... Los haces de luz se alzaban sobre su rostro, despertó con hojas y polvo sobre sí. Decidido a continuar de camino hacia dónde lo llevase aquella ruta siguió avanzando.
No pasó mucho tiempo hasta que encontró un jabalí que había sido devorado parcialmente por un animal. Acercándose para verlo mejor notó que las ancas traseras no habían sido casi mordidas, a pesar de que las delanteras y todo su vientre sí. Sin pensárselo demasiado por la nesecidad que tenía de alimentarse, se decidió a comerlo. Rasgaba la piel del animal lo mejor que podía con una roca filosa que encontró al lado del camino. Las moscas lo rodeaban y molestaban, y la frescura del cadáver comenzaba a desaparecer mientras se afianzaba más el edor. Sentía mucha repulsión cada vez que introducía un trozo de carne en su boca, pero con un hambre voraz no se detuvo hasta estar saciado.Pasado esto continuó, aunque ahora con más fuerzas. Mientras caminaba, sintió como si lo llamaran
-...Almer, Almer, Almer...- una y otra y otra vez. Sin pensarlo siquiera el chico se salió de la carretera y comenzó a adentrarse de nuevo en el bosque, mientras más lograba acercarse hacia donde venía la voz más fuerte y seguido podía escucharla. Así que comenzó a correr y la voz no salía de su cabeza, varias ramas golpeaban su rostro y manos pero no se detenía, hasta que ve una pequeña casa de madera y se detiene mientras jadea. Aquella voz era más fuerte que nunca y mucho más seguida, el pequeño joven se fue acercando poco a poco mientras la voz en su cabeza lo acosaba llamándolo
-... Almer, Almer, Almer...-El chico se acercó a la puerta y la empujó; cuando estuvo totalmente abierta la voz se detuvo por fin, el silencio volvió a reinar, y lo único que se escuchaba eran los pasos de Almer que se introducía en la casa. Pasando el umbral y mirando a sus alrededores se sorprendió, porque en una vieja y muy desvencijada silla estaba sentada una señora con vestiduras negras y rasgadas, una capucha cubría su testa y su rostro porque ella mantenía su cabeza baja con la mirada al suelo.
- Los caminos no siempre te llevan a tu destino, pero el destino siempre encontrá un camino - dijo mirando a Almer con una sonrisa en su rostro.-¿Qué, qué, es... qué?- balbuseaba el chico.
- Tranquilo muchacho, responderé siempre que pueda tus preguntas - dijo la anciana con voz calmada.
- ¿Usted vive aquí?- preguntó rápidamente el pequeño.
- La respuesta es un sí, y a la vez un no, yo vivo donde tú vivas, soy solo una ilusión puedes verme e interactuar conmigo, pero no soy real. Solo juego con tu mente. Te escogí porque he visto potencial en tí. No soy nadie, soy y seré la mejor parte de tí, la parte que te hace fuerte - explicó aquella anciana con una sonrisa en sus labios.
Almer entrecerró sus ojos y mirándolo extrañado tratando de procesar las palabras de la anciana.
- Déjalo ir, solo déjalo ir pequeño; si lo haces, solo en ese entonces serás fuerte-
- ¿Dejo ir?, ¿qué cosa?, ¿acaso estás loca?- preguntó Almer una y otra vez.
- No, tú si estás loco pequeño, hablas conmigo y no tengo voz, me observas y no tengo cuerpo, interactúas conmigo y no existo ¿pero qué hay de malo en eso?, ¿no es placentero?, al menos sientes que no estás solo pequeño-
Almer no sabía que decir, reinaba el silencio en el lugar y no se atrevía a hablar.
- Te ví en ese bosque, te ví correr, llorar, gritar, odiar y desear venganza. Espero desde hace mucho alguien con cualidades como las tuyas, eres especial, tienes mucho potencial. Puedo ver que buscas algo más que sustento, conozco que tus ojos ven a través del odio y dolor de tu corazón. Noto que lo único que te queda para aferrarte a la vida es el odio alimentado por ese dolor. Tu vida es...-
- ¡¡¡Silenciooooo!!!, ¡¡¡callaaaaaaaaa!!!- gritó con su voz rota por el llanto interrumpiendo a la anciana.
- Pequeño, es mi voz la que escuchas, pero sabes que es tu voz también, no puedes ocultar tus sentimientos pequeño, estás roto, ¿pero qué hay de malo en eso?, ¿acaso estar roto no es lo que aún te tiene vivo?, ¿acaso estar roto no te está haciendo fuerte?-
- ¡¡¡Que te calleeeeeeess!!!, ¡¡¡no me conoces, no me entiendes!!!- seguía gritando Almer con lágrimas en sus ojos.
