El mundo aborrece a las almas en pena. Almas que vanamente en soledad lloran pero que en compañía parecen capaces de todo, que se ahogan en efímeros y vacíos recuerdos pero que aún así anhelan extender alas duraderas y perseverantes en base a ellos.
Almas que suplican por un día más, aunque en soledad se privan a sí mismas de vivir libremente.
Almas que finalmente parten sin una razón, buscando un propósito en aquello que jamás pudo ni podrá ser.Aquella era un alma fría, reservada y con un ferviente deseo de vivir. Vagaba libremente en sus pensamientos mientras el mundo avanzaba más y más, a tal punto de dejarla muy lejos.
Jamás logró acortar esa distancia, y vió más prudente dejar de intentarlo y partir hacia el sitio ideal, sitio que solamente existía para ella.
Levantó montañas y bajó estrellas buscando una excusa para no irse, una razón para seguir intentandolo, algo que la haga sentir nuevamente viva y conectada con el mundo.Cuando la noche cayó, encontró un tierno sentimiento compartido con otra alma, un sentimiento que sabía a poco pero que aún así alcanzaba para quedarse.
Nada es para siempre, y así como lo encontró, ese cálido y acogedor sentimiento se esfumó, volviéndose un recuerdo más del montón.Pasado un tiempo sin encontrar una razón de ser, finalmente decidió tomar vuelo. El mundo ya no se lograba apreciar de lo tanto que se habían alejado entre sí, la brisa ya no hacía bailar a las hojas y los pájaros habían olvidado lo que cantar significaba.
Así partió esa alma fugaz y vacía, y en el momento de extender las alas, sus ojos llorosos reflejaban un mar de sentimientos vivos.
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Delirios No Tan Delirantes
RandomDelirios recurrentes, pensamientos efímeros y sentimientos vacíos.