Me despertaron unos molestos rayos de sol que justo me daban en los ojos, poco a poco me fui despertando y me fui dando cuenta de donde estaba, me di cuenta que estaba en la copa de un gigantesco árbol en medio de un bosque sin fin, me incorporé intentando llevar cuidado de no caerme y matarme y miré hacia abajo, pude apreciar que casi ni veía el suelo, sin saber que hacer, agarré el libro que me dio el chico y lo abrí para ver que cosas podía invocar, al abrirlo, solo pude apreciar tres dibujos, uno era un grupo de guerreros elfos a su lado ponía, "patrulla guarda bosques, un grupo de diez elfos armados con arcos, flechas y espadas que se manejan muy bien en hábitats boscosas, son de lvl 1 como su invocador, pueden subir de nivel pero la experiencia que ganen se divide entre el invocador y ellos mitad y mitad", después vi el siguiente dibujo, eran dos magos élficos, supuse que al ser magos solo pude invocar dos y el ultimo era un jinete élfico montando en un gran ciervo y llevando una lanza y escudo. Después de pensar un rato, decidí invocar a la patrulla guarda bosques debido a donde estábamos, cuando los elegí, rápidamente aparecieron las diez figuras y se arrodillaron ante mi.
- Estamos a sus servicios su majestad.- Dijo uno de los elfos, me di cuenta que todos llevaban ropa verde y también tenían unas capas hechas de hojas para el camuflaje.- estamos aquí para su protección y cumplir sus ordenes.
- Bien soldados, levántense, les diré en qué situación nos encontramos.- dije mientras se levantaban.- Ahora mismo nos encontramos en un bosque hostil repleto de bestias mágicas, nuestra misión ahora mismo será explorar este gran árbol y construir una base en el.- dije seriamente mientras ojeaba el libro hasta descubrir un apartado donde podía crear unas cuantas chozas para poder quedarnos por el momento.
- Si su majestad, iremos a explorar el gran árbol, usted espere aquí.- dijo el mismo elfo mientras de un salto desaparecía entre las hojas y ramas del árbol seguidos por los demás, mientras, yo empecé a construir las cabañas, poco a poco, las ramas del árbol empezaron a entrelazarse entre ellas y a crear seis pequeñas cabañas delante de mi, que me encontraba perplejo ante esa visita.
Después de la construcción de las pequeñas caballas, me cree un poco de ropa como la de los guerreros elfo que invoqué y también cree un arco y flechas para defenderme, después de eso, me senté y empecé a ver mi libro, pude ver toda la magia que podía utilizar a nivel 1 que era solamente flechas de distintos elementos y algún hechizo que otro de sanación o alguna pequeña cosa más, también vi que solo podía invocar 10 sodados que son los que tengo en este momento, después de unas horas, los elfos volvieron.
- Señor, el jefe de patrulla Nico reportándose.- dijo el elfo mientras se arrodillaba.
- Dime que habéis descubierto.- dije mirándole.
- Si, nos encontramos en un árbol del mundo señor, es una buena noticia ya que los elfos y los árboles del mundo siempre han coexistido, la mala noticia es que hay muchos insectos comiendo sus hojas y ramas, si sigue así, correrá peligro.- dice serio el elfo.
- Muy bien jefe Nico, descansen, luego iremos a cazar insectos y a seguir explorando.- dije mientras me levantaba y golpeaba suavemente su hombro.
- Si su majestad.- dijo el elfo mientras se levantaba e iba con los demás a descansar, mientras, dos de ellos se quedaron vigilando los alrededores por si acaso, unas horas después nos levantamos y fuimos hacia la dirección donde habían visto a esos insectos, al llegar, lo que pude ver fue una mantis mas grande que un humano adulto comiendo los restos de algo que no pude identificar.
- Nico, prepárense para la pelea, moveros en silencio y rodeadla, no os acerquéis, la abatiremos a distancia para que no haya ningún herido.- dije en voz baja mientras agarraba mi arco y una flecha y apuntaba a la mantis, Nico asintió e hizo señales a los demás para que hicieran lo que dije, mientras esperaba a que se colocasen, murmuré unas pocas palabras y un pequeño circulo mágico rojo apareció sobre la punta de mi flecha, la cual empezó a arder, luego de ver a todos preparados disparé la flecha hacia la mantis, la cual se percató del peligro y esquivó pero la flecha se clavó en una de sus patas, debido al fuego, la criatura se ralentizó por los daños y los demás la acabaron por matar con sus flechas.
Luego de matarla, me di cuenta de que me sentía algo mas fuerte y vi que mi nivel había subido, al abrir el libro pude ver que podía elegir otra vez entra las tres opciones, pero al no saber que me esperaba, preferí dejar las invocaciones para luego y seguir explorando, mientras veía el libro, Nico se acercó con un pequeño orbe verde y me lo ofreció, no era más grande que una perla, con una sonrisa de agradecimiento, cogí el orbe y lo puse en el libro, poco después desapareció sin dejar rastro y en una página negra, apareció el dibujo de una mantis igual a la que matamos.
- Bien chicos, sigamos explorando y busquemos algo con lo que cenar esta noche.- dije animado y seguí bajando ágilmente por el árbol.
Durante las siguientes horas, exploramos la copa y los alrededores de nuestro campamento en el enorme árbol, nos encontramos con más mantis y con unos gusanos rechonchos que se alimentaban de hojas, eran inofensivos y nos dimos cuenta que las mantis les protegían y se alimentaban de unas bolas moradas que dejaban caer los gusanos cada cierto tiempo, después de probarlas y ver lo dulce que eran esas bolas, decidimos criarlos nosotros, así la mañana pasó y matamos a diez mantis más y yo llegué al nivel 4 mientras que los demás llegaron al nivel 3, también conseguimos 15 gusanos dulzones, así fue como les llamamos, y conseguimos librar de peligros la copa del árbol del mundo, también descubrimos que la carne de mantis se podía comer, era algo fibrosa pero era mejor que nada. Después de nuestra pequeña conquista de una parte del árbol, decidimos volver a la base con los gusanos y comer y descansar, al llegar, mientras preparaban la comida y se encargaban de los gusanos, yo abrí el libro y vi que cosas nuevas había en el, aprecié que había tres nuevas unidades, una era un viejo y sabio druida con un bastón hecho de ramas y pajaritos a su alrededor, otra eran unos exploradores con arco que montaban en pájaros y llevaban arco y por último, cinco guardias del árbol del mundo, eran elfos equipados con armaduras de hojas que eran tan duras como el acero, además de ir equipados con lanzas hechas de ramas y un escudo de madera con forma de hoja.
- Estos guardias parecen fuetes pero su equipamiento es muy antiguo...- dije mientras me lamentaba, suspirando decidí elegir un druida y una unidad de cinco guardias del árbol del mundo, después de elegirlos, aparecieron los seis ante mi y se arrodillaron.
- El druida Flinn a su servicio su majestad.- dijo el viejo druida.
- Los guardias del árbol del mundo también están a su servicio.- dijo una voz femenina.- Me llamo Fei.- dijo con una sonrisa la elfa.
- Encantado de tenerlos con nosotros chicos.- sonreí a los nuevos invocados.
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Un mundo en guerra.
Fantasy¿Sabes la típica historia issekai donde el protagonista es el mejor y nadie le gana? Pues lee esta historia y dime si es igual jajaja 🤣 os espero.