•Tu esposo, Wang Yibo•

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—Levanta la cabeza, tienes que caminar con más precisión, con gracia y estilo, eres el dueño de un emporio de joyerías y no puedes bajar la vista al suelo, demuestra tu superioridad, tu masculinidad— allí estaba su copia recriminando su forma de caminar.

Aguantaba las humillaciones del hombre idéntico a él, solo por su madre, solo por ella y nadie más.

—Los hombros en una posición de firmes y la mirada fría— Zheng meticulosamente se fijaba en su forma de caminar de Zhan, una y otra vez le decía como debía caminar y comportarse para que las personas creyeran que todo era normal.

Zhan tenía dos días bajo las órdenes de Zheng y el idiota de Dao Zu, y en esos dos días había aprendido a utilizar muy bien los cubiertos, a sentarse de manera decente en una mesa, a hablar de manera correcta y por último estaba practicando para adaptarse al comportamiento frío y despota del hombre calculador que es Zheng.

—Muy bien, solo endereza un poco más tu postura— sonrió el magnate hombre de negocios.

Pasados unos minutos, Zheng saco dos celulares iguales e invito a Zhan a sentarse frente a él mientras Dao ordenaba al servio a cuarto una tetera con té caliente.

—Esto es para ti— le dió uno de los celulares —Te daré todos los números que necesitarás incluído el de mi esposo, más tarde texteas con él y le dices que se extravió tu celular. Desde ahora dejaras de ser Chen Zhan y te convertirás en Xiao Zheng.

Hasta su aspecto habían cambiado ese par de demonios a uno parecido, si ambos clones salían a la calle las personas los confundirían inmediatamente, pero si eran personas que se fijaban en los detalles se darían cuenta que la diferencia se encuentra en los lunares de ambos jóvenes.

—Como te dije tendrás todo lo que quieras y necesites, pero eso sí, te juro que si le llegas a poner una mano encima a mi esposo... Te mato— entrecerró los ojos y Zhan entendió a lo que se refería —Bo es un hombre especial y no quiero que tengan relaciones íntimas.

—Por eso no se preocupe, yo no soy gay.

—Sin embargo lo tendrás que besar para las apariencias, solo tienes permitido ese tipo de contacto con mi esposo, fuera de ello evita estar cerca de él.

—Lo leí en el contrato de manera clara y precisa, no tiene porque preocuparse— respondió Zhan con un toque de indiferencia.

—Al parecer vas aprendiendo muy rápido y que bueno, porque mañana sales en un avión privado a Shanghai y desde el momento en que pongas un pie en Shanghai tendrás que lidiar con todas las personas a tu alrededor. Un hombre de mi total confianza te recibirá y te asesorará— explicó claramente.

—Bien, me parece correcto, necesitaba un asesor para que me guíe con lo de las joyerías, anoche aprendí a firmar igual que usted— suspiro.

Zheng sonrió —Ahora hablaremos de los empleados, socios y personas que viven en mi mansión— tomo una carpeta negra que estaba a un lado, en el interior de esa carpeta había múltiples fotografías —Él— señalo al hombre de la fotografía —Es Wang Yibo, mi esposo que ahora será tu esposo de apariencia.

Zhan observó la fotografía detalladamente, y no evito compararla con las fotografías digitales que había visto del mismo hombre por internet.

—Ella es mi madre, la señora Xiao An— le dió a Zhan la foto de una mujer que se parecía a ambos —A ella deberás tratarla como al mismo pétalo de una rosa, es mi madre y siempre he querido lo mejor para ella.

Luego siguieron más fotografías de empleados y por último de la mansión en conjunto con todos los pasillos y puertas.
Zheng entrego cada fotografía con una descripción al reverso.

»Las dos caras del amor« 𝓩𝓱𝓪𝓷𝓨𝓲Donde viven las historias. Descúbrelo ahora