Prólogo

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Curiosidad, era lo que en ese momento sentía Louis mientras caminaba por los pasillos de su nueva escuela, pestañeaba profundamente, hacía un respiro insondable cada cierto tiempo. Apretó la mano de su mamá, podía sentir como los nervios comenzaban a crecer en su estómago.

—¿Cómo te sientes? — Susurró su mamá apretando la mano de su pequeño, se agachó mientras otros niños entraban al salón de clases.

—Nervioso — Contestó encogiéndose de hombros, como siempre lo hacía cuando sentía que su estómago se retorcía — Mami, y... ¿Y si es igual que en la otra escuela? — Su mamá lo observó, ella tenía más miedo que él, miedo de que su protección no fuera suficiente.

—Ya verás que no, mi amor — El pequeño Louis observó a su mami, pestañeó varias veces — solo confía en que todo saldrá bien — Él asintió levemente.

—¿Y si hago ese ruido en medio de la clase? — Louis se acercó para abrazar a su mamá mientras sonaba el timbre.

—No te preocupes, si pasa ¿Qué tiene de malo? — Louis se apartó con el rostro triste — Eres un Myers hijo, y nosotros no nos acobardamos. Te veré en la casa, corazón — Dijo antes de levantarse para verlo desde arriba con una sonrisa.

El niño de cabello castaño asintió con un suspiro, se dio la media vuelta, se acercó a la puerta que aún estaba abierta, entró mirando hacía abajo sin fijar su vista en nadie más, necesitaba mantenerse concentrado, o al menos eso creía que podría ayudarle a olvidar su condición.

—Hola — Saludo la maestra, una mujer alta que llevaba puesta una falda de color café con una camisa amarillo pálido — Tú debes ser Louis ¿Verdad? Yo soy la Srta. Faith

Él solo asintió, lamiéndose los labios.

—Bueno Louis te ubicaré en el asiento de atrás, tú mami me dijo que te sentías más cómodo ahí — Faith lo puso en el último asiento cerca de la ventana recordando la petición de la Sra. Smith, era un niño más alto de lo normal para estar en segundo grado — Luego nos presentaremos ¿Sí? — Los ojos avellana del niño se abrieron por completo, pudo sentir como sus hombros comenzaban a encogerse sin que él quisiera.

Uno de sus compañeros que estaba al lado de él, lo observó con evidente curiosidad, Louis sintió la mirada del otro niño así que giró su cabeza un poco mientras seguía moviendo sus hombros.

—¿Estás bien? — Preguntó el niño que tenía un oscuro cabello y unos ojos verdes expectantes — Me llamo Charles Martin — Louis frunció su ceño, no se dio cuenta el momento en el que dejó de mover sus hombros.

—¿Martin? — Susurró — ¿No es un nombre?

—Para los ingleses tal vez — Susurró con tono despectivo — como tú, pero en Australia es un apellido — Louis levantó una de sus cejas — Yo vengo de Australia, donde todo es mejor.

—¿Qué haces aquí entonces? — La voz de Louis salió suave, haciendo una pregunta inocente.

—Mis padres tienen mucho dinero, y viajan seguido —Charles lo miró de nuevo fijándose en sus zapatos — Por lo que veo tu no tienes dinero, esos zapatos parecen de hace años.

—Son mis favoritos — Se defendió el castaño — Mami me dijo que podía usarlos hasta que ya no me quedaran, además si me los quito podría pasar algo malo.

—No seas tonto — Susurró Charles — Ey, Matt, escucha a este tonto — Matt era un niño muy grande, que tenía piel morena con cabello rizado — Dice que si se quita esos zapatos puede pasar algo malo.

—Que tonto — Susurró — Yo me puedo quitar estos zapatos siempre que quiero...

—La Srta. Faith se paró delante de toda la clase, para darle una sonrisa a todos sus alumnos — Buenos días a todos, un gusto recibirlos a todos, veo algunas nuevas caritas y otras que ya son más conocidas, así que nos presentaremos todos — El estómago de Louis dio un vuelco de nuevo, comenzó a tronarse los dedos.

—¿Cómo te llamas? — Le preguntó un niño que estaba delante de él.

—¿Cómo te llamas? — Contestó el castaño, para luego tragar grueso, odiaba cuando comenzaba a repetir lo que los otros hablaban.

—Eso te lo pregunté yo — Dijo el niño rizado con el cabello negro que le había hablado.

—Eso te lo pregunté yo — Entonces el niño se volteó hacía él con la mirada confusa era delgado con una respingada nariz y unos labios levemente rojos, Louis sentía los nervios provocarle una respiración cortada que hubiese deseado poder controlar.

—Me llamo Darwin — El chico que tenía ojos azules lo miró con el rostro ladeado.

—Me llamo Darwin — Louis lo observó con preocupación. Para luego respirar profundo.

—Tranquilo — Susurró Darwin sacando de su bolsón una paleta de colores para dársela a Louis — no hay problema si no me quieres decir — El castaño tomó la paleta — puedes decírmelo después.

—Louis — El de ojos azules sonrió mostrando sus dientes — un gusto, Darwin.

—Es mi turno de presentarme, luego vas tu — Darwin se levantó, el castaño pudo ver que era más pequeño que él, no mucho quizá unos centímetros — Me llamo Darwin Luke y es un placer para mí estar otro año con ustedes — El chico hizo una reverencia como si fuera una obra de teatro, le guiñó el ojo a Louis indicándole que era el siguiente.

— Myers se levantó — Me...Me llamó Louis Myers — Faith lo observó con una sonrisa — esperó llevarnos bien.

—Srta. Faith tengo una duda con Louis — Dijo Charles — ¿Por qué se mueve así? — Imitó los movimientos que había visto en el principio de la clase.

—Charles, no debes hacer ese tipo de preguntas — Respondió Faith.

Louis sintió miedo de lo que acababa de preguntar Charles, pudo ver como toda la clase de repente le prestaba atención, la suficiente para olvidar su plan de pasar desapercibido. Sus hombros comenzaron a encogerse, para luego lamerse los labios con mayor frecuencia que con la que usualmente lo hacía.

—CAFÉ — Gritó haciendo un ruido que para los demás parecía un graznido de alguna ave.

Un silencio incómodo se hizo en el salón, seguido de una oleada de risas por el movimiento de cabeza que Louis Leithold Myers acababa de hacer, Faith intentaba callar a los niños, sin embargo, aunque ya estaba sentado el pequeño castaño, no podía dejar de hacer los movimientos que estaban llamando la atención de todos. 

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Y aquí comienza la historia, es un libro distinto, para serles sincera es una aventura nueva, porque es una historia que no es un fanfic, además de Muerte Viva es el segundo bebé que es original, o que voy a intentar que lo sea, así que gracia por leer este poco de basura marina, las y los quiero mucho ❤️

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