YeonJun no tuvo que esperar mucho en el lugar acordado porque el peli negro se encontraba pedaleando hacía él, justo a la hora que habían acordado. El pelirosa de cabello largo no pudo evitar arrugar la frente al ver al pelinegro llegar a toda prisa en una bicicleta de aro veinte, usando ese pesado traje de cuadros con una mochila de cuero en la espalda. No puedo evitar sonreír.
—Si no te molesta te puedo llevar a tu casa en la parte de atrás de mi bici. Es que me niego a subir a cualquier vehículo con motor. —dijo sacando un pañuelo de tela blanco de uno se sus bolsillos y secando unas cuantas gotitas de sudor en su frente.
—Esta bien, tienes suerte que vivo muy cerca del campus. En uno de los edificios universitarios.—Dijo guardando las llaves de su auto en su mochila y procediendo a sentarse en el pequeño asiento que tenía la bicicleta del pelinegro.
—¿Enserio? escuche que la renta de esos departamentos son muy altos. —Dijo empezando a pedalear.
El camino en realidad fue muy amero y el pelinegro pedaleaba como si nada, a pesar que llevaba en la parte de atrás un peso humano. YeonJun suponía que el chico debía tener piernas fuertes y bastante costumbre de andar en bici. Llegaron muy rápido y guardaron la bici en el garaje del apartamento.
—¿Entonces quieres que vea tu muestra y te recomiende la tela que necesitas? —Preguntó el pelinegro una vez que entraron al departamento de YeonJun.
—Iré a buscarlo, espera un momento. Siéntate como en tu casa. —dijo antes de desparecer por una de las habitaciones del departamento.
No paso mucho tiempo cuando Yeonjun entro todo perfumado y usando un sensual babydoll, por lo que Hueningkai no pudo evitar abrir mucho la boca para luego cerrarla. Había escuchado muchos rumores sobre Choi YeonJun, pero jamás se imagino que fuera tan erótico. Estaba anonadado. Porque a él realmente le gustaba mucho Yeonjun.
—No tengo bustos para esta muestra así que decidí modelarlo yo mismo, así que si quieres puedes empezar a tocar la tela y decirme que te parece. —dijo acercándose lentamente al pelinegro que estaba sentado en uno de sus sofás de cuero negro. Sin pensarlo mucho se sentó ahorcajadas de Hueningkai.
Hueningkai no lo pensó mucho y empezó a tocar la delgada cintura de Yeonjun por encima de la fina tela transparente, para luego bajar hasta la ligadura de su tanga y tocar descaradamente la erección del pelirosa, También acerco sus labios al cuello de Yeonjun y repartió unos cuantos besos mojados mientras sus manos se iban hasta el trasero del estudiante de corte y confección. Y tampoco perdió el tiempo en besar esos lindos y redondos labios. YeonJun era todo gemidos, porque hace tantos años que no era tocado por un hombre y sobre todo nunca en su vida había sido tocado tan bien, tan correcto tan satisfactorio, tan eróticamente. La primera vez en su vida que se sentía bien teniendo ese tipo de acercamiento con alguien.
—En mi almacén tengo la tela que necesitas ¿Dónde esta tu habitación ? —dijo el pelinegro mientras cargaba en sus brazos al pelirosa sin ninguna dificultad, mientras esté enrollada sus piernas la cintura del contrario. El pelinegro lo sostuvo tocando el trasero del mayor, sin saber a que habitación ir.
—Primera puerta a tu izquierda.—Señaló para luego hundir su cabeza en el ancho pecho de Hueningkai.
Este sin mas, lo llevo rápido y lo recostó sobre la cama de tres plazas. YeonJun gimió cuando el pelinegro se quito las prendas que tenia y dejo al descubierto un increíble cuerpo fornido, muy masculino y con un poco de pelo en el pecho. El cuerpo del pelinegro era una fantasía gay, y no solo eso, también algo grande se le marcaba en su bóxer. YeonJun no podía crecer su suerte y agradecía haber hecho esa apuesta ridícula con Soobin. Y de hecho no le importaba quién rayos fuera Hueningkai porque lo estaba disfrutando mucho. Y luego estaba la delicadeza con la que lo tocaba a pesar tener un cuerpo y unas manos muy grandes. Y sus besos, sus besos eran la gloria. Tan bien hechos.
