27 - En medio de la penumbra

1K 170 65
                                    

Notas del cap:

Y aquí está la verdadera razón de este arco... para que vean que trato de pensar en todo y en todos ¬u¬. sorry, este es chiquito

¡A leer!


27 - En medio de la penumbra

-¡Espera! ¡Canadá! ¡Ya no puedo!- se freno contra su voluntad, México jadeo cansado, soltándose del agarre de Canadá para recargarse sobre sus rodillas, al final, cayendo arrodillado al suelo de tierra y hojas; Canadá miro a todos lados, iluminando con su teléfono sus alrededores; estaban en la zona que aun era parte del lugar transitable dentro de la isla, aun no encontraban los perímetros que negaran el avanzar así que supondría el canadiense que estaba en la zona de exploración en grupo... que mal que solo iban ellos dos solos

-Lo siento ¿Te encuentras bien México?- pregunta el canadiense colocando una rodilla en el suelo y tratando de ver al latino que jadeaba aun y que se tomaba uno de sus tobillos

-¿Te duele? Déjame ver- habla, tratando de llegar, pero en cuanto toca la zona que el latino se sujetaba, un pequeño gemido de dolor se ahoga en la garganta del tricolor

-¡Lo siento!- dice rápidamente, México gruñe, mordiendo su labio inferior y sentándose de trasero para no poner peso en su tobillo

-Creo que me torcí el tobillo cuando salimos del hotel- dijo tratando de aguantar el dolor. Simplemente, mientras estaban tratando de crear una estrategia con los únicos con los que se habían podido comunicar, su momento es interrumpido cuando la puerta es golpeada y abierta en el segundo golpe, el tipo del martillo gigante entra riendo estrepitosamente; México y Canadá reaccionan por mero impulso y golpean al hombre en la tráquea haciendo que se ahogue, anuncian a los demás que corran pero el terror los hace correr por lugares diferentes aun cuando México trata de decirles que permanezcan juntos

La mayoría, que iba hacia las escaleras que subían a la siguiente planta, son detenidos cuando la moto cierra y una risa desquiciada brota. Canadá vuelve a tomar la mano de México y entre ambos bajan corriendo; al llegar a la planta baja en busca de un teléfono encuentran al tipo del cuchillo; al tratar de ir en dirección a la biblioteca que estaba en la misma sala, encuentran a otro, mordiendo un pie desmembrado y arrastrando el cadáver de una mujer que se desangraba; así que, junto a unos cuantos que aun los seguían, salieron del edificio y corrieron a la maleza... desde ahí, México y Canadá perdieron a todos y ahora iban ellos solos, corriendo en silencio por la oscuridad boscosa de una isla sin salida

-Sí, es una leve luxación... con algo de reposo estarás mejor- dijo Canadá luego de revisarlo y rasgar con cuidado su camisa para envolver con cuidado la zona lastimada del latino, México lo observo en silencio, como lo tomo con cuidado y vendo... no dijo gracias aunque quería, simplemente se mantuvo en silencio

-Lo mejor será que no lo muevas o te harás mas daño- habla Canadá dándole la espalda

-Vamos, sube a mi espalda, te llevare- México guarda silencio y suspira

-¿A dónde? No hay modo de escapar y en estos momentos soy solo peso muerto, mejor lárgate y ve a conseguir ayuda de alguien que esté en capacidades de pelear- gruñe molesto, desviando la vista en la oscuridad, Canadá vuelve la mirada, preocupado por el latino

-No digas eso taquito, no podría dejarte solo aunque me lo pidieras- habla suave, recibiendo solo un golpe directo a su rostro que también lo hace caer de sentón en el suelo (que no era mucho pues estaba de cuclillas)

-¡Te recuerdo que ya lo hiciste una vez maldito perro come mierda!- gruñe el tricolor, luego de haber golpeado a Canadá, se pone en pie contra su dolor, cojeando de su pie herido pero viendo con odio al canadiense, olvidándose ambos por un momento que los estaban persiguiendo un grupo de psicópatas peligrosos. Hubo silencio después de eso, las lágrimas inundaron los ojos de México, tuvo que limpiarse por encima de sus sucios lentes y aun así, mirar con enfado al canadiense

Un ataque al corazónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora