Comencemos con el día que morí.
Era un día frío de invierno, me encontraba caminando a casa después de hacer las compras en el supermercado, llevaba conmigo varias bolsas con mis artículos a cada mano y estaba escuchado musica desde mis audífonos.
Pare un segundo en un semáforo para cambiar de canción cuando una niña pequeña se paró a mi lado, la mire por un segundo y volví la vista a mi móvil, noté unos segundos después como los autos se detenían y era la señal de que el semáforo había cambiado, comencé a caminar y la niña se adelantó frente a mi justo cuando note algo a la distancia.
Un camión se dirigía a toda velocidad hacia donde estaba la niña caminando, sin pensarlo solté mis cosas y corrí hacia la niña, la tomé del brazo y la lance hacia atrás con todas mis fuerzas, si tenía suerte, ella caería bien y no se lastimaría tanto, en cambio yo, con mi velocidad, era imposible que evitará el camión y como te imaginarás salí volando cuando este impacto con mi cuerpo.
Y así fue como sin poder decir adiós a mi familia o amigos, morí.
Ahora, ¿Dónde me encontraba? desperté en una habitación grande con muebles de aspecto antiguo pero bien conservados y se notaba que muy caros, me encontraba en una cama enorme con unas sábanas gruesas que mantenían mi cuerpo cálido, me toque la cara confundida por qué sabía que había muerto y lo noté, mis manos, antiguamente de un tono bronceado por el sol ahora eran blancas como la nieve y pequeñas como las de una muñeca.
Alcé ambas manos y no pude entender lo que pasaba. Luego toque mi rostro, tenía una característica cicatriz bajo el ojo, pero ahora ya no estaba, cada vez me confundía más, hasta que mire un espejo, salí de la cama y camine hasta llegar a él. Frente a mi, no se encontraba una chica universitaria con cabello oscuro, sino una bella niña con cabello rubio ondulado y una piel impecable como la porcelana. Tenía unos ojos con un tono azulado que podría confundirse con el azul del mar y puesto llevaba un camisón rosa pastel que se veía que estaba hecho a medida.
Confundida toque el espejo y observé aquella niña que me devolvía la mirada.
Cuando estaba en medio de mis pensamientos, la puerta se abrió y una sirvienta entro descuidadamente a la habitación, traía consigo artículos de limpieza, los cuales cayeron al suelo cuando miro a la joven parada frente al espejo.
- ¡Señorita! !La señorita se ha levantado! (Sirvienta)
La mujer salió rápidamente de la habitación, dejandome más confundida que antes, ¿Señorita? ¿Hablaba de mi? Fue cuando todo vino a mi mente.
Las memorias de la propietaria de este cuerpo llegaron a mi, las última en aparecer en mi cabeza fueron mi familia, no, la familia de esta chica yendo en un carruaje cuando todo comenzó a moverse rápido y finalmente se volcaron.
Todo esto me inundó tan rápido que mi cabeza comenzó a doler y caí al piso con dolor.
- ¡Lo digo en serio, la he visto de pie frente al espejo! (???)
- No puede ser verdad, la joven señorita quedó inconsciente desde hace meses (???)
- ¡Pero digo la verdad! (???)
Las voces comenzaron a llegar desde fuera de la habitación y después de eso la puerta se volvió a abrir.
- ¡Señorita! (Sirvienta)
La sirvienta que había entrado antes corrió hacia mi cuando me vio en el piso adolorida.
- Señorita, ¿Se encuentra bien? (Sirvienta)
- Y-yo (Alysa)
- No tiene que esforzarse, la ayudaré a volver a la cama (Sirvienta)
La que recordé que era mi sirvienta personal me ayudó a volver a la cama y me recostó, el hombre que la acompañaba decidió entrar y con ojos llorosos comenzó a acercarse.
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La Princesa No Morirá [PAUSADA]
FantasyEn una tierra de magia y espadas había una joven princesa, una pequeña niña que acababa de perder a sus padres y tenía al mundo en su contra, hasta ahora diría que es una trágica historia, pero hay un problema. Ahora yo soy esa niña y no pienso mori...