Mi mano y la tuya

Todo por tu Culpa

En la residencia Kang, el hijo rebelde fue arrojado a su habitación. Cayó al suelo y gruñó a los hombres que se hicieron a un lado para que su padre pasara. Su padre tenía una mirada de furia en sus ojos y una mueca en su rostro.

"Me has decepcionado terriblemente esta vez", dijo Baekhyun.

"¡Me importa una mierda ser una decepción para ti! ¡Puedes echarme para lo que me importa!" Baekho gruñó mientras se ponía de pie, pero volvió a caer al suelo cuando un fuerte golpe se conectó a la misma mejilla de nuevo. Hizo una mueca y sostuvo su mejilla que palpitaba por haber sido golpeado dos veces mientras miraba a su padre.

"Arruinaste nuestra imagen y muy bien debería echarte, pero... Tu madre volverá y cuando lo haga, trabajaremos en un castigo apropiado para ti".

"Madre es..." Los ojos de Baekho se agrandaron. Entonces tragó saliva y se sintió pequeño. "¿Ella va a volver?"

"Sí. Se enteró de la boda y ya no se quedará sentada de brazos cruzados. La has decepcionado de nuevo, Baekho. Estás castigado hasta nuevo aviso. Tu habitación estará bajo vigilancia durante 24 horas y bajo ninguna circunstancia se te permitirá salir de la casa".

"¡Papá, no puedes hacer esto! Ya soy lo suficientemente mayor".

"Pero todavía eres un maldito mocoso inmaduro. No puedo creer que decidieras ir en contra de la familia Hwang y huir con su hijo. ¡¿De todas las personas?! Habrá consecuencias, Baekho. Crece. no vives en un cuento de hadas en el que tienes tu propia felicidad para siempre".

Baekho se quedó sin habla mientras se agarraba los pantalones. Ni siquiera estaba tratando de ir en contra de la familia Hwang. Él simplemente no quería casarse con su hija, así que ¿cuándo se pusieron las cosas tan complicadas? La puerta estaba cerrada y bloqueada, dejando al hombre con sus propios pensamientos. Golpeó el suelo con las manos.

"¡Joder! ¡Al diablo con esto!" Empezó a golpear el suelo con los puños con dureza, sin importarle si le dolía. Sin importarle si su piel comenzaba a rasgarse. "¡Mierda!" Quería volver al lado de Minhyun, donde se sentía más a gusto. No quería volver a estar encerrado en su casa. Como esos años después de la muerte de su abuelo. "No hagas est ... No hagas esto".

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"Abuelo, ¿por qué esta flor se encoge cada vez que las tocamos?" preguntó el joven de 8 años.

"Así es como se protege a sí mismo. Veras, cuando los herbívoros eligen su comida y la tocan accidentalmente, se doblará para que parezca que tiene hojas más pequeñas y, por lo tanto, un bocadillo menos sabroso para ellos".

"Ooh. ¡Es tan genial!"

"La naturaleza tiene muchas sorpresas para nosotros. Recuerda Baekho, algún día encontrarás a alguien que será como una planta de mimosa. Siempre escondiéndose de ti para protegerse, pero tal vez si esperas lo suficiente, se abrirán y eventualmente volverás a verlo como un todo. Todo lo bueno y lo malo".

"No entiendo lo que acabas de decir", respondió sarcásticamente el niño de 8 años antes de que los dos se rieran.

"Sólo trátalo como un anciano divagando románticamente. Oh, mira. Ese se está abriendo de nuevo".

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"¡¿Mi papa esta muerto?!"

Baekho aún podía recordarlo tan claro como el día. El día que les llegó la noticia del desafortunado fallecimiento de su abuelo.

"¡¿Qué quieres decir con que se fue al bosque?! Tiene una pierna mala, no hay forma de que hubiera entrado solo".

El tono agudo de su madre llenó la casa y Baekho se tapó los oídos, no queriendo escuchar la noticia.