Espejito, Espejito ¿Quien es el asesino?

Capitulo 2

2 días antes de la fiesta 

Escalofríos, tensión en el cuerpo, ojeras al rededor de mis ojos y una mente que repasaba los uno y mil pecados que había cometido, pero lo esencial quienes habían resultado muertos o al menos quienes creíamos que habían muerto.

Agarre mi taza de café para llevármela a los labios, sintiendo en mis fosas nasales como entraba el olor puro de un café recién hecho, con mis ojos en la nada de una gran cocina. Son las 3 de la mañana, a está hora todos, incluso la servidumbre esta durmiendo, pero yo...esa llamada me altero, la preocupación de saber de cual de mis males le había dicho Dean a mis padres quedo en tercer o hasta cuarto plano...¿Quien es? por que llamo, ¿Fui yo el culpable? ¿Que quiere ahora? 

¡Ahrrr!

Sacudí mi cabello en señal de desesperación, no había nada, no hay señales, no hay pistas, no había un maldito camino a seguir para saber que quería o quien era esta persona... dejo la tasa en el lavado, sabiendo que a la mañana siguiente ya estaría lavada, me di la vuelta para salir de la cocina y caminar a las escaleras.

Hace mas de cuatro años que nosotros seis nos conocemos, bueno yo y mis hermanos es por lógica que nos conocemos de toda la vida, pero con Dean, fue como ver una atracción a algo desconocido, desde que me dirigió esa mirada oscura que mostraba tantas ganas de ser un psicópata, fue como si mi mente y mi cuerpo decidieran dejar de hacerle caso a mi cordura y empezaran a manejarse por si solos, siguiendo ciegamente a Dean, obedeciendo sin importar las consecuencias de sus ordenes, pretendiendo que Dean me viera como la mano derecha que nunca fallaba y nunca menos que eso. 

En mi familia, al ser trillizos todos compartíamos en teoría el puesto de hermanos mayores, ya no era cuestión de edad quien quedaría a cargo de todo, era cuestión de capacidades y aunque todos nos esforzáramos, Earth y yo sabíamos que ese puesto ya era de Perth desde mucho antes, de nosotros tres siempre fue el mejor portado, el que acataba al derecho y al revés las ordenes de mis padres, el ejemplar que no hacia travesuras, pero nadie sabia que era un demonio disfrazado de ángel. Earth y yo nunca ocultamos nuestra verdadera cara, por eso nuestros padres nos decían que eramos los típicos dolores de cabeza, por que Perth era la dulce paloma que supo jugar sus cartas en casa. Aun que hay que darle un poco de crédito sus habilidades en su campo de estudio eran las mejores, por eso al igual que nosotros era uno de los primeros diez. 

Es por eso que a como lo llamo Earth, en lugar de haberme convertido en la mano derecha de Dean, me volví su esclavo, subconscientemente trataba de acercarme a el para tener lo que en mi familia no se me estaba permitiendo, sabia que tendría poder cuando mis padres nos dieran la empresa y las acciones, pero nunca podríamos pasar por encima de su niño dorado; sin embargo, Dean, el tenía mas poder que mi familia, el podía pasar por encima de ella, el hacia y deshacía a su conveniencia y antojo, yo deseaba eso, deseaba demostrar que merecía lo que no se me quería dar. 

sin embargo termine envuelto en una secta, donde el diablo era el líder y había arrastrado a mis hermanos conmigo. Al principio solo eramos líderes de la escuela, personas populares que nadie se atrevía a tocar, ni siquiera los profesores, pero había una bestia que no saciaba su hambre, el tenía poder, respeto y admiración, todo lo que yo quería, pero mientras yo deseaba ser el, el deseaba ser más, el quería miedo, sumisión y dolor, y no pretendía parar hasta obtenerlo. 

Al llegar a la puerta de mi cuarto, me quede parado viendo la perilla, buscando en el rincón mas escondido de mi memoria los rostros de las personas que había matado, de aquellas en el que su último suspiro habían visto mi rostro, Boun, Kao, Ohm, Alex, Natid, Veerin, Jenni, Dew, Sureey, Kanya...Infinidad de nombres pasaban por mi cabeza, pero estaba seguro o al menos algo me decía que no eran ninguno de ellos, la persona que me llamo.