CAPÍTULO 5: «¿QUÉ TE APUESTAS?»

82 10 18
                                    

NOTA DE LA AUTORA: Este capítulo se lo dedico a mi muy buena amiga Tequila213, que fue la que me animó a empezar a publicar mi novela. Nunca lo habría hecho si no fuese por ti, así que muchas gracias <3 ily

***************************************

Estuve un par de horas más hablando con Mack sobre Chad, lo que había ocurrido , lo que debería haber ocurrido y lo que Mack intuía que iba a ocurrir a partir de ese momento. A la mañana siguiente, tuve que hacer un esfuerzo sobrehumano para levantarme de la cama. Apenas había pegado ojo, pero merecía la pena si la razón por la que no había dormido era mi mejor amiga.

Nos encontrábamos dentro de mi coche, y a pesar de que creía que el camino a clase iba a ser incómodo y tenso, no lo fue para nada. Más bien, Mack y Chad estaban flirteando incluso más que antes, lo que me provocaba una mezcla entre arcadas y adoración.

—¡Deja de golpear mi asiento, Chad! —gritó Mack al mismo tiempo que se giraba para mirarlo. Chad se carcajeó y golpeó un poco más fuerte el respaldo del asiento de Mack—. ¡Chad, te voy a golpear muy fuerte! —chilló, haciendo que me pitaran los oídos.

—¡Vale ya! ¡Parecéis niños de siete años! ¡Al menos creía que habría algo de tensión por lo de Alice, pero estáis incluso más pesados que antes! —grité mencionando a propósito a Alice para que se quedaran calladitos. El silencio rotundo de después me indicó que había funcionado.

—Eres mala... —refunfuñó Chad sabiendo exactamente lo que había hecho.

—Gracias. —Sonreí ampliamente.

—No era un cumplido. —Chad puso una mueca.

—Para mí sí. —Aparqué en la primera plaza libre del parking que encontré. No llegábamos muy tarde, pero si no quería quedarme fuera de clase de Matemáticas, debía darme prisa.

Nos bajamos del coche y corriendo, fui a mi taquilla y saqué mis libros de Matemáticas. Chris no estaba ahí, afortunadamente, así que me despedí de mis amigos y me dirigí a clase. De camino, me puse a pensar en que tendría que volver al simio, y después de lo del día anterior, no me apetecía nada.

Cuando llegué a clase, el profesor aún no había entrado, así que intentando ignorar a Chris lo mejor que pude, me senté en mi sitio y miré al frente.

—Buenos días, Pinocho. ¿Has atropellado a alguien hoy? —se burló Chris.

—Olvídame —espeté. En ese momento entró el profesor Harris y aunque me costase creerlo, me alegré.

—Buenos días, alumnos. Espero que hayáis pasado un buen fin de semana, porque va a ser el primero y el último en el que disfrutaréis de tiempo libre. —Sonrió malévolamente. Ese profesor iba a acabar conmigo, lo podía sentir—. Os presento vuestro primer trabajo. —Hubo una oleada de quejas y lamentos que inundaron la clase. Resoplé y apoyé mi cabeza en mi puño, aburrida—. Debéis hacer un trabajo de investigación de los matemáticos más importantes y relevantes a lo largo de la historia. ¿Fácil, cierto? —preguntó sonriendo, pero nadie respondió—. Tenéis como fecha de entrega hasta el lunes de la semana que viene. —Tal y como había dicho Harris, ya podía despedirme de tener tiempo libre. Al menos era un trabajo teórico y no práctico—. ¡Casi lo olvido! —exclamó—. Es en parejas. Podéis elegirlas vosotros. A mí me da igual, pero decididlo ahora porque tengo que apuntarlo. —Abrí los ojos, y recorrí la mirada por toda la clase. Todos me parecían mejor opción que hacerlo con el mono que tenía de compañero. Esperé a que alguien se levantara para elegir compañero, pero nadie se movió. Parecía que como todos se habían sentado con sus amigos, ya tenían todos pareja. Chris estaba a mi lado, viendo cómo me daba cuenta de que la única persona que me quedaba era él. Girándome lentamente para mirarlo, observé que estaba apoyado con los dos codos en la mesa y tenía una pequeña sonrisa en su cara.

JUGANDO A CONTAR MENTIRASDonde viven las historias. Descúbrelo ahora