ANSIEDAD

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Taehyung se pasó las manos por la cara, angustiado. En esos momentos habría dado cualquier cosa por una de sus pastillas para calmarse. Había dejado de drogarse desde que Jimin y él eran novios, pero en esos momentos se habría tomado un frasco entero para olvidarse, aunque fuera unas horas de sus problemas.

Con Jimin ya habían cumplido un año siendo novios, y era una relación maravillosa. Lo amaba más que a nadie en el mundo y Jimin también lo amaba. Todo parecía ir bien hasta ahora, pero su felicidad no era completa: Tenía problemas en la universidad y estaba a punto de reprobar un ramo; pero lo peor para él, era que Jimin había postulado a una beca, en Francia. Todavía no sabía si se la había ganado, pero la solo idea de separarse de Jimin durante un año, lo tenía profundamente angustiado.

Su teléfono sonó y Taehyung contestó enseguida al ver en la pantalla que era Jimin quien lo llamaba.

—Aló.

—Hola amor —la dulce voz de Jimin habló al otro lado de la línea.

—Hola... —contestó desanimado.

—¿Estás bien?

—Sí, estoy bien. ¿Has tenido noticias sobre la beca? — preguntó, tratando de cambiar de tema.

—Sí... la gané —dijo Jimin, con poco entusiasmo.

—Pensé que una noticia así te alegraría —dijo tratando de ocultar el dolor que sentía con la noticia.

—Me alegra... pero no quiero alejarme de ti, amor. Sé que es solo un año y podemos tener una relación a larga distancia, pero te amo y quiero estar contigo.

Taehyung estuvo tentado de decirle: No vayas, quédate conmigo. Pero eso era egoísta. Aquella beca era una gran oportunidad para Jimin, ¿Quién era él para cortarle las alas al hombre que amaba?

—Yo también te amo, Jimin —dijo en cambio—, y eso no cambiará si te vas a estudiar, te esperaré todo el tiempo del mundo.

—¿Prometes no enamorarte de otro cuando yo esté lejos?

—Nunca habrá nadie más que tú. ¿Prometes no enamorarte de un francés? —contestó.

—Jamás, amor. Estaré todo el año, solo deseando volver a ti.

—¿Cuándo te vas?

—El próximo año. Las clases comienzan en septiembre, aún tenemos nueve meses para estar juntos.

—Espero que pasen muy lentos... Y aprovecharé todo el tiempo que nos queda juntos, te haré el amor cada vez que pueda.

—¿Crees que podrás estar todo un año sin sexo? —preguntó Jimin, preocupado.

—Estuve dos años solo con la compañía de mi mano, así que sí. ¿Podrás tú?

—Podré, si prometes que tendremos mucho sexo telefónico — dijo Jimin, con voz coqueta.

—Todo el que quieras, aunque nunca lo he hecho, así que tendrás que tenerme paciencia.

—Yo tampoco lo he hecho, pero podemos practicar... ¿Qué llevas puesto? —preguntó Jimin, con voz sugerente.

—No puedo ahora, amor, estoy muy ocupado —dijo Taehyung, un poco triste.

—¿Entonces no nos veremos hoy?

—No puedo, tengo que estudiar para un examen —dijo, tratando de ocultar su angustia.

—¿Estás bien? ¿Suenas raro?

—No, no estoy muy bien.

—¿Qué pasa? —preguntó Jimin preocupado.

—Estoy a punto de reprobar Neurociencia —confesó por fin.

—Lo siento, Taehyung... entonces te dejaré estudiar, ya verás que todo estará bien, solo refuerza la materia.

—No es tan fácil, no he logrado una buena nota en Neurociencia durante todo el semestre, y el examen final incluirá toda la materia, es casi imposible que pueda salvar el ramo.

—Nada es imposible.

—Jimin, yo no soy tan lumbrera como tú, mis notas son regulares, casi mediocres, lo más probable es que me quede pegado.

—Bueno, entonces repruebas el ramo, no es gran cosa, no serás ni el primero ni el último alumno que reprueba un ramo.

—Perdería un año, ese ramo es pre requisito para otro del próximo semestre, si no lo apruebo, pierdo un año.

—¿Te afecta mucho perder un año? —preguntó Jimin—. Porque puedes tomar los otros ramos, solo arrastrarías ese ramo y tal vez puedes solicitar hacer los ramos atrasados mientras preparas tu tesis. Así no te atrasarías.

—Ya debo colgar —dijo algo molesto.

—¿Estás molesto por algo que dije?

—No, solo preocupado...

—No te desanimes, amor. Solo enfócate y concéntrate, verás que todo saldrá bien.

—Eso haré.

—Hablamos luego, te amo Taehyung.

—Y yo a ti.

Taehyung colgó desanimado. Agradecía que su novio le diera ánimos, pero Jimin no podía entenderlo. Su novio no sabía lo que era reprobar un ramo, había hecho toda su carrera con excelentes calificaciones y ahora hasta estaba becado.

Perder un año, no sería tan terrible si solo perdiera un año calendario, pero su arancel escolar era bastante caro. Sus padres eran de clase media y hacían un gran esfuerzo para pagar parte del arancel, y para pagar la otra parte se estaba endeudando con el crédito fiscal universitario. Taehyung trabajaba en sus horas libres para costearse sus cosas y no ser una carga mayor para sus padres, así que perder un año, todo un puto año, si era demasiado.

Volvió a sus libros y cuadernos, y comenzó a estudiar nuevamente. Cuatro horas después sentía su cerebro agotado y aún le faltaba un tercio de la materia que se incluiría en el examen. Arrojó enojado el lápiz sobre el escritorio y se restregó los ojos. Se sentía cada vez más agotado y nervioso.

Si pudiera al menos controlar su ansiedad... Miró hacia su closet, había una manera de hacerlo... Se debatió varios minutos, se había prometido no volver a usar drogas.

Volvió a mirar su closet. Sabía que no debía hacerlo, pero igual se levantó, fue hasta su closet y buscó entre sus cosas las pastillas que tenía escondidas. No eran muchas, pero solo necesitaba dos o tres, solo para dar el examen, estar tranquilo y entender la materia. Aquello era solo una emergencia.

Se metió una pastilla a la boca y se la tragó sin agua. No pudo evitar sentirse horriblemente culpable de lo que estaba haciendo. Se había dicho muchas veces que no era un adicto, y no lo era, no había probado ninguna droga desde que estaba con Jimin.

¿Entonces por qué se avergonzaba de que Jimin supiera lo que estaba haciendo? ¿Por qué nunca le contó a Jimin de las muchas veces que se drogó? Su mamá una vez le había dicho que para verse uno con claridad, debía verse a través de los ojos de otra persona. Y en esos momentos lo que veía no le gustaba. Si su familia supiera, si Jimin supiera... Se estremeció con la posibilidad.

Jimin jamás lo sabría. Jimin no tenía por qué saberlo. Después del examen las dejaría, podía dejarlas cuando quisiera, ya lo había hecho una vez.

Él no era un adicto, no lo era.

DOLORDonde viven las historias. Descúbrelo ahora