Capitulo dos: Debanhi

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CAPITULO DOS: DEBAHNI

Amber.

De acuerdo, las cosas se hallaban así.

Besé al chico extraño en la mitad de la calle, ¿ok?

Y no, no hablaremos del beso.

Y no, no te diré si me gustó o no.

El chico después de ello me pidió que me largara del sitio. Y pues, eso no iba a suceder. No vine aquí a darle gusto a nadie que no fuera yo. Mucho menos a un idiota que va por la calle besando a las personas.

Y aunque, no voy a negar que su beso fue emocionante tanto como fue una sorpresa.

Sigo diciendo que no hablaremos de eso.

Sin embargo, no esperé que después de eso se parara un auto frente a mí y de la nada, preguntara a que sitio llevarme. Pues, si no recuerdas, desde que llegué, la gente parecía huir de mí. Y puede que se vea estúpido pero, yo necesitaba salir del lugar y sólo aquel hombre era el único dispuesto a darme una respuesta que no fuera un "no sé." o "por favor, no te acerques mucho, niña."

Incluso si corría algún riesgo.

Luego, el muy amable  y un poco extraño sujeto me llevo al lugar donde iba a hospedarme en medio de una charla amena en la cual decía que Heyland no siempre es lo que parece, y que, por favor no me llevara una mala impresión por la mayoría de gente que había actuado como si yo fuera un adefesio.

Aunque en el momento, sentirme como un adefesio, no era una de mis prioridades.

Es como si hubiese visto todo desde la lejanía. De igual modo, no me dejé bajar los ánimos solo por gente rara y le di una sonrisa cuando prosiguió su habla sin cesar.

Al parecer, la gente solía ser así la mayoría del tiempo.

Pero si me permiten ser sincera, todo su intento de charla estaba comenzando a ponerme nerviosa.

Lo único que esperaba era que no notara que me estaba incomodando un poco. De igual modo, si intentaba hacerme algo, podría clavar uno de mis tacones y huir lo más lejos posible de él.

Creo que cabe resaltar que tengo unos planes de mierda.

Siempre he pensado que el aura de la gente y que, lo que nos transmite en una primera impresión tiene mucho que ver en cómo es una persona. Y este hombre lo que tenía amable, probablemente también lo tenga de peligro, pues era indudablemente extraño.

Echaba un vistazo a los arboles por la ventana del auto mientras el tipo divagaba sin parar. Luego de unos cuantos minutos, las casas comenzaron a aparecer y el alivio que sentí en ese instante espero y no haya sido muy notorio.

— ¿Quiere un consejo, señorita? —murmuró, en el momento en que se detuvo frente a una casa con un toque antiguo.

No.

—Sí, claro.

—Debería mantenerse alejada de todo lo que tenga un toque extraño, usted parece ser muy dulce como para que caiga en cosas que no debe.

— ¿A qué se refiere con exactitud?

El hombre en ese momento se detalló de mi rostro tallado de desconcierto y suspiró.

—Solo es un consejo.

—Lo tendré en cuenta, gracias.

No iba a tener en cuenta un carajo.

No dejó que le pagara por traerme, de hecho, se negó repetidamente y eso hacía crecer la desconfianza en mi interior.

Dicen que no confíes en nadie, je.

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⏰ Última actualización: Dec 19, 2021 ⏰

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