Capitulo 17

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Narra T / n

Jean estaba tan cerca de mí, podía oler su deliciosa loción. No volteaba a verlo, pero sent su mirada sobre mí.

Jean: Te ves muy linda con el cabello agarrado - se quitó los lentes de sol

No respondí, simplemente lo ignoré

Él tensó la mandíbula.

Jean: ¿Te vas a meter a la alberca? - preguntó serio

Me pare sin responder y comencé a caminar, pero Jean se paró y me comenzó a seguir.

T / n: Deja de seguirme - dije molesta

Jean: Tú no me das órdenes

Lo vi mal y seguí caminando. Él al ver que me costaba caminar me cargó, de inmediato rodeé su cuello con mis brazos para no caerme.

T / n: Bájame - ordené

Jean: Pequeña pensé que te había quedado claro que nadie me da ordenes

T / n: Déjame en paz

Jean: Necesitó hablar contigo - aclaró

Sus compinches nos veían y reían mientras las chicas murmuraban algo molestas. Darían hizo una mueca de fastidió

Jean comenzó a caminar hasta que entramos nuevamente a la casa.

T / n: Si me ibas a pedir perdón, ya no hace falta - dije molesta

Jean: Yo jamás te pediría perdón ni a ti, ni a nadie

Rodeé los ojos. Él comenzó a subir las escaleras.

Jean: No sé qué me paso

T / n: Se llaman celos

Jean: Ya quisieras

{...}

Al llegar a la habitación me bajó. 

Jean: Déjame ver eso - dijo tomando mi rostro y viendo el moretón que tenía en la comisura de mis labios - siéntate

Lo obedecí y me senté en la cama

Él entró al baño y luego salió con una botellita de alcohol y un pedazo de algodón.

Jean se sentó a lado mío.

Jean: Voy a curarte - abrió la botella

Moví mi brazo haciendo que accidentalmente mi codo chocará con la pequeña botellita y el alcohol se derramara por toda mi ropa.

T / N: ¡Aaah! - Pegué un pequeño gritó

Jean: Mierda ... - habló algo molesto - cámbiate de ropa

Me levanté a iba a quitarme la blusa, pero me acordé que él estaba allí.

T / n: ¿Puedes irte?

Jean: No - dijo limpiando con el algodón las gotas de alcohol que he llegado a su camisa

T / n: Me voy a quitar la ropa, vete

Jean: No quiero irme, además ya te he visto desnuda antes

Sentí mis mejillas arder. Él tenía razón.

T / n: Tienes razón dije algo avergonzada- pero no me veas - ordené

Jean: Aja

Comencé a quitarme la blusa, pero me será costoso ya que el yeso no dejaba que mi blusa saliera.

Jean: Déjame ayudarte - dijo parándose y sacándome la blusa

Después de unos minutos ya estaba en ropa íntima ante él. Realmente era incómodo ya que Jean veía atentamente cada uno de mis movimientos y podía sentir como se le alborotaban la hormonas. Él recorrió mi cuerpo con sus intensos ojos marrón y mi piel se erizó. La forma en la que me veía me daba calor.

Enamorada de mi secuestrador. | Jashlem |Donde viven las historias. Descúbrelo ahora