Dreams ✱ BKTD

✱| TWO: La bruma del atardecer.

Luego de desayunar y apagar el celular al fin se dedicó a pasear por el pueblo por los quiscos que rodeaban el pueblo y donde los músicos se paraban a tocar los instrumentos para que la gente bailara, así como le describió Inasa todas la calles empedradas con casas de ladrillo daba la alusión de estar en el siglo pasado, pero con las ventajas de la tecnología había tantos parques y sabía que había un cenote a unos cuantos kilómetros fuera del pueblo, no estaría mal ir un día. Se paseó por la plaza donde se colocaría la feria del libro anual en tan solo unos días y se encargó de retratar todo lo que pudo de los arreglos del pueblo al tener más visitantes que el año anterior.

Un hombre vendía y soplaba burbujas para los niños que hacían berrinches a sus padres para obtener uno y así jugar entre las calles y bajo los balcones de algunas casas.

Shouto sonrió dejando caer su cabeza hacía atrás para apreciar las pocas nubes que surcaban el cielo, el lugar de verdad era hermoso. Tan lleno de vitalidad y paz.

—Creo que es hora de volver... —Comentó para sí caminando de vuelta a la casa de Yoarashi, la gente era extremadamente amable como sí supieran que era un turista porque le hablaban con tanto respeto al saludarlo que Shouto se desconcertaba.

Caminó entre las calles solo deteniéndose para escuchar un poco de la historia que un hombre mayor contaba a los niños y seguramente a un grupo de turistas.

—...El joven indescriptible concedió un deseo a la gente del pueblo y fue que todo lo que soñaran con tanto anhelo se haría realidad... —Shouto notó como el hombre le dio un vistazo y sonrió para seguir contando— todas las personas que pasen por este pueblo tendrán lo que anhelan.

—Disculpe —Le llamó una joven entre la multitud— ¿esto también tiene que ver con los rumores de los deseos pedidos a las estrellas fugaces y a la orilla del océano y tal vez el más reciente de las flores del cerezo...? —El hombre le dio una mirada amable.

—Todos mis ancestros dijeron que el joven fue el verdadero milagro porque el creó la leyenda y la hizo verdad, al igual que las muchas que hay en todo el mundo, como el manantial de las estrellas en Inglaterra, el jardín de las flores en Japón como nuestro pequeño pueblo en México —La chica y muchos asintieron, Shouto se limitó a escuchar—. Sé que hay más, mis nietos se han encargado de contarme sobre ellos a través de esas cosas en redes sociales o algo así dice mi hija. —Se rió compartiendo su pensamiento con todos los jóvenes—. Cuando un deseo viene del corazón no importa de qué manera sea se hará realidad.

Un rato más escuchando sobre los rumores que se hicieron verdad y Shouto tal vez pensó en visitar todos, sí el pueblo de los sueños no funcionaba, podía investigar sobre los demás rumores que había a ver si alguno lograba saber qué es lo que más deseaba su corazón, porque él sinceramente todavía no lo sabía, ¿era un descanso? O ¿su libertad?

Sea lo que sea quería que su corazón él estaría ansioso por dejarse hacer.

Al llegar a casa Camie lo recibió con una sonrisa y un olor tan exquisito que casi babeó desde la entrada.

—¿Cómo te fue en tu paseo? —Cuestionó ella.

—Bien, me quedé escuchando varias historias de los residentes —Comentó, ella sonrió, Shouto se sentó en la mesa que ya estaba puesta agradeciendo la amabilidad— mucha gente me preguntó si mi cabello era real o era yo siendo rebelde. —Camie se rió junto a él.

—Seguro que muchas chicas preguntaron tu nombre —Él no respondió porque era verdad de camino a casa chicas y chicos se acercaron a pedir hasta su número, pero él con la educación que tenía rechazó todas—. Lo sabía, le dije a Yoarashi que un chico lindo como tú sería la presa de las jóvenes quedadas —Comentó, Todoroki no dijo nada—, los turistas siempre son los más llamativos y tú, chico, eres hermoso, el rumor de un chico guapo se correrá como la pólvora. —Aseguró, Todoroki no hizo más que resignarse y jugar con el mantel blanco y un vaso trasparente con dibujos hechos a mano de flores, artesanías del pueblo.