todo?

-Si –Se sonrojo –Ya recuerdo los momentos que pasamos en Londres, Escocia y también lo que sucedió aquí en New York, la última vez.

-Ya no recordemos eso Candy –Se acercó hacia ella –Te amo mi dulce Candy

-Yo.....también.... –Se sonrojo –También te amo Terry

Terry feliz por haber escuchado esas palabras de los labios de Candy no se pudo controlar más y la beso, el beso comenzó de una manera dulce y tierna, pero pronto se volvió demandador por parte de ambos, apasionado y hasta cierto punto desesperado por querer sentir más.

-Candy tengo algo importante que decirte

-Si ¿Qué es Terry? –Dijo sin separarse tampoco de el

Terry estaba muy nervioso pero estaba decidido, antes tal vez no pudo tomar una decisión como esta que estaba a punto de tomar, pero fueron otras circunstancias, en cambio ahora estaba mucho mejor hablando de posición y estabilidad emocional, ya que las cosas en su familia estaban un poco mejor e incluso el duque de Grandchester ya le había pedido perdón y lo estaba apoyando.

FLASH BACK

Terry se encontraba terminando un ensayo en el Teatro de Broadway pronto se acercaría el estreno de la obra donde el seria el protagonista y eso lo tenía bastante ocupado, cuando llego a su casa y se percató de que no podría descansar tan pronto como esperaba.

-¿Qué haces aquí?

El señor se volteo a escuchar aquella voz, que para él era un alivio haberlo encontrado tan rápidamente, ya que temía que tuviera problemas pero no, era todo lo contrario y eso lo hacía sentirse orgulloso de ese gran joven y mal por ser tan ciego.

-¿Así recibirás a tu padre?

-Lo siento pero no tengo padre Señor.

-Terry por favor

-¿Qué quieres?

-Tu perdón hijo

Terry no supo que responder, el gran duque de Grandchester estaba ahí ¿pidiendo perdón? Era algo que pensó jamás ver, además de que su padre se veía más cansado y mayor que cuando se fue de Londres, ¿Por qué?

-Bien, ¿quieres pasar?

-Claro gracias

Una vez dentro, mientras tomaban un te sin decir absolutamente nada, viendo para polos opuestos, cada quien encerrado en sus pensamientos y sin envueltos en un silencio demasiado incómodo.

-Bien padre ¿a qué has venido? –Dijo cuándo no pudo más con el silencio

-Quiero que me perdones Terry, he sido un mal padre –Dijo con una tristeza real, su rostro demostraba toda esa tristeza e impotencia que sentía al no poder haber hecho bien las cosas.

-Ya no importa padre, gracias a ti tengo lo que siempre he querido –Dijo mientras recordaba todo –Aunque me hayan traído también algo que no deseo

-¿Tienes problemas con esa tal Susana Marlowe, verdad hijo?

-¿Cómo lo supiste?

-Leí los periódicos, cuando llegue –Se encogió de hombros –Si tú lo deseas te puedo ayudar

-Gracias pero no creo que la necesite.

-Por lo menos dime que lo pensaras –Se agacho cabizbajo –Así como también pensaras en el perdón que te implora este viejo estúpido y terco

-No tengo nada que pensar –Dijo mientras se levantaba –Yo te he perdonado, pero eso no quiere decir que he olvidado.

-Perdóname Terry

-Por favor quiero estar solo, ya te dije que te perdono pero aún no olvido nada, nos vemos padre

-Bien me voy, pero no olvides que siempre contaras conmigo Terry, adiós hijo

Simplemente vio salir a aquel hombre que fue su padre y que le gustara o no aun lo era, que a pesar de todo el solo era un humano el cual también podía cometer errores como todos.

END FLASH BACK

Este recuerdo vino a su mente rápidamente, pero después se concentró en lo que debía decirle a Candy, ya que necesitaba decírselo rápido porque quería cumplir aquel sueño que tanto anhelaba con su alma.

-Candy –Se sonrojo, no sabía cómo decirle

-Dime mi amor –Candy se percató de sus nervios y lo tomo dulcemente de su rostro haciéndolo girar hacia ella para que ambos ojos los zafiros de color azul y los verdes se fundieran en uno mismo y así infundir valor y confianza en ambos.

-Mi dulce Candy, mi amor –Terry la miro dulcemente y no le quito la mirada de encima –Yo quisiera saber si usted Candice White Ardley..... ¿Quiere ser...? –La miro mientras sacaba algo de su saco para después...

DULCE CANDYDonde viven las historias. Descúbrelo ahora