Capítulo 1 "La cruda realidad"

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Cada vez que cierro los ojos, pienso en todo lo que hice, el año pasado lo único bueno que pude hacer, fue enamorarme de ella.

Era como un ángel, soportó todo lo que le hice; claro que como toda persona, tiene un límite, y yo lo alcancé.

Se llama Isabelle, es tan...
Diría que no se la puede describir, es dulce, honesta, buena con todos, bastante inteligente y divertida, y muchas cosas más.
Cualquiera pensaría que ella no es real, pero en verdad lo es.

Es el tipo de chica que todos los padres buscan para sus hijos, debo decir que mis padres la adoraban.
Pensaban que era la mejor novia que había tenido, y por supuesto que cuando les dije que había terminado con ella, se sintieron muy tristes, creo que más que tristes, se sintieron decepcionados, de que yo otra vez lo haya echado a perder, porque les puedo asegurar que mis padres sabían de por sí, que si habíamos terminado era por mi culpa.
Porque así son ellos, me hacen sentir como que no puedo hacer nada bien, los defraude tantas veces que ya no tienen esa de en mi.

Cuando conocí a Isabelle todo fue tan distinto, no era como mis antiguas novias, ella era soñadora, andaba siempre en sus libros de literatura inglesa, se podría decir, que era la persona más romántica que pisaba la faz de la tierra, y lo malo, era, que yo no era nada romántico, ahí es donde empezaron todos nuestros problemas.

Nunca fui capaz de darle un lindo detalle, estuvimos ocho meses juntos y en ese tiempo, ni siquiera le había regalado una rosa del jardín de mamá.

Se supone que todo el mundo dice que siempre que estés con alguien, debe ser detallista, y así cada vez se enamorará más y más de ti. Ella estaba enamorada de mi, no le importó que yo sea un amargado. Ella aún así seguía conmigo. Sin importarle mis malos humores y mis constantes estupideces.

No me gustaba llevarla a las fiestas conmigo, no me gustaba la atención que todo el mundo tenía sobre nosotros. Principalmente porque no me gustaba que las chicas me vieran con ella, es algo difícil de explicar, pero aún estando con Belle prefería que me sigan viendo disponible.
Pero por sobre todo, era un chico celoso, y posesivo, me encantaba que me preste atención a mi y sólo a mi. Sentía como que el único chico que ella podía ver era yo, me molestaba cuando chicos se le acercaban para preguntarle cosas y siempre andaba enojándome.

Me molestaba con mucha frecuencia, y siempre le hacía pedir perdón, a pesar de que yo era el que debía pedirlo, el típico machista.

En fin, esos son unos pocos de los muchos errores que cometí en mi relación durante el año pasado.

Ahora que empezaremos nuevamente las clases, estoy listo para volver a hacer que confíe en mi, y esta vez haré que valga la pena, si es necesario la tendré en un pedestal. Soy capaz de hacer todo, por volver a sentir su cariño. Literal, estoy dispuesto a todo.

No fue linda la forma en la que terminó conmigo, estábamos en mi casa, era día sábado y como siempre mis padres no estaban en casa.

Llevábamos besándonos un buen rato, y yo como chico calenturiento, quería pasar al otro nivel. Ella no había querido dar ese paso, y desde hace un buen tiempo que yo venía insistiendo para ser mas exactos hace 3 meses. En mi mente tenía que con cinco meses ya existía la confianza necesaria y por eso quería avanzar rápido.

Ella me decía que yo tenía que esperar, y que no estaba lista para dar semejante paso, y la verdad, es que yo hace un buen tiempo me había cansado de esperar.
En una fiesta mis amigos me presentaron a Phoebe. Y esa noche fue cuando le puse los cuernos por primera vez. Ellos fueron los que me sugirieron que continuará con esto, ya que mi novia no me lo daba, total no hacía nada más que acostarme con ella, y Phoebe estaba al tanto de que lo nuestro era solo para divertirnos un rato.

Había engañado a Isabelle muchas veces, y con la misma chica.

Phoebe, era una chica de una sola noche, sin compromiso, y además que era buena en la cama. Así que con tal de un rato de diversión y placer, yo engañaba a mi novia.

Después de esa fiesta nos reuníamos generalmente los sábados en el sótano de su casa. Y luego de que termináramos cada uno se iba a su respectivo lugar.

Fui tan sinvergüenza, que cuando Isabelle me preguntaba que había hecho el sábado, yo le decía que había ido a cenar donde mi abuela, era tanta su confianza que creía en mi.

Hasta esa noche, tal vez no tenía planeada la sorpresa que Phoebe iba a darme, pero bueno, si me lo hubiera dicho ya no hubiera sido una sorpresa.

El asunto está en que en el momento que abrí la puerta, ella se abalanzó hacia mi y me empezó a besar fogosamente, en mi momento de poca cordura se me ocurrió continuar con el beso, y así lo hice, olvidándome de la persona que tenía en la sala de mi casa.
¿Y qué creen que pasó?
Pues sí pensaron que Isabelle salió y me descubrió, tienen toda la razón.

Luego de eso Phoebe soltó unas cuantas palabras que terminaron arruinandolo, dijo que está bien, que nos veríamos el siguiente sábado, e Isabelle, no tiene un sólo pelo de tonta.
Se dio cuenta que no era la primera vez que la engañaba.

Y en ese momento explotó y me dijo todas mis verdades.

Dijo que yo era un mentiroso, cínico y sinvergüenza.
Se puso a llorar, y en ese momento fue que me sentí culpable por primera vez. Le pedí perdón, pero no fue suficiente.

En ese momento tuve miedo.
Miedo de perderla, algo raro que experimentaba por primera vez.
Antes de que pudiese decirle algo ya no estaba en mi casa, siendo realistas, ya no estaba en mi vida.
Y para colmo, ella se iba de vacaciones el domingo siguiente, se iba a una isla caribeña por dos semanas.

Fui tan tonto, que pensé que se le pasaría, pero cuando volvió, ni siquiera atendía mis llamadas o mensajes

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Fui tan tonto, que pensé que se le pasaría, pero cuando volvió, ni siquiera atendía mis llamadas o mensajes.

Hasta qué al fin accedió para hablar conmigo. Fuimos a un café, que estaba cerca a la escuela. Y ahí fue cuando terminó conmigo.

Dijo que ya no podía más, que había soportado demasiado, que el amor que ella tenía hacia mi no era suficiente como para perdonarme por todo, y que tal vez yo debería buscarme a otra, o quedarme con Phoebe. Dijo que tal vez ella si podría hacerme feliz, si saben a lo que me refiero.

Insistió en que no la llamara más. Y así lo hice, quería darle su espacio, con el pasar de los días me arrepentía más, y fue raro ya que nunca me había sentido así después de terminar una relación.

Quería tenerla de vuelta a toda hora, pensaba en llamarla, pero recordaba que ya no éramos nada.

Solía insultar a los chicos babosos que se enamoraban, pero en este momento me encuentro en ese lugar.

Mi meta para este año escolar, es reconquistar a Isabelle. Voy a cambiar, para bien por supuesto. Lo haré, lo juro, o sino dejo de llamarme Michael Smith.

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⏰ Última actualización: Jan 24, 2017 ⏰

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