cap. 3 💕

2.5K 77 8
                                    

Sara: E-eh ss-i gra-gracias

?: ¿Seguro? No pareces encontrarte bien, estas ardiendo.

El chico me puso la mano en la frente para comprobar mi temperatura. Y aunque parece imposible, me puse más roja aun.

Sara: Si si, no te preocupes, son los nervios de la primera vez, nunca había viajado en avión.

?: Bueno vale, soy Mike ¿Y tú?

Sara: Me llamo Sara encantada. Eeh bueno, tengo que volver ya a mi asiento, adiós...

Mike: Hasta otra.

Narra Liv:

Sara venia de hablar con el chico, cosa que yo ya me imaginaba que haría. Sara se sentó en su sitio y no dijo ni una palabra. Yo le entrecerre los ojos esperando una explicación.

Liv: ¿Y bien?

Sara: ¿Y bien qué?

Liv: No se, tú dirás.

Sara: ¿Has visto como me ha cogido? ¡Ha sido tan romántico!

Yo solo reí y seguimos a lo nuestro.

una hora más tarde

Por fin llegamos al aeropuerto de Cambridge. Sara y yo estábamos tan nerviosas que casi se nos olvida recoger las maletas.

Cogimos un taxi que nos llevo al apartamento, donde viviría mi padre, nosotras solo dormiríamos allí esa noche, ya que viviríamos en los apartamentos del instituto. Cuando llegamos al apartamento solo había dos habitaciones, pero daba igual, Sara y yo ya habíamos dormido juntas varias veces.

Como era pronto, solo eran las 5 pm, Sara y yo decidimos salir a conocer la ciudad un poco. Primero fuimos a tomar un helado. Mientras tomábamos los helados, buscábamos un sitio de la ciudad para visitar. Como a Sara y a mi nos gustaba mucho el arte decidimos ir a visitar el museo de Fitzwilliam, que estaba cerca de donde estábamos. Pasamos el resto de la tarde en el museo, y como ya eran las 9 pm, decidimos volver a casa, ya que al día siguiente teníamos instituto. No sabíamos bien el camino, y tampoco queríamos ir solas por la calle, así que cogimos un taxi que nos llevo de vuelta al apartamento.

A mi padre, nada más llegar, le llamaron para que fuera a trabajar, y le dieron el turno de noche, lo cual significaba que dormiríamos solas. A Sara y a mi nos costó mucho dormir por la emoción, nuestro sueño se estaba cumpliendo.

Al día siguiente

Mi padre seguía dormido, ya que había trabajado toda la noche y no queríamos despertarlo. Desayunamos y le dejamos una carta diciéndole que nos íbamos ya. Cogimos las maletas y salimos.

Pedimos un taxi, el cual lo conducía un señor de no más de 50 años. El señor fue muy agradable, nos trató muy bien.

Cuando íbamos más o menos a mitad del camino, un coche casi nos atropella. Seguimos con el camino, y notamos que ese mismo coche que casi nos atropella iba en la misma dirección. Cuando llegamos al instituto, definitivamente nuestro sueño se había hecho realidad, pero todos nos miraban.

CONTINUARA...

The hateful boy (Louis Patridge y tu)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora