Helena P.O.V
Hoy por suerte tengo dos clientes que vienen a terminar tatuajes que habíamos empezado hace un tiempo ya. De unos meses antes, justo en la última internación de Leon. Como explicaba antes mis clientes son súper comprensivos y atentos, saben que si estiro el tiempo para realizar un tatuaje es porque no puedo realmente o porque mi cabeza no está para piezas tan grandes y es mejor esperar para tener los mejores resultados.
Mis amigos, mi única familia aparte de Leon, nos aman tanto que armamos los horarios del local en base a que uno de nosotros siempre puede estar con mi hijo cuidándolo. En el local somos cinco. Betsy de 30 años tatuadora especializada en oriental, es la que hizo mi manga derecha; Enzo su hermano de 28 años también tatuador, él se especializa en old school, escuela de la cual tengo algunos tatuajes en mi pierna derecha. Minerva (es su nombre después de cumplir los 18 años cuando dejo todo su pasado atrás, incluido su nombre), tiene 27 años, la perforadora de la casa, la cual me agarro un par de veces... nariz, lengua, ombligo, orejas, y pezones. El de la lengua me lo saque porque me aburrió, el del ombligo cuando quede embarazada de Leon y no tengo ganas ni tiempo para hacérmelo y cuidarlo de nuevo. Nuestra chiquitina de 20 años Calíope (Calí), la chispita del local, recepcionista, ayudante y diseño web. Y yo con 27 años, no tengo preferencias a la hora de hacer tatuajes siempre que sean buenos diseños y en lo posible con algún significado. Como puedo hacer un tatuaje hiperrealista como puedo hacer algo simple.
Entre todos llevamos un local bastante conocido, todos tenemos clientes propios y que compartimos. Lo que reina es el amor que nos tenemos entre todos como familia, más allá de Betsy y Enzo, ninguno tenemos lazos de sangre pero nos amamos mucho más que si los tuviéramos. Nos fuimos conociendo por circunstancias de la vida, ninguno tenemos otra familia. Tenemos los mismos gustos e intereses, como las modificaciones corporales y nuestro amor por el arte en todas sus formas.
Lo que fomentamos con los clientes es el respeto. Hacia nosotros, a otros clientes, al lugar y al trabajo de arte que se llevan en sus cuerpos que nos lleva horas realizar.
Leon la mayoría del tiempo está conmigo, ya sea si estoy preparando una plantilla o ayudando a Cali con la recepción. Cuando estoy tatuando esta con alguno de los chicos, por lo general con Minerva, su madrina, mi hermana de corazón, que al hacer perforaciones son más rápidas y suele estar desocupada. Todos aman muchísimo a Leon y lo cuidan como un hijo propio, pero con Minerva se aman más allá de lo normal.
Ahora que Leon tiene dos años, camina y se trepa por todos lados, hay que tener mil ojos. El local está más que organizado y nada de nada se deja a la mano, además que mi hijo tiene su propio lugar para quedarse con absoluta tranquilidad con sus juguetes, su piso de goma, una tele, y un sillón muy cómodo para el que lo cuida. Este sector del local fue una sorpresa de los locos de mis amigos.
Tengo un periodo muy irregular, por lo que enterarme que estaba embarazada cuando tenía doce semanas no fue raro. El embarazo vino como una total sorpresa dado que siempre usábamos preservativos con mi pareja, la otra sorpresa del Idiota (así fue bautizado por Enzo) fue que desapareció después de enterarse del embarazo. Literal, salió corriendo a Brasil con un amigote que le ofreció trabajo y casa. Lo último que me dijo fue:
-"Hel... Mira soy muy joven para ser padre, la única chance para que me quede y estemos juntos es que te lo saques..."
No lo dejé ni terminar la frase, en el acto estaba sentado de culo en el piso con la nariz rota. Ni hablar que mi hijo en la partida de nacimiento solo tiene mamá, y así va a seguir. Le dije que para nosotros estaba muerto y esa era la historia que le iba a contar a nuestro hijo, no le importo siempre y cuando no le dé su nombre.
En cuanto el Idiota se perdió de nuestras vidas (gracias al universo por eso) fui a hacerme una ecografía para confirmar de cuanto estaba. Doce semanas confirmadas, y su latido de corazón hermoso, rítmico y perfecto. Llegue ese día al local, que por suerte estaba vacío de clientes, y les conté todo a mis amigos, mi familia. Demás está decir que odian al Idiota y desde el segundo que supieron de Leon prepararon su guardería en una habitación que teníamos libre. Totalmente insonorizada para que la música del local no le moleste, una cuna en ese momento, y todo lo que pueda querer un bebé.
Volviendo al día de hoy, Enzo se llevó a Leon a la plaza por la mañana para que pueda agregarle color a una media manga que estamos terminando con un cliente. Cuando vuelven ya termine con el cliente y estamos hablando con Cali sobre rediseñar la página web del local. Es la hora del almuerzo y hoy me toca a mi cocinar. Estoy libre hasta bien entrada la tarde y además amo cocinar para mi familia. Vamos con Leon a la parte de arriba del local donde está el departamento que comparte Betsy y Enzo. A fuerza de que Leon está comiendo verduras, frutas, carne y pollo estamos acostumbrando a los chicos a comer de todo, y lo que toca hay que comerlo. Lo único que no hay nunca, pero nunca, en el menú son pescados ni mariscos dado que Leon y Cali son súper alérgicos a esas cosas.
A la hora de almorzar el local se cierra y el resto de los chicos suben. Tratamos de siempre comer juntos al mediodía, algo así como una mezcla entre tradición y cábala para que el resto del día nos vaya bien.
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Helena - Tattoo Shift
RomanceHelena trata de llevar una vida tranquila con su hijo y amigos en su local de tatuajes. Lo que no espera es encontrar a sus compañeros, cuando ni siquiera sabia que los tenia. acompáñenme a seguir sus vidas. *Aviso este libro contiene lenguaje fuert...