9 de Marzo de 2013, 6:45 am:
-Alina, es nuestro primer día de clases, levántate linda. -Escuché que Petter había entrado y me llamaba para luego irse de mi habitación, me giré para sentarme al borde mi cama y dejar que mi mente se aclarara un poco, no sería un día fácil para mí ya que no suelo hacer amigos en los primeros días de clases y eso era un punto en contra, me paré y caminé descalza hasta el baño que se encontraba en el pasillo de la casa pegado a la habitación de mi hermano, me dÍ una ducha para luego vestirme con el uniforme del colegio, que consistía en una camisa blanca, pollera verde a cuadros, medias blancas y zapatos negros, no me agradaba el uniforme, para nada y creo que empecé a odiarlo el día de hoy. Bajé de inmediato cuando escuché que Petter me llamaba indicándome que se nos hacía tarde, era un exagerado, apenas si eran las siete y media, el horario que tenía en manos me decía que mi primera clase de Biología iniciaba a las ocho en punto, papá nos prestó su Chevrolet celta para ahorrarnos el trabajo de caminar unas 6 cuadras y se lo agradecía profundamente, mis piernas tampoco estaban de humor hoy. La secundaría en la que ahora estudiaría no era demasiado pequeña como lo imaginaba pero tampoco era muy grande simplemente era de un tamaño normal, pero con unas galerías enormes, Petter me habló acerca de que estuvo investigando sobre este instituto y que parecía tener una buena enseñanza. Todos aquí nos miraban extraño y no es que me molestara pero si incomodaba bastante, mi hermano pasó su brazo por mi hombro para que me sintiera segura y no como un bichito raro al que ahora todos llamaban "la nueva"-
-No sé dónde está el salón de Historia pero lo encontraré pronto, ¿qué tienes tu Alina? -Preguntó sacándome de mis pensamientos, él esperaba a mi respuesta ansioso por que le diga que compartíamos la clase-
-Biología -Sonreí a medias- tampoco sé dónde se encuentra el salón -El rió-
-Supongo que tendremos que hablar con el director -Asentí. Después de pasar el gran pasillo lleno de personas dimos con la oficina del director que fácilmente se podría encontrar ya que en la puerta había un gran cartel en el cual se encontraba su nombre "Director Clouton Skipp". Toqué débilmente unas tres veces y una voz desde adentro se hizo escuchar con un "Adelante, pueden pasar", abrí la manija y entramos tímidamente encontrándonos con un señor ya de edad avanzada, unos 70 años quizás, de cabeza blanca y unos ojos grises que parecieron haber perdido el brillo tras los años.
-Oh ustedes son los hermanos Keyle, no me equivoco ¿Verdad? -Dijo con una voz temblorosa y una sonrisa en su cara-
-No señor Skipp, ella es mi hermana Alina y yo soy Petter, es un gusto conocerlo -Dijo Petter para luego estrechar la mano del director, sé que estaba tratando de sonar amable o quizás queriendo impresionar con su cortesía, no me sorprendía que mi hermano actuara de esa forma ya que siempre el fue una persona respetuosa con quien fuera que tratara y eso era algo que yo no tenía pero que admiraba de Petter.-
-Muy bien, pues sean muy bienvenidos al "Norwest Christian College", espero que les vaya muy bien aquí desde ahora, estaré siempre que me necesiten, algún problema o una duda pueden contar conmigo -se agachó un poco hasta abrir uno de los cajones de su escritorio y sacar varias cosas- estos son los horarios mas especificados que el que presenta la página, las llaves de sus casilleros y las reglas que deben de cumplir -Agarramos todo lo que nos ofreció y Petter le sonrió con amabilidad- sepan que cada una de esas reglas debe ser respetadas y si lo hacen todo marchará a la perfección.
-Muchas gracias señor Skipp, ¡hasta pronto! -Nos despedimos del director y salimos con apuro para no perder nuestras primeras clases. Petter me dio un beso en la mejilla y se fue caminando por otro pasillo, el que llevaba a una segunda planta donde supuestamente se encontraba el salón de Historia, iba de camino al salón de Biología y pasé por los baños cuando unos gritos hicieron que parara-
-¡Me tienes completamente harto!
-¡Pues bien! ¿Sabes qué? terminamos, ya puedes andar tranquilo con tus putas, imbécil. -Gritó una voz femenina para que luego saliera una rubia de estatura baja y cerrará con brusquedad la puerta del baño de mujeres, parecía bastante enojada, su mirada lo decía todo y ni siquiera se dio cuenta de que me encontraba escuchando la conversación, no sabía que es lo que había sucedido pero tampoco me interesaba saberlo o tal vez un poco sí, me encogí de hombros y seguí mi camino hacia mi clase.
Agh, primer día de clases y ya odiaba Biología, la profesora Gaviria al parecer se ha despertado con un humor de mierda y decidió agarrárselas conmigo, no tenía la culpa de lo que fuese que le haya ocurrido pero no tenía derecho de tratarme de la manera en la que lo hizo, está bien, puede que haya llegado unos minutos tardes pero tampoco eran la gran cosa, solo fueron dos estúpidos minutos y me regañaba como si me hubiese escapado. Al haber empezado la clase me ubicaron al lado de la misma chica rubia que estaba gritando en los baños, no era para nada molesta o irritante como suponía que lo sería, era todo lo contrario, amable, dulce y no voy a decir que es fea porque estaría mintiendo. Ella se presentó con amabilidad justo cuando estábamos saliendo en busca de nuestro almuerzo.
-Mi nombre es Amber Clegg. -Extendió su mano, yo la acepté con gusto-
-Lindo nombre, yo me llamo Alina, Alina Keyle.
-Así que ¿nueva eh? -Me preguntó sonriendo justo cuando cruzamos la puerta del comedor-
-Si, como cada año.
-¿Cada año? -Frunció su ceño-
-Nos mudamos cada año -Me encogí de hombros- aún no me acostumbro, sigue siendo incómodo y horrible como siempre. -No sabía la razón del porque le estaba contando mis cosas a Amber, pero había algo en ella que me transmitía confianza, no siempre fui un libro abierto con todos pero desde la muerte de mamá fuí perdiéndole confianza a las personas excepto a Petter y George porque sabía que ellos no me traicionarían de ninguna forma.-
-Oh vaya, eso debe ser... pésimo.
-Lo es. -Después de haber pedido nuestro almuerzo que consistía en un trozo de pollo y ensalada nos sentamos en una mesa lejos de todos o por lo menos de la mayoría, Amber me caía bien y no paraba de hablarme desde que nos sentamos, le gustaban los vestidos y los zapatos y lo sabía porque no ha parado de contarme acerca de las nuevas tendencias de verano, yo solo la miraba hablar y juntaba mis ceños de vez en cuando al no entender demasiado bien el tema, resultaba que Amber podía llegar a ser el tipo de chica amable y dulce pero su punto en contra era que esta chica tenía una voz un tanto irritable, aguda y molesta que se sentía como un pito en tus oídos, totalmente estresante.
ESTÁS LEYENDO
Stuck.|Ashton Irwin|
Romance"Tengo el corazon roto" "Puedo arreglar eso" "Simplemente... no puedes" "Lo intentaré" "Te haré daño" "Entonces correré el riesgo"