Capacitación

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Ruby observo la luna que se asomaba por la puerta de vidrio de la habitación que llevaba al balcón, y decir en su mente: 《Buenas noches, luna》 para finalmente quedarse dormida, la noche era muy serena, los grillos grillaban, unas cuantas luciérnagas iluminan la Mansión y alguno que otro animal nocturno salía para complementar aquella pacífica noche.

Un nuevo día venía en camino, iluminando las montañas, los campos, las ciudades y por supuesto, la Mansión Yoshida.

Los rayos de luz no tardaron en alcanzar aquella puerta cristalina que se encontraba en una habitación donde dos jóvenes chicas descansaban plácidamente, Melissa fue alcanzada por algunos de estos rayos de luz indicandole que ya era tiempo de despertar y levantarse mientras que la chica de tez morena no pensaba levantarse en un buen rato.

Melissa se alistó para ir a bañarse y arreglarse, al terminar llegó con Ruby, quien seguía dormida profundamente como si de un koala se tratase, toco su hombro delicadamente y con una dulce voz la llamaba.

-Ruby, es hora de levantarse

-Mmmh- Comenzó a quejarse la joven.

-Vamos, no puedes quedarte todo el día durmiendo- Le hablaba mientras que con la mano que tocaba su hombro la movía levemente para ver si por fin despertaba.

-¿Quieres apostar mamá?- Pregunto somnolienta sin percatarse de que la persona que se encontraba con ella no era su madre.

-Debes extrañar mucho a tu madre, ¿no?- Melissa se dio por vencida al tratar de levantarla por escuchar esa palabra, una palabra que le dolía cada vez que una persona lo decía: mamá

Melissa no conoció a su madre, su padre nunca habla de ella, la última vez que la mencionó fue a los 8 años para decirle que estaba muerta, dijo que su madre sufría una enfermedad que le producido ceguera y al pasar por las escaleras de la Mansión se cayó y murió, pero nadie de la servidumbre sabía como murio ya que simplemente desapareció de un día para otro y eso era muy sospechoso pero nadie en la Mansión podía opinar.

Pasaron 4 horas y Ruby aún seguía dormida como si fuera un cadáver, Melissa no sabía que hacer, ya iban a dar las 12 del mediodía y su padre las quería antes del mediodía en el salón para hablar de la capacitación para el trabajo de Ruby como guardaespaldas personal de ella, tenía de dos: Echar un balde de agua fría para que Ruby por fin despierte o simplemente dejarla dormir pero con la consecuencia de que las regañe a ambas.

Melissa se quedaba sin opciones hasta que:

-Mmm *bostezar* buenos días, señorita Melissa, ¿cuanto tiempo lleva despierta?- Preguntaba la joven de cabello castaño llevándose en puño sus manos a los ojos para tallarselos.

-Llevo más de 5 horas tratando de despertarte- Dedicandole una cálida sonrisa -Y llámame por mi nombre no por usted, ¿somos de la misma edad no?

-Eh si... Un momento ......¡¿5 horas?!- Grito sorprendida causando eco en la habitación.

-Calma, pero tenemos que irnos a el salón de reuniones para hablar de la capacitación de tu trabajo- Mencionó mientras sostenía su mano y la guiaba hasta la salida de la habitación.

-Tu mayordomo me mencionó que estuviéramos antes del mediodía ahí, ¿porqué no me despertaste?- Preguntaba molesta, no por que Melissa no la despertara, era más por ella misma que no se levanto a la hora indicada.

-Lo siento se que estás molesta pero te explicaré después, vamos- Jalaba más el brazo de su compañera -No estoy molesta- Relpicaba mientras corrían hasta la planta baja hacia el salón de reuniones.

-Manfred, lo siento mucho por llegar tarde, ¿mi padre está adentro?- Pregunto la joven de tez blanca mientras jadeaba.

-Tiene suerte señorita, su padre acaba de entrar, 10 minutos más tarde hubiera sido un gran problema

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⏰ Última actualización: Jan 07, 2021 ⏰

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