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La mansión nunca había estado tan silenciosa...

OooOooO

Horas pasaron desde aquel anuncio por parte de los mayores, un silencio sepulcral y un aire tenso se mantenía en toda la mansion; todos con demaciadas preguntas en sus mentes.

¿como es posible?

Hace días ella andaba de arriba para abajo, molestándolos, haciéndolos reír...

Y ahora, Yina se encontraba en una situación riegosa, peligrosa.

Jamas pensaron necesitar tanto a una persona, como ahora.

¿volveran a ver a la Yina perversa, graciosa, y que se preocupa por ellos?

—–No, no puedo seguir así—–

Y la persona menos esperada, se levanto de la oscura habitación donde hace horas reposaba, y donde un aire melancólico aprecionaba todo oxígeno.

Cierto vampiro, desapareció de la habitación, con un único objetivo en mente.

Mientras tanto...

En la habitación compartida de Yina, Azusa, Yui y Kino se encontraban recostados en la cama. Ninguno hacia algún ruido o decía algo, pues estaban perdidos en sus mentes.

por alguna extraña razón, muchos recuerdos azotaron sus mentes, como si dolorosos látigos los azotaras, y cada marca que se presentaba era un nuevo recuerdo.

Doloroso.

Todo cambio gracias a ella, y ahora...

¿Acaso sera hora despedirse?

No, por supuesto que no. La Yina que ellos conocen no se rendiría tan fácilmente, la Yina que conocen, la que molesta a Ayato, la que se burla de Yuma, la que aconseja a Reiji...

Esa Yina, jamas se dejaría caer por algo como un "virus"

No, claro que no.

OooOooO

En otras parte, en la sala de estar.

Shu estaba recostado en un largo sillón rojo, con sus audífonos puestos y los ojos cerrados, pero por mas que deseaba poder dormir, el no podia.

En su mente solo regresaba una y otra vez los momentos en donde la ruidosa lo molestaba, cuando dormía y ella se sentaba encima de el, cuando lo drogo, pero no funciono, cuando le pidió que le enseñara usar el violín...

Y justo ahora, cuando ella simplemente se sentaba a su lado, exactamente en ese sillón, sin decir alguna palabra, solo disfrutando del silencio y la compañía.

Justo ahora, se da cuenta de lo importante que es para el esa simple chica.

Y en otra parte...

En la azotea, donde los pocos rayos de luz que se dejan ver en ese día tan frio y nublado, dos chicos estaban en silencio, con las gotas de lluvia callendo en cima de ellos.

¿Las gotas de lluvia les hace sentir mejor, chicos..?

Tal vez, porque igual que la lluvia, es como se sienten ahora.

Diabolik lovers en cuarentena!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora