Una asesina a sueldo sin sentimientos después de su desastrosa religión jura que jamás volverá a caer en las redes de nadie...¿y si ese juramento se rompiera?
Ya van 4 semanas desde que vi a Ruby por ultima vez en la discoteca, a veces me viene a la cabeza pero casi esta olvidado. Me han encargado otra misión, pan comido. Me preparo el material y salgo hacia El callejón 32, es un pub ambientado en los 80. Ahí esta mi nueva presa. Un hombre de unos 30 años, castaño y odioso, por lo que me han contado. Tiene muchas deudas con Navajas y me ha pedido personalmente que le de un pequeño sustito. Al llegar no veo a la víctima pero rato después aparece, con la que es su mujer, o su amante, la verdad no lo sé pero me han comentado que no lleva muy bien el amor. La chica se va al servicio y aprovecho para entrarle. - Hey, ¿tomando algo? - Si, ¿y tu guapa? - Se me ha pinchado la rueda del coche y necesito ayuda masculina, ¿te importaría echarme una mano? - Oh no, por supuesto, vamos. Nos dirigimos al coche falso, lo cojo de la camisa y le digo unas palabritas. - No hay coche, no sigas mirando, vengo de parte de tu querido amigo Navajas, me ha dicho que como no le pagues mañana antes de las 14:00, va a llegar un regalito a tu casa, y no va a ser de tu agrado. - Pol: No le debo nada a ese cabrón, me ha jodido la vida. Lo cojo y rompo una ventana de un coche con su cabeza. Espero que haya entendido el mensaje, no quería pasarme pero me lo ponen muy difícil hostia.
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- Pol: ¡MIERDA JODER VALE VALE VALE LE PAGARÉ LO QUE QUIERA!. - Mañana, tienes hasta las 14:00. Me largo de allí antes de que la gente se de cuenta de el destrozo que le he hecho a el y a el coche.
