Capítulo 4

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Andrea

Me encuentro parada al lado del tipo encapuchado, sostiene el mismo cuchillo de siempre, lentamente se acerca a la chica que esta amarrada, aterrada y sangrando. La detallo bien y parece ser de mi edad.

El hombre hunde el cuchillo en el abdomen de la chica haciendo gritar de dolor y por último le corta el cuello, quitándole la vida en un horrible sufrimiento.

*Despierto*

Aterrada, trato de tomar aire para calmarme. Todos los recuerdos de esa pesadilla me llegan a la mente, la sangre, los gritos de dolor de esas personas inocentes, la forma en que son asesinadas y el tipo encapuchado, ¿Acaso ese tipo no siente nada cuando las mata?.

Debe disfrutarlo...

Veo a mi alrededor y estoy en mi habitación, ya es de mañana. Me levanto con la mentalidad de que no me sucede nada y empiezo mi día.

-Buenos días mamá -Digo entrando a la cocina-.

-Buenos días hija -Responde ella-. ¿Dormiste bien?

Me quedo paralizada con esa pregunta.

-Mmm ¿Si? -Digo dudosa, los recuerdos de esas pesadillas me vienen a la mente-. ¡Claro!

-Que gusto hija -Responde tranquila-. Ten, tú desayuno.

-Panqueques y jugó de naranja. Gracias mamá- Le lanzo un beso.

-De nada mi amor- Responde haciendo lo mismo.

-Mamá, ¿has estado limpiado mi cierto últimamente? -Digo mientras le doy un mordisco a mi panqueques-.

-No hija -Voltea a verme-. ¿Porque lo preguntas?

-Desde hace días no encuentro algunas de mi cosas.

-Bueno hija -Vuelve a lo que estaba haciendo-. Te sugiero que órdenes tú cuarto.

-¿Me estas diciendo desordenada? -Digo fingiendo estar ofendida-.

-¡Si! -Responde rápido.

-¡JA JA JA! Que gracioso mamá.

Termino mi desayuno y decido subir a mi habitación.

Antes de entrar le hago un vistazo a todo su alrededor. Y si, está muy desordenada, lo que más sobre sale de ese desorden es el montón de ropa sucia que tengo en una esquina de la habitación.

Me pongo arreglar mi cuarto y lo primero que hago es tomar el montón de ropa sucia y llevarla a lavar. Pero cuando la levanto cae un pequeño libro.

-Con que ahí estabas escondido -Era mi diario-.

ANDREADonde viven las historias. Descúbrelo ahora