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♥ Sugawara cuidaría lo mejor posible de ti cuando te enfermes ♥



— _____, ya llegué. —Comentó un chico de pelo blanco mientras se quitaba los zapatos en la puerta del hogar de su pareja, el cual fue atendido por la madre de la misma mientras lo miraba contenta y agradecida.

— Gracias por venir a cuidar de ella, mi jefe ya no permitiría tener otra falta esta vez. —Dijo aquella mujer con cierto tono de tristeza, mas cambió radicalmente para luego salir de su casa, no sin antes decirle algo más. — Si le llega a doler algo, tenemos medicinas en el espejo del baño. Nos vemos luego.

Con un saludo final, el de ojos café se adentró en aquel pasillo mientras que en su mano llevaba una pequeña bolsa llena de alimentos varios. Al dar con una puerta que contenía algunas mariposas, ya desgastadas con el tiempo, pegadas en ella, entró sin dudar a la habitación.

— Hola, Koushi. —La sonrisa de la menor se hizo ver en cuanto visualizó a su novio pasar por la puerta de su cuarto, aunque una tos y un suspiró bastante desganado causó la preocupación del recién llegado.

— Estaré todo el día contigo, así que dime cada vez que te duela algo o quieras comer, házmelo saber todo si puedes. —Las palabras que salían de la boca del albino causaron un leve escalofrío en la fémina por lo tan autoritarias que se volvieron, mas una sonrisa seguida de su mano contra la suya cambió aquello. — Realmente me preocupo, y si no llegas a decirme alguna cosa me pondría mal por no poder ayudarte en todo lo que pueda.

La menor asintió relajada, aunque una mueca se formó en su boca. La mano del ojicafé se posó rápidamente en la frente de la contraria, dando una afirmación no querida de que su pareja se encontraba con fiebre.

Sugawara hizo todo lo posible para que su novia se mantuviera en el mejor estado posible en la condición que estaba, llenándola de mimos, cocinándole y quedándose incluso despierto lo más que podía a pesar de estar cansado.

En cuanto cayó la noche, la mujer de antes volvió y, al entrar en el cuarto de su hija, pudo ver al albino acariciando el cabello de su hijo mientras besaba su coronilla.

— Veo que la has cuidado bien, te lo agradezco. —La sonrisa de aquella madre se demostró al acercarse a su hija y ver que estaba mucho mejor que hace horas atrás.

𝐒𝐮𝐠𝐚𝐰𝐚𝐫𝐚 𝐚𝐬 𝐲𝐨𝐮𝐫 𝐛𝐨𝐲𝐟𝐫𝐢𝐞𝐧𝐝 | 𝐇𝐚𝐢𝐤𝐲𝐮𝐮Donde viven las historias. Descúbrelo ahora