Capítulo 2

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6 de enero del 2020

Mí alarma sonó a la misma hora que ayer, creo que la cambiare a una hora que me pueda levantar más tarde, en fin. Me estiré en mi cama y talle mi rostro con mis manos; esta vez sí me levante de la cama para poder tomar un baño y así poder tomar uno de los talleres, si quería salir pronto de esto, tendría que poner de mi parte.

Tomé mis cosas para bañarme y ropa limpia, salí de la habitación dispuesto a tomar mi baño, pero vi que todos iban a una misma dirección. Oh claro, el desayuno; apresure el paso para poder desayunar con los demás y no hacerlo solo.

Cuando ya estaba listo, me dirigí a colocar la ropa sucia en el cesto que había aquí y me dirigí al comedor, al entrar todo era igual que ayer con la diferencia de que estaba más lleno; esta vez estaban todos.

Algunos me saludaron y yo solo asentía con la cabeza con una ligera sonrisa, hasta que porfin encontré una mesa que estaba en el centro pero solo había una persona.

Una chica, con cabello negro corto casi llegando a sus hombros, que tenía una playera de puntos de colores y un pantalón suelto, no era muy alta al parecer pero parecía una niña, aunque aquí especialmente no hay menores de edad.

Estaba dibujando figuras extrañas o simplemente rayando una hoja al azar.

— Disculpa ¿Me puedo sentar? — dije mientras me ponía al lado suyo esperando su respuesta.

— Claro — dijo con una sonrisa, pero sin quitar la vista de su libreta.

— Gracias — sin más tomé la silla que estaba a su lado y me senté mientras esperábamos a que los enfermeros sirvieran el desayuno, mientras recorría el lugar con la mirada pude ver que había personas más mayores de lo que yo pensaba, hablando con los más jóvenes o simplemente viendo a la nada.

— ¿Te gusta mi dibujo? — No me esperaba que la chica me hablara y mucho menos que me pusiera la libreta en la cara.

— Este...— alejé la libreta para poder ver mejor y a decir verdad me sorprendió lo que estaba viendon — Oh wow, realmente eres buena, bonita luna azul — dije mientras tomaba con cuidado la libreta.

— No es una luna azul, es mi amigo, ese es su retrato — me lo dijo con una gran sonrisa y movía los pies como si de una niña se tratase.

— Tú amigo es una ¿luna? — levanté mi ceja y le dirigí una mirada confundida.

— No, así es como yo lo veo. Como una brillante luna azul, él es realmente bonito y muy buena persona — tomó la libreta de mis manos y siguió hablando — Es como tú solo que en pequeño, tiene su cabello negro un poco rizado, unas manitas muy chiquitas y unas mejillas regordetas muy tiernas.

Ella habla mientras movía las manos tratándome de explicar de la mejor manera posible, hacía formas tanto pequeñas como grandes, tanto que casi tira los platos que traía el enfermero para nosotros, mientras seguía hablándome de su amigo y como se conocieron, comenzamos a comer.

Casi se ahoga porque quería seguir hablando a pesar de tener la boca llena.

— Oh y claro la razón por la cual también es una luna es por sus ojos, cuando sonríe sus ojos parecen lindas medias lunas — tomó las pastillas y el agua que siempre iban después de cada comida.

— ¿Medias lunas? — seguidamente tome yo mis pastillas.

— Si, espero que puedas verlo pronto. Bueno, adiós, nos vemos a la hora de la comida — sin más se paró de la mesa y se llevó sus cosas.

Creo que debería de cuidar con quien me siento porque esa chica alucina cosas.

No había ningún chico con esas descripciones por el lugar.

No Estoy Loco - KookminDonde viven las historias. Descúbrelo ahora