- Solo sácalo, no tengas miedo de dejarlo libre, libera tu ira, no te contengas con nada, destruyelo todo, yo te ayudaré a ser fuerte, yo te daré poder- comentó aquella anciana con brillo en sus ojos.
- ¡¡¡Aaaaaaaaahhhhhhhhhhh!!!, ¿qué quieres?, ¿que lo odio todo?, ¿que me odie incluso a mi mismo?, ¿que lo destruya todo aunque me destruya a mí mismo?, ¿que me cauterice de sentimientos?. ¡¡¡Pues ya lo hagoooooo!!!- gritó fuertemente con una voz desgarrada.
- Bien pequeño, ya estás preparado - respondió la anciana y en el momento en que Almer volvió a pestañar ya no se encontraba.El chico se tiró en el suelo boca a bajo mientras sus lágrimas bañaban su rostro y mojaban el polvoriento piso.
- Me... lo arreba...taron todo, entonces... yo he de arre...batarle todo a to....dos, cumpliré mi pro...me...sa- dijo entrecortado por su llanto.Pasaron varias horas y el chico no se movía, se mantuvo con su mente en blanco y su corazón en revolución. Con sus sentimientos al doscientos porciento y sus pensamientos en supresión quedó dormido a altas horas de la noche sin saber cuándo ni cómo lo logró.
...Sombras rodeaban todo a su alrededor, pasaban de un lado a otro sin detenerse, el lugar se estaba volviendo cada vez más oscuro y frío, su cuerpo comenzaba a temblar más y más. Su tórax se inflaba y contraía fuertemente, su respiración se hacía más difícil ,y sus ojos semipestañaban a gran velocidad. Sentía como las sombras apretaban cada una de sus entrañas y ... Despertó, su cuerpo jadeaba, su piel estaba muy erizada y sentía un frío enorme. Al levantarse del suelo, el orbe rodó por sus vestiduras y calló al suelo; mirando fijo aquel objeto notó con facilidad que estaba extrañamente brilloso, y que las sombras en su interior estaban anormalmente revueltas.
- Debes aprender a controlarlo, a adquirir poder de eso- escuchó en su cabeza.
Almer ya había oído esa voz en varias ocasiones, pero aún no se acostumbraba a ella, con sus ojos buscaba a su alrededor; aunque sabía que todo era en su mente.
- Cuanto antes lo controles mejor. Debes de aprender ahora pequeño. Solo de esa manera podrás completar a la perfección tus objetivos- volvió a escuchar dentro de su mente.
Su mente se inundaba de miles de preguntas, todo en su cabeza era confuso; sin embargo no tuvo ocasión para meditar más preguntas porque, de pronto, la puerta de la entrada a la casa se abrió de repente y con gran fuerza, provocando un estruendo en el local. Al ver esto Almer se asustó por el inesperado golpe; pero esto no fue lo único inesperado, en ese momento un ciervo macho con una hermosa y grande cornamenta entró asustado, al parecer huyendo de algo. Este al ver al chico ,transforma su expresión facial y sus ojos pasaron de tener ese modo extremadamente abierto y atento, a optar por hacerse pequeños y marchitos, como si ver el chico le causara una gran tristeza.
Almer viendo todo lo ocurrido lo miró fijamente, y su cuerpo actuó libremente en contra de lo que hubiese pensado. Se comenzó a mover, el orbe en sus manos era apretado fuertemente por su mano derecha; lo apretaba con tal fuerza que tal parecía que lo iba a quebrantar. De aquel objeto comenzaron a subir sombras por el brazo del chico, su mirada estaba vacía y su rostro sombrío mientras las sombras subían como serpientes por su brazo y lo rodeaban dándole vueltas alrededor. Tras un último paso, su cuerpo se detuvo por un segundo mirando al hermoso ciervo que aún estaba en total quietud. Autoseguido de esto Almer levantó su brazo a la altura de el ciervo ,y con un deseo repentino de asesinar apretó su puño, y del suelo comenzaron a salir tres manos que sostuvieron al animal con fuerza; el cual salió de su estado de hipnosis e intentó sacarse sus ataduras, más las manos lo agarran con enorme fuerza. Pronto comienzan a salir los tres cuerpos que lo sostenían, su aspecto era de carne vieja y podrida, parecían estar muertos, pero aún así se movían. Sin soltar al animal, comenzaron a morderlo y desgarrarlo vivo; la sangre pintaba el suelo y las paredes cercanas. Luego de que el animal estuviese completamente muerto el deseo de matar abandonó la cabeza de Almer, los no muertos se desintegraron y desaparecieron sin dejar algo más que polvo.
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HATE AND PAIN
FantasyCuando toda tu alma solo puede ver el odio, rencor y el dolor; suprime el amor, afecto y alegría. Cuando lo único que te queda para aferrarte a la vida es la venganza, aprendes a dejar de valorarlo todo, incluso a tí mismo.