04. Diferente y extraño

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Jimin sigue a Taehyung como si fuera un perrito siguiendo a su dueño, simplemente siguiéndole, pues no tiene ni idea de a donde se dirigen. Tras esperar por él en el mercado, el castaño volvió con sus pertenencias y ahora le lleva a quien sabe donde. 

"¿A dónde nos dirigimos?" pregunta finalmente, frunciendo el ceño al ver las puertas de color verde frente a él. "¿Qué hacemos aquí? No tenemos clase hoy."

"Lo sé" responde de espaldas a él, adentrándose y buscando con la mirada las armas que el padre de Jimin les hace utilizar cuando entrenan de vez en cuando. "¿Crees que tu padre se entere si las usamos?"

El bajito se acerca al armario de una de las habitaciones del lugar, abriéndolo. "Si las dejamos en su lugar probablemente no se dé cuenta de que alguien ha estado aquí" murmura. "¿Es que quieres entrenar? Puede ser peligroso sin nadie supervisando."

"Por eso te he traído conmigo. Tú eres quien me supervisará" responde. "Después de todo tienes más experiencia con esto que yo."

No parece muy convencido de que la idea de Taehyung sea la mejor del mundo, pero comprende el por que de sus ansias de querer practicar con la espada antes de que deban ir al campamento con los demás guerreros del ejercito. "Está bien, no es como si pudiera decirte que no" se rinde, provocando una sonrisa en el castaño.

"Guíame, ¿sí? Sabes que esto se me da fatal."

La tarde se pasa entre regaños por parte de Jimin hacía el menor por varios meses, correcciones y alguna que otra alabanza cuando los movimientos eran mejor de lo esperado. El sol termina de ponerse en el cielo, dando lugar al cielo oscuro y la brisa provocando que se froten los brazos con insistencia al no tener chaquetas que les cubran del frío. "¿Nos vemos mañana?"

Terminan de guardar las espadas utilizadas con prisa y ganas de llegar a sus respectivas casas para poder comer y llenar sus estómagos. "Sí, buenas noches Jimin."

Ambos se despiden en mitad del camino, pues sus casas están en direcciones opuestas. Despidiéndose nuevamente con la mano, Taehyung se aleja a paso rápido, recordando las heridas abiertas de sus brazos y de como el pañuelo que Jungkook le dio está en el bolsillo de su pantalón.

Se asegura de que no es visible a ojos de nadie y entra en casa, saludando a su abuela y hermano. 

"Llegas muy tarde mi niño" es lo primero que dice al verle. "¿Algo ocurrió en el mercado?"

"Me entretuve con Jimin, abuela" responde, agachándose para dejar un beso en la frente de su hermano pequeño. "¿Mamá y papá?"

La anciana señala hacia el jardín. "Cena primero, ellos vendrán pronto."

Se sienta en el suelo, teniendo de inmediato a Taeyong en su regazo como de costumbre. Come de su cuenco a la vez que ayuda al menor con los palillos, pues todavía es muy pequeño para saber utilizarlos correctamente. "¿Cómo fue vuestro día?"

"Como siempre, mi niño" sonríe la mayor. "Nuestro pequeño gatito ha hecho un lindo dibujo sobre nosotros, ¿cierto, Taeyongie?" el niño asiente con las mejillas abultadas por la verdura. "Va a seguir tus pasos, Taehyungie."

Taehyung sonríe al escuchar sus palabras, aunque en el interior desea que no sea así. No le gustaría que su hermano sufra los mismos maltratos y malas palabras por parte de otros solo por ser diferente. "Mientras hagas lo que te gusta siempre estará bien."

La puerta del jardín se abre y sus padres entran con el rostro serio. "Oh, llegaste hijo" le saluda su madre, sonriendo levemente. "¿Estabas con Jimin?"

"Nos entretuvimos en el mercado, lo siento" se disculpa, posando la mirada en su padre. "Padre, hay algo que debo decir" comienza a decir, posando sus palillos sobre la mesa. "Sé que me ha pedido que no hable de ello nuevamente pero es mi vida y he decidido que seré yo quien se una al ejercito esta vez."

Spring Day ღ taekookDonde viven las historias. Descúbrelo ahora