𝒟ℯ𝒶𝓇 ℬ𝓇ℴ𝓉𝒽ℯ𝓇 •| Isᴀᴀᴄ Lᴀʜᴇʏ x ____ |•

[1] - ''Odio''

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Querido hermano:

Quizá me odies y por eso no respondas mis mensajes, aún que no sepa la razón del por que tienes ese sentimiento hacía mi, no te odio, ni mucho menos... Aún así no podemos evitar lo inevitable.

Papá ya no puede cuidarme así que voy camino a Beacon Hills.

Con amor, ____.

[...]

—¡MALDITA SEA!

Scott Mccall, un chico de 17 años, su padre y madre están separados desde hace bastantes años, pero eso lo tenía sin cuidado alguno.

Lo que no podía soportar era estar lejos de su hermana, y mucho menos podría seguir con la farsa que llevaba desde hace casi 2 años.

—¡TODO ES TU MALDITA CULPA DERECK!

El azabache se encontraba en debate constante consigo mismo, desde que Dereck Hale llegó a su vida todo se fue en picada.

Su relación con su madre, se volvió en constantes castigos e interrogatorios. Su vida social se fue por el caño. Su relación con Allison Argent en la que no había la suficiente confianza, siempre se veía corrompida por asuntos lobunos. Y la relación a distancia hermano-hermana que tenía con su melliza se transformó en un mensaje por día por parte de ella. Y ahora, para terminar de joder, esta misma chica hiba hacía Beacon Hills a vivir con el y su madre.

Eso hacía más difícil mantenerse alejado de ella.

—Solo sigue fingiendo que la odias.

Dereck Hale, conocido por ser frío y distante. Muy aparte esta su casa calcinada.

—Lo dices así de fácil por que no la conoces. Créeme cuando te digo que simplemente no la puedes odiar.

Scott siempre ha tenido una admiración y un amor inmenso hacía ____, no solo por que era su hermana, si no por que la chica Mccall tenía un corazón de oro, el simple hecho de cruzar algunas palabras con ella te alegraba el día, ya que la chica siempre transmitía eso a las personas, felicidad.

Mccall se pasaba constantemente las manos por su cabello en signo de frustración. Le frustraba que su vida diera un giro de 180° pasando de ser un chico con asma en la banca, a el chico popular que es capitán de Lacrosse, no era tan bueno como sonaba, ya que el no pidió esto, solo sucedió un día en el bosque después de una mordida de "lobo de montaña", que en realidad resulto ser algo más que eso.

Ahora el chico ya lleva algunos meses con su "regalo" activo y aún un poco descontrolado. El chico no podía controlarse en luna llena del todo y temía dañar a sus seres queridos.

Esto último lo llevó a tomar una dura y muy dolorosa decisión.

Ignorar a su melliza.

—No puedes ocultarlo por siempre, Scott.

Dereck, aunque con su fachada aparentaba frialdad y desinterés, le había tomado cariño al beta, ya que no solo le ayudó en varias ocasiones, si no que también, aunque fuera un hombre lobo, seguía conservando bastante de su humanida, lo cual envidiaba un poco el alfa.