d o s

1.4K 200 45
                                    



Con el sol pegando en su dirección, Chanyeol disfrutaba de la bonita vista que le regalaba aquel amanecer. Ve con adoración a  Kyungsoo aun dormido, desde sus tupidas cejas, sus ojos cerrados con la sombra de las largas pestañas y sus rechonchos labios levemente abiertos de los que salían bajos ronquidos. Una de sus actividades favoritas desde que Kyungsoo se mudo a su departamento, exactamente hace dos semanas atrás.


El closet ahora estaba lleno de la ropa de ambos, la nevera se llenaba de comida hasta casi reventar al igual que las alacenas y en el baño ya había mas productos de limpieza. Pero su cambio favorito era sin duda el delicioso aroma en las almohadas y sabanas que dejaba impregnado su novio, una deliciosa fragancia a fresas y miel.


Ahora solo podía ver lo hermosos que era su chico, desde el primer segundo en que se despierta se queda observándolo, aguantando parte de su peso en unos de sus brazos mientras acaricia la cabellera castaña del bello durmiente. Aquello duraba poco, tan solo cinco minutos antes de que la escandalosa alarma en el celular de Kyungsoo sonara y este despierte. Justo como en este preciso momento.


Kyungsoo restriega primero sus ojos con ambas manos, para después estirar los brazos y piernas, sentándose mientras intenta enfocar su mirada, bostezando después y frunciendo el ceño después de sentir su mal olor mañanero.


—Buenos días, cariño— Chanyeol dice, colocando los lentes con cuidado para que el castaño pueda ver. Se le nota aun dormido y eso le hace sonreír.


 —Buenos días, Chanyeol— Kyungsoo acomoda los lentes sobre el puente de su nariz, pero vuelven a caer cuando los labios del contrario se estampas con los propios— ¡Oye, aun no me lavo los dientes!— le regaña.


—Soy Channie, no Chanyeol— Un puchero en sus labios se forman provocando que Kyungsoo bufe— O si prefiere puedes llamarme Amor, Cariño, Amorcito, Daddy.


Kyungsoo le suelta un manotazo, haciendo reir al pelinegro, pero este pronto lo deja de hacer cuando ve que el bajito se quita las sabanas de encima. Señal de que se ira a arreglar para ir a trabajar.


Como un buen niño grande consentido, Chanyeol se inclina hacia adelante y lo alcanza a jalar de la pijama, tumbandolo de nuevo en la cama.


—Aun no saludo a mini-Yeollie— dice, sube la playera que usa Soo, dejando ver el vientre ya un poco inflado, señal de que su bebe esta creciendo bien.


Sonriendo un poco, Kyungsoo se deja hacer, disfrutando el también de las suaves caricias que el pelinegro deja en la pequeña protuberancia. Ya estaba por cumplir los dos meses de gestación y su vientres crecía, ademas del tamaño de sus mejillas y el ancho de sus caderas.


Pero todo acto tierno termina cuando Chanyeol comienza a dejar pequeños besos alrededor de su ombligo, bajando hasta el borde de su pantalón.


—Suficiente, tengo que ir a trabajar— se safa del agarre, corriendo hasta el baño a encerrarse para comenzar a asearse. 


—¡Kyungsoo-ah!


Chanyeol lo ve irse, dejándolo tirado en la cama haciendo su pequeño berrinche. Él solo quería darle cariñitos a su bebé.


Sus quejas duran poco cuando ve la hora en su celular, se pone de pie para ir a la cocina y preparar un rico desayuno para que Kyungsoo pueda comer bien antes de ir a trabajar.


Pero como no es muy buen cocinero decido picar un poco de toda la fruta que compraron el fin de semana. Limpia las fresas; sus favoritas por recordarle a su novio, también añade cubitos de sandia, melón, papaya y unas cuantas uvas, a estas les agrega un poco de yogurt griego con granola.  Pone a calentar agua en la estufa y prepara un café para él y un té para Soo, acomoda todo en la mesa para cuatro y lleva como extra el pan que compro el día anterior y que Kyungsoo disfruto de comer la mayoría.


Su novio aparece minutos después de que a terminado, con su cabello húmedo y su ropa de oficina puesta, tan lindo como siempre.


—Siéntate cariño, desayuna antes de irte.


—Se me hace tarde Yeollie, perdón —le da un casto beso al tatuado, sus ojitos tristes por tener que dejar el desayuno que le a preparado.


—¿Olvidas que soy el hijo de tu jefe? — lo toma de la cintura, llevándolo a una de las sillas para que tome asiento— Tienes que comer cariño, mis bebes tienen que estar sanos— lleva un trozo de fruta hasta la boca del castaño, quien la acepta y sonríe.


—Te amo Channie— sus ojitos acuosos lo miran, las hormonas lo ponían demasiado sensible.


—Y yo a ti, Soo— Sonríe enternecido, limpiando las mejillas húmedas para después besar cada una de ellas antes de tomar entre sus labios los contrarios, besando de forma delicada a su novio.  


Ambos comienzan a comer, disfrutando de la compañía del otro, sentado uno a lado del otro sin  dejar de sonreír, aquella nueva etapa les estaba encantando, a pesar de no haber sido prevista no podían pedir nada más. La vida de ambos mejoraba cada vez mas al pasar de los días.


—Por cierto Yeollie, la siguiente semana iremos con mis padres, es el cumpleaños de mamá así que podemos aprovechar a darles la noticia.


Bueno, no todo es felicidad, a veces también es miedo a que tu suegro de degollé por haber embarazado a su pequeño hijo. En el mejor de los casos el señor Do tan solo lo dejaría sin descendencia. 


Mi pobre bebé no tendrá hermanitos


—Cla-aro cariño-o.




















ɴᴀᴛ_ᴊɪ⑦

◈ ━━━━━━━ ⸙ ━━━━━━━ ◈

27.11.20

Muchas gracias por leer, no olviden dejar su bonito voto si les a gustado<3

PROYECTO [ CHANSOO ]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora