Las aventuras yuri de Lucy y Erza 3

Lucy x Brandish

Durante la misión de 100 años que realizaba el grupo más fuerte del gremio y en una parada tras enfrentarse a Aldoron pensaban a que dragón ir a continuación; ya que quedaban tres. Durante su lucha contra Aldoron, el equipo tuvo un encuentro con Brandish en su búsqueda de encontrar la llave de Acuario. La peliverde decidió ayudar al equipo en su lucha, con la única condición de que Lucy le cediera la llave de Acuario.

-Ya veremos eso-dijo Lucy.

Brandish hizo un amago de irse y Lucy se puso nerviosa mostrando un leve sonrojo. Brandish se sonrojó también y evitó mirar más a Lucy. Esa noche, mientras Lucy dormía, Brandish se acercó a ella y la estuvo mirando por unos minutos, desde que se separaron tras su conflicto con el Imperio Alvarez, la peliverde no volvió a ver a Lucy y ahora que la ha vuelto a ver, no quiere irse sin más. A decir verdad, la condición que le dio Brandish no fue lo único por lo que ella quiso ayudar, sino también para estar más cerca de ella.

Por su lado, Lucy se enteró por algunos libros de su familia que su madre y la madre de Brandish tuvieron una pequeña aventura lésbica a espaldas de Jude y planeaban fugarse juntas, pero Layla cayó enferma antes de que eso pasara. Lucy pensó entones que si volvía a ver a Brandish, la preguntaría si sabe eso y si por un casual, le gustan las mujeres.

Tras vencer a Aldoron, Lucy y su equipo fueron al siguiente destino acompañados por Brandish desde lejos. A los demás les dijo que solo estaría con ellos hasta tener la llave de Acuario.

Lucy sabía que Brandish ocultaba algo, así que, esa noche mientras ella hacía guardia, la rubia se acercó a ella para hablar.

-¿Qué quieres?

-Tú no me engañas Brandish, sé que ocultas algo.

-¿A...ah, si?-titubeó la peliverde-¿Qu...qué yo oculto algo?

-Brandish, que no soy tonta.

-¿Ta...tanto se me nota?

-¿Hay algo más aparte de lo que dijiste sobre la llave de Acuario?

Brandish dio un suspiro y miró a la rubia, quién se sonrojó un poco, Brandish también tuvo un pequeño rubor en las mejillas.

-O...oye Brandish, a ti...¿te gustan las mujeres?

Lucy lanzó la pregunta muy directa, tapándose la boca enseguida y disculpándose.

-Di...discúlpame-titubeó Lucy.

-No importa-dijo Brandish feliz-Si me gustan las mujeres, soy lesbiana desde hace poco tiempo.

-Ah, muy bien y...¿ya tienes a alguien que te gusta?

-Pu...pues si, pero aún no sé como decírselo.

Ambas enmudecieron de repente y desviaron la mirada. Lucy no dijo nada más y relevó a Brandish con la guardia para que ella descansara.

Pero ninguna de las dos logró pegar ojo, porqué no dejaron de pensar en la otra, así que, Lucy no pudo rendir bien en la misión de hoy.

Brandish pensó que igual era culpa suya y ahora se sentía fatal, por culpa de sus inseguridades ha hecho fallar a la persona que ama.

-Me siento muy mal-pensó ella-No puedo dejar de pensar en ella, y pienso que igual he cometido un error dejándola despierta tanto tiempo. Hablaré con ella cuando las cosas se tranquilicen.

Pero Lucy fue más rápida y fue la que inició la conversación.

-Brandish, ¿podemos hablar?

-S...si...-titubeó la peliverde-De...de hecho yo también quería hablar contigo.

Las dos se sentaron en un banco cercano y se volvieron a quedar calladas, a este paso, Brandish nunca conseguiría confesarse a la chica que le gusta.

-Brandish-se animó a hablar Lucy-Hay algo que debería contarte sobre nuestras madres.

-¿Lo sabe?-preguntó Brandish-Bueno, era de esperar, Layla estaba muy apegada a ella y lo pudo haber descubierto.

-V...verás quería decirte que mi madre y la tuya...

-Se enamoraron y se iban a fugar juntas-concluyó Brandish.

Lucy se sobresaltó y casi se cayó del banco, por suerte, la peliverde la cogió a tiempo.

-Perdóname Lucy, no...no debería habértelo dicho.

-Te lo habrá dicho tu madre, supongo. Está bien, si lo sabes no hay nada más que ocultarte.

-Si tan solo nos hubiéramos conocido en otras circunstancias...

-Somos amigas, ¿no? Sabes que ya puedes confiar en mi.

Brandish miró a la rubia a los ojos y las dos se dieron un pequeño y tierno beso en los labios. Cuando las dos se dieron cuenta, se retiraron rápidamente totalmente sonrojadas.

-Pe...perdóname, no...no sé que me ha pasado.

-No...no importa-balbuceó Lucy.

Brandish estaba a punto de irse, pero Lucy la paró cogiéndola de la mano.

-Brandish...toma...

Lucy le puso la llave de Acuario en la mano de Brandish y ésta se llevó una grata sorpresa.

-E...esto es...

-Si-dijo Lucy-Es la llave de Acuario, la encontré el otro día. Toma, te la regalo.

-No puedo aceptarla, no así...

-Le pertenecía a tu madre al inicio, luego me legada a mi madre y de ella a mi. Debes quedártela. Bueno, si ya estás satisfecha, puedes irte, si esto era tu motivo para ayudarnos, ya la tienes.

Brandish no podía quitarle la llave de Acuario a Lucy estando en ese estado. Brandish trató de mostrarle una sonrisa diciendo.

-Lucy, no puedo quedarme con la llave si vas a estar triste el resto de tu vida.

A pesar de estar sonriendo, Brandish tenía varias lágrimas en su rostro, si se iba ahora, no se lo perdonaría en la vida.

-Lucy, las dos queremos tener la llave. ¿Me permitirías quedarme a tu lado?

Esta última pregunta sorprendió a Lucy, pero también la contestó con una sonrisa.

-Si quieres...

Brandish tomó aire y gritó a pleno pulmón:

-¡TE AMO, LUCY! ¡Quédate conmigo para siempre!

Lucy no tardó en responder.

-Si Brandish, quédate conmigo porqué yo también te amo.

-¿Lo dices en serio?

-Si-contestó Lucy secando las lágrimas de Brandish-Me gustas desde el momento que te fuiste y descubrí el secreto de mi madre. Cuando acabemos esta misión, ¿te gustaría irte a vivir conmigo?

-Claro que quiero, Lucy. Oye...

-Dime.

-¿Podría, podría besarte otra vez?

-Ni lo preguntes...-dijo la rubia.

Esta vez, fue Lucy la que besó a Brandish y las dos no podrían ser más felices. Brandish se separó del grupo y prometió volver a ver a Lucy en cuanto acabe esta misión y empezar su vida conjunta en pareja.