CAPÍTULO 3

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Estaba en Seattle, en el hospital. Mark pensó que había muerto, pero no. Sigue ahí, estaba deprimido. Sin ella. Callie llegó y Derek. Derek tenía un yeso en su mano. Mark los vio y estaba feliz de ver a sus dos mejores amigos.

—¡Mark!

—Torres, Derek.

—Me alegró que estés bien.

—Gracias, Derek. ¿Y qué ha pasado?

—Bueno mucho que explicar. Meredith está súper bien, dijo que se clavó un vidrio o algo así en la pierna, pero además de eso está bien. Cristina está... no reacciona, está realmente traumada. Arizona le amputamos una pierna...

—¿Qué? —Mark dijo sorprendido

—Sí... —Callie estaba a punto de llorar.

—Y Mark... —Derek habló, pero Callie lo interrumpió.

—Y Lexie, logramos salvarle todo. La verdad pensamos que se iba a quedar solo con un brazo, pero no. Seguían intactos, fue como la mano de Derek, solo arreglarlo y ya está bien.

—Lexie ¿Lexie esta con vida? —Mark le dio algo en el corazón, no quería haber escuchado mal.

—Si te lo quería decir, pero alguien se me adelantó —dice Derek.

—¿Puedo verla? Quiero verla.

—No, tu quédate en cama —dijo Callie como una madre.

—Estoy bien, bastante bien.

—Creo que está bien por Lexie —dijo Derek sonriendo— Vamos, Callie, yo lo llevaré con Lexie. Él debería de verla.

Callie asintió y se llevaron la camilla de Mark al cuarto donde estaba Lexie, Mark la vio y se preguntó ¿cómo sigue viva? ¿Era real? O ¿un sueño?

—¿Como es que sobrevivió?

—Mark ella estaba muerta, pero alguien gritó cuando se podía salvar, no sabes cuantas veces usaron el desfibrilador. Fueron infinitas y ella reaccionó un par de veces. Eso fue un milagro.

—Cuida al hombre, yo tengo que ver a Arizona —dijo Callie y se fue.

Mark veía la cara hermosa que tenía Lexie. Tenía heridas, pero sanarán, ella aguantará, es Lexie Grey. Sobrevivió a un ala de avión, sobrevivirá a unas heridas.

—Quería morir sin ella...

—Lo sé, Mark. Pero ella está aquí — Derek odiaba ver a su mejor amigo así.

—¿Puedo quedarme con ella?

—Sí, aún no olvidó cuando estuviste para mí por Meredith.

—Derek, prométeme que no me alejarán de ella.

—Lo prometo.

—Le dije que la amaba.

—¿Qué?

—Lo dije, antes de que muriera.

—¿Cómo?

—La amó y ella me ama a mí.

—Lo sé.

Mark estiró la mano para cogérsela a Lexie. Estaba fría y suave como siempre. La misma mano que tenía agarrada cuando ella estaba muerta. Derek salió porque Meredith lo llamó. La mano de Derek se veía rara con un yeso, pero pronto estará mejor.

—Lexie, te amo. En serio me fuera gustado decírtelo de otra forma, pensar que te había perdido fue horrible —las lágrimas de Mark empezaron a salir— Debí decirte que estaba enamorado desde que Derek me prohibió meterme contigo, incluso pudo haber sido antes.

Lexie abrió los ojos, vio a Mark y Mark se sorprendió ¿ella despertó? Lexie sonrió y era obvio que si había despertado ¿cómo es posible que sonría aún llena de heridas? Cualquiera estaría llorando de sufrimiento ahora mismo por el dolor.

—¿Mark?

—¡Lexie!

—¿De verdad eres tú? ¿Estoy viva?

—Si, Lex. Estas aquí, conmigo.

Lexie vio el cuarto blanco y cerró los ojos y suspiró. Pensó que estaba muerta, pero no es así. Sintió la cálida mano de Mark, él estaba perfecto. Parecía que nunca hubiera tenido un accidente, siempre esta perfecto aún lastimado.

—Yo me pondré bien y tu igual. Estaré cuidándote.

—Mark, ¿cómo es que sigo viva? Yo... estaba bajo esa ala. Fue horrible, el dolor, hacía todo lo posible por hablar. Dios, ahora estoy aquí, contigo en esta habitación. Creo que nunca había estado en una camilla conectada a cables y esas cosas en este hospital.

—Lo superaremos juntos, te lo prometo, Lex.

Lexie tenía miedo, tenía miedo al dormirse e irse de nuevo. Ella estaba cansada, su cuerpo estaba cansado. Lo sentía bastante besado que apenas podía moverse. Ella incluso movía las piernas al propio, quería asegurarse que no quedo paralítica.

Mark quería mencionar sobre la confesión, quería decirle que la amaba ahora mismo. Pero era mucho para ella en ese momento. Sabía que estaba procesando todo el accidente.

—Mark...

—¿Sí?

—No te vayas. No quiero estar sola.

—No me alejaré de ti, ni un segundo.

Lexie cerró los ojos aun teniendo miedo. Los cerró y apretó fuerte la mano de Mark para asegurarse de que aún siente su caliente mano.

Así debe serDonde viven las historias. Descúbrelo ahora