Así debe ser

CAPÍTULO 9

Callie y Arizona llegaron a la casa de Mark. Mark estaba con las manos unidas y las tenía en la frente. Le costó mucho lastimar a Julia. Él no quería herirla, pero ella debía una explicación de todo. Ella no merecía que simplemente le dijera que la deja por una chica que sea más joven.

—Hey, Mark —dice Callie— ¿Te pasa algo?

—Hablé con Julia —le dijo a Callie y Arizona. La rubia y la morena habían notado una vibra muy rara en él— Le conté mi historia con Lexie. Creo que la herí más...

—Mark, sé que debe ser difícil, pero tienes un problema.

—¿Cual? —Mark no quería un nuevo problema en su vida, ya tuvo bastantes como para tener que aguantar otro nuevo.

—Convencí a Lexie de que tu y ella volvieran —la sonrisa de Mark no podía ser más grande que la de ahora. Estaba tan feliz, Callie le dolía haberlo dicho así para ilusionarlo.

—¡Torres! ¡eres la mejor! —la abrazó.

—Pero... —Mark se apartó. ¿pero? Eso era grandioso, Lexie por fin quería volver con él. Quería estar juntos de nuevo— Arizona se equivocó, vio que Julia había salido de tu apartamento. Y se le salió haberlo dicho delante de Lexie. Ahora ella está mas enojada.

La decepción que dibujo la cara de Mark era tan notable. Es como si te fueran dado un balazo, tanto le dolió eso. Y la furia de él fue bastante que no pudo evitar gritarle a Arizona.

—¡Robbins! —le grita— ¡Sabes lo que me cuesta que me crea esa mujer! ¿No entiendes el significado de esto?

—Mark, la verdad no quería. Se me había olvidado que Lexie seguía enamorada de ti...

—¿Sabes algo? Mejor lárgate.

—Mark, no debes echar a Arizona. Ella no quiso hacerlo —Callie la defiende— Debes relajarte —Callie suplica— Si no te controlas, va a ser mas difícil recuperar a Little Grey.

Mark soltó un suspiró. Arizona estaba un poco asustada por lo enojado que estaba Mark, se sentía culpable. Lexie le caía bien y Mark lo quería demasiado.

—La quiero recuperar —soltó— Debí decirle que la amaba. Antes del accidente. Esperé hasta el último momento.

—¿Sabes como puedes hacerlo? Demostrándole que la amas. No puedes decirle simplemente con palabras, debes hacerlo demostrándole que la ama. Mark, tomas las cosas muy rápido con ella. Crees que un día te odia y el otro te ama. No puedes hacerle lo mismo de siempre. Sacar a un bebé, hacerla abuela o ser madre de una bebé que ella quería contigo.

—Sé que no soy la mejor pareja que ella puede tener, pero la amó. Y pienso demostrarle que la amo, hasta donde pueda. Le diré que la amó, que la amo de verdad.

—Así se habla, no te rindas. Nunca te rindas. Ojalá todos tuvieran una segunda oportunidad de viva, como George... —Callie respiró hondo, ella quería aún a George vivo. Lo extrañaba bastante— No dejes ir a la persona que amas, no sabes lo difícil que es eso.

—Gracias, Torres.

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Había pasado cuatro días. Lexie había pedido una licencia después de lo que paso con Arizona y Callie. Ocupaba pensar. Pero tanto pensamiento no fue de ayuda, se sentía atrapada. Sentía que no podía respirar, llegó a un quirófano, se agarró las rodillas con sus brazos. Se sentía muy mal. Tenía sudor por todo su cuerpo, respiraba tan agitada.

—¿Lex? —llegó Mark y la vio.

—¿Mark? —Lexie no podía verlo, solo escucharlo.

—Por Dios, ¿que te ocurre? Estas tan agitada —se puso de rodillas.

—¿Estamos en el bosque? —preguntó con mucho miedo.

—Lexie, estamos en un quirófano. Ya no estamos en ese bosque.

—Mark, ayúdame —se tiraba del cabello— ¡Ayúdame! —gritaba— ¡Sácame de aquí!

—Lexie, tranquila, estamos bien. Eso ya acabo —la abrazó.

—Quítame esto de encima —empezó a salirse las lágrimas— Por favor, Mark.

—Lex... —marcó por teléfono a Callie, solo pensó en ayudarla.

—Mark, te amó —dijo sollozando en el pecho de Mark— Sácame el ala del avión. Tengo mucho miedo Mark —lloraba.

—Lexie, yo también te amó. Te amó demasiado —le limpia las lágrimas— No vas a morir.

Callie, Meredith y Derek llegaron. Callie estaba con ellos, haciendo un análisis a un paciente. Cuando Mark le dijo que era importante salieron corriendo a buscarlos.

—¡Lexie! —le gritó Meredith.

—Mer... —Lexie seguía llorando— Fuiste la mejor hermana —Mark sentía como el corazón de Lexie seguía tan agitado— ¡Sáquenme esto de encima! —sus gritos eran como si la estuvieran atacando.

—Tu también fuiste la mejor hermana, Lexie. Estamos bien, aquí esta Callie, Mark y Derek.

—Ven —Mark la recostó en sus piernas. Ella empezó a calmarse un poco, Meredith los veía tan tiernos, su amor seguía ahí y su conexión. Sin duda su hermanita aún amaba a Mark, eran tan hermosos juntos.

—Mark —susurró Lexie— Te amó.

—Yo también, Lex. Yo también te amó.

Meredith, Callie y Derek se sentaron a la par de ellos. No podían creer que estos dos no estuvieran aún juntos ¿que les impedía? Dejar de ser unos tercos y ya. Callie y Derek entendían, Arizona se había equivocado.

Mark no había visto a Lexie durante bastantes días. Y ahora agradeció haberla visto en este momento difícil. Él tenía que ayudarla. Escuchar que le diga que lo amaba es algo que él ocupaba. Necesitaba oírlo. Él entendía que Lexie estaba sufriendo mucho, haber vivido en carne propia como un avión la aplastaba, era horrible. Él también lo sufrió, viendo como se estaba yendo lentamente.

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Callie veía a su mejor amigo pensativo. Sabía que se debía a la Little Grey. Esa chica no se le salía de su cabeza. Es como si fuera un examen eterno del que siempre debe recordar y mantener en su cabeza.

—Mark, yo también me preocupé bastante —dijo Callie, él quería hablar sobre ella, era muy obvio.

—¿En serio? —Mark no sabía si Callie le tenía afecto realmente.

—Sí, por ti también. Sabía que si ella no sobrevivía tu tampoco lo harías. Mark, ella es muy linda. La verdad sigue siendo una niña de veintiocho años, ya casi cumple veintinueve, pero sigue teniendo su mente muy oscura. Esta cegada y no se da cuenta lo que en verdad la amas. Mark, no es culpa de ella, si Arizona me dijera que me ama cuando estoy apuntó de morir pensaría que lo hizo por lástima. Ella tiene bastante razón en no creerte.