—¿Tienes un condón? —YeonJun sonrojado iba a decir que sí pero el pensamiento de que Hueningkai supiera sobre los rumores que dicen de él en la universidad, le cayeron como un balde de agua bajando toda su excitación. Nuevamente se sentía sucio, al punto de patear al pelinegro y correr hacia el cuarto de baño. Se iba a encerrar hasta que Hueningkai decidiera irse. Y eso fue todo para que varias lagrimitas empezaran rodar por sus mejillas. Yeonjun pensaba que ya había superado esa etapa oscura de su vida, esa pesadilla que vivió hace dos años. Había estado asistiendo a terapia todo ese tiempo y de hecho aún seguía asistiendo.
—Oye YeonJun, no me iré hasta que salgas. —Hueningkai, sentía que no se podía ir de ahí sin contarle a Yeonjun como se sentía cuando lo miraba.
—No quiero salir, lo más seguro tú también me tienes asco, por eso quieres usar un condón. ¿Es por los rumores? —balbuceó entre sollozos.
—Si te tuviera asco no te habría besado cada parte de tu cuerpo como si fuese un delicioso caramelo de fresa. Aparte debería estar normalizado tener sexo con protección. Es mas higiénico. Si no lo uso, será todo un jodido problema lavarte por dentro. Y los rumores son solo rumores, no creeré nada que no me confirmes tú. Sal bebé. Si supieras lo que pienso de ti cada vez que te miró, créeme él que daría un poco de asco sería yo, porque no son cosas nada puritanas corazón, tú me atraes como nunca nadie me había atraído antes.—dijo con su voz melodiosa a través de la puerta.
Con un poco de sonrojo en su rostro, buscó un paquete de condones y un lubricante que había comprado antes de invitar al peli negro. Yeonjun inmediatamente abrió la puerta y salto hacia los brazos del chico de las telas. Hundió su cabeza en el pecho del más alto y se dejó acariciar tan dulcemente. Esas caricias tan delicadas, tan correctas lo estaban llevaron a otro lugar, un lugar que jamás imagino. YeonJun al fin estaba sintiendo placer sexual por primera vez en toda su vida. Y es que el pelinegro era tan bueno, que el pelirosa ya no podía evitar pensar que era un sueño. Alguien tan bueno como Hueningkai no podía ser real.
—Oh, quiero hacerlo otra vez.—Susurró el peligrosa mientras estaba recostado en el pecho del pelinegro y jugaba con los pelitos del pecho de su amante.
—¿No te sientes incómodo? —dijo acariciando las nalgas del pelirosa.
—Para nada. aunque estoy un poco sensible porque eres algo grande, no me importaría tenerte nuevamente. —susurró un poco ansioso.
—Créeme que no te gustara si lo hacemos nuevamente. Te va a doler. Yo no quiero lastimarte. —dijo besando el cabello del pelirosa.
—¿Y tú como sabes si me dolerá o no? es mi culo no el tuyo. —chilló con un puchero.
—Lo se porque otros chicos con los que he estado se han puestos ansiosos por más y luego se andan quejando del dolor. —dijo un poco apenado por hablar de otras personas.
—Yo... —Yeonjun se sonrojó un poco celoso e infló las mejillas al pensar que era igual que los ex-amantes del hombre con el que acababa de compartir la cama.
—Además esta no será la última vez que lo hagamos ¿verdad dulce algodón de azúcar? —susurró melosamente bajando un poco su cabeza para besar con dulzura los labios del mayor.
—Obvio no...—dijo suspirando, porque en realidad en sus planes solo estaba una noche. Solo que luego de acostarse con el pelinegro cambio mucho de opinión. No quería solo una noche, quería muchas noches para sentirse amado. Porque si, se sintió muy adorado.
—Pues vamos a dormir un poco y listo. -—Dijo tratando de pensar en algo que bajara su excitación.
—Sabes... no puedo dormir sintiendo esa cosa parada tuya. —dijo el de labios redondo bajando su mano hasta la erección del más alto.
—Perdón es que te deseo mucho pero no quiero lastimarte. Tuviste suficiente de mí. —Hueningkai en realidad se estaba esforzando en no follárselo nuevamente.
—Puedo ayudarte con mis labios si quieres. —dijo bajando su cuerpo hasta la entrepierna del pelinegro.
—Buena idea, dulce algodón de azúcar. —dijo acariciando el cabello de Yeonjun. Al pelirosa le estaba empezando a gustar mucho ese apodo.
¿Dulce algodón de azúcar?
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N/A: el próximo capítulo es el final.
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Dulce Algodón De Azúcar [ KaiJun ]
FanfictionYeonJun realmente no entiende la manera en la que Hueningkai lo mira. Sólo sabe que esta un poco loco por ese chico que se lo come con la mirada y está agradecido de haber hecho esa apuesta con su amigo Soobin. Advertencia (Leer bajo su propia respo...