Golpe de suerte

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Jack y Hunter empezaron a atacar simultaniamente a Abraxas, sincronizando sus atacas con la sombra de una sonrisa en sus rostros.
Abraxas por su lado esquivaba los atacas de los chicos, cada vez con mas dificultad, soltando alaridos de dolor cada vez que una ataque le acertaba.

-¡ARRIBA! -Dijo Jack mientras corría hacia Hunter-.
Él se giro hacia Jack, lanzándole  hacia arriba con un suave movimiento, para que el peliblanco, formase una explosión de hielo que empujo a Abraxas a la pared.
Jack descendiendo junto con Hunter y con cuidado se dirigieron al desmayado Abraxas.

-¿Crees que sigue vivo? -Pregunto Hunter apoyando su espada en su hombro.

-¿Los dioses pueden morir? -Le respondió, con una pregunta Jack- De todos modos mi ataque no fue tan fuerte.

Jack y Hunter se acercaron con cautela a Abraxas, un silencio atronador se extendió por la amplia sala interrumpido por los cortos pasos de estos dos chicos.

Los chicos se pararon enfrente del cuerpo de su enemigo, cuando esté empezó a descomponerse formando una masa marrón.

-Mierda, no era él -exclamo molesto Hunter-.

-¿Que es lo que acaba de pasar? -pregunto Jack asombrado por lo que había visto-

-Era un Avatar, acabamos de matar a la marioneta de un demonio -dijo Hunter mientras guardaba su espada en la vaina- Recuerda que dijo que se había apoderado del cuerpo de Eiden, lo más seguro es que lo poseyó y le absorbió la energía. Él se volvía más fuerte, mientras que Eiden poco a poco se iba agotando convirtiéndose en una cáscara vacía.

-Jack resopló ante la explicación de su amigo- Va a ser muy gracioso contarle a Musa todo esto. ¡Ahg! De todas formas salgamos de aquí, tenemos que ir con ellos.

Ambos chicos se giraron con la intención de marcharse, cuando una llama con un rostro demoníaco apareció en el sitio donde el cuerpo de Eiden se descompuso.

-Un último regalo -dijo con una ronca voz, dicho rostro-

Y tras esas inocentes palabras, el taller de Norte explotó devastando todo a su paso.

                                ❄️
Musa se encontraba triste, enfadada y con ganas de matar a la primera persona que viese, a y sobre todo se encontraba encerrada.

Hada al sacarla sin explicación alguna del taller de Norte, y al no tener tiempo de explicarle lo que estaba pasando la dejo en lo alto de una de las jaulas de su palacio sin forma alguna de bajar.

-¡HADA BAJAME YA! -Grito de nuevo la pelirroja, encontradose con un espeso silencio como respuesta-

Ya harta de gritar, se sentó en la jaula evitando caerse, y respiro profundamente intentando encontrar alguna explicación a lo que acababa de pasar.
Hace diez minutos se encontraba lanzando bolas de fuego a una diana, y sin previo aviso Sandy y Hada la agarraron de los brazos y la metieron en hoyo que había aparecido como harté de magia en el suelo y apareció en caída libre en este palacio, aterrizando en esta jaula.

-Espero que Jack este bien -susurro abrazando sus piernas-

-Oh seguro que está bien, ese crió es más resistente de lo que parece -dijo una sombra detrás de Musa-

Musa dio un brinco, tras la sorpresa de una voz desconocida.

-¿Quien eres? -Pregunto en un tono apresurado-.

-El rey de las tinieblas, el coco, príncipe de la noche, tengo muchos nombres -dijo esa sombra con una sonrisa- Pero me puedes llamar Pitch.

-¿De que conoces a Jack? -Pregunto Musa, apoyando su espalda a la jaula en la que se encontraba sentada-.

-Es una larga historia, al principio no me importaba, luego quise que se uniera a mi para poder dominar el mundo y después intenté matarlo -dijo Pitch en un tono completamente calmado, como si de alguna manera todo aquello fuese normal-.

Tras sus palabras Musa quiso de alejarse de se extrañó hombre, y él al ver las intenciones de la chica, levanto las manos intentando calmarla.

-Tranquilizate no he venido hacerte daño, ni a ti ni a nadie -dijo con una sonrisa algo tetrica-

-¿Ahora eres bueno? ¿Después de haber intentado matar a Jack? El te evangelizó o algo por el estilo -dijo Musa arqueando levemente una ceja-

-¿Bueno? ¿Yo?, Ni mucho menos querida, sigo deseando extender miedo y pánico a todas las personas de este asqueroso planeta, para poder dominarlos y convertirme en el ser más poderoso jamás existido -dijo colocándose encima de la jaula y sonriendo imaginando sus más inquietantes deseos-

La sonrisa de Pitch se ensombreció tras sus palabras y se volvió a sentar en la jaula.

-Pero si no hay mundo, no hay nada que dominar -dijo en una actitud agotada-

Musa sonrió ante los estados bipolares del espíritu.

-¿Entonces quieres que te baje? -Pregunto observando el rostro de la pelirroja-

-¿Puedes hacerlo? -dijo Musa recobrando los animos- .

Pitch se levantó y extendió su mano para que Musa lo tomase. Ella sin dudarlo agarro la mano del coco y ambos saltaron de la jaula.

Jack Frost Y La Ninfa De FuegoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora