Cuándo, dónde y cómo el amor quiera

Capítulo 14: Voy por ti

¡Muevete idiota! ¿O acaso no ves la luz verde? TUUUUU, tuuuu. Pero Regina no reaccionaba ante las protestas de los demás conductores. Todavía seguía procesando cada palabra que le había dicho Emily. Por primera vez no tenía todas las respuestas para su hija. ¿Qué le iba a decir?

-Eeeee...espera...espera Emily – Regina trataba de aparcar su coche a un costado de la calle, este tipo de preguntas deberían estas prohibidas cuando uno maneja, como usar celular o manejar borracha – Pufff – suspira. Respira hondo – a ver, Emily. Tu no puedes andar por la vida eligiendo gente para que sea tu madre – la morena no estaba segura de las palabras que salían de su boca

- Pero... - Emily interrumpía

- No. Espera déjame hablar. Ser madre implica muchas cosas no sólo divertirse como tu te diviertes con Emma. Tu y ella se llevan muy bien lo entiendo, por eso son amigas – explicaba Regina

- Pero mami... ¿tú me quieres? – preguntó la niña

- Si por supuesto, pero... -

- Emma también me quiere... ¿Tú me cuidas? – la mayor asintió – ves. Emma también lo hace –

- Emily cariño, se que te has encariñado mucho con ella, pero no puedes pedirle eso. Algún día ella va a tener su propia familia, sus propios hijos – a Regina se le formaba un nudo en el estomago de solo imaginarse a la rubia armar su vida con otra mujer...

- Y bueno serán mis hermanos entonces – la lógica de la niña era muy acertada.

- Lo siento pequeña, pero no puedes preguntarle eso a Emma, no es correcto – concluyó Regina volviendo a arrancar el auto y mirando de reojo a su hija como se echaba contra el vidrio haciendo pucheros

Departamento de Regina

Apenas entraron a la casa Emily salió corriendo a su pieza como si estuviera preparándose para los 400 metros llanos de las olimpiadas. Ni siquiera se detuvo a saludar a sus tías. Entró a su pieza y pegó un portazo

-Guauuuu esa cara no debe significar nada bueno – decía Zelena que había observado todo el trayecto de la pequeña hasta su pieza - ¿Qué pasó Gina? ¿Coqueteó con alguna camarera de nuevo? Al paso que va esta niña va a tener más conquistas que Leo Di Caprio – bromeaba - ¿Y tu por qué traes esa cara? Habla Regina me estas preocupando – la abogada se empezaba a poner sería al ver la cara que traía su amiga

- No van a poder creer lo que me acaba de preguntar mi hija – dijo Regina

- No me digas que ya quiere saber de sexo. ¡O Dios mío! Pero si apenas es un bebe. Bella hay que buscar el libro que te regalaron cuando creías que los bebes venían de cigüeñas – Zelena se agarraba la cabeza. Se había puesto una a cada lado de su amiga

- Zel. Deja que Gina hable – pidió amablemente Bella - ¿Qué pasó Gina? –

...

Luego del relato que Regina les hizo a sus amigas acerca del "trágico" momento vivido con su hija en el coche, las otras dos se habían quedado procesando toda la información

- ¿No le dijiste nada más? – era la abogada la que preguntaba

- ¿Qué más podía decirle? Tiene que entender que no puede preguntar algo así es... - Regina fue interrumpida por golpes en la puerta

- Lo único que me falta es que sea Sara contándome de su sesión de fotos, me va a secar la mente – se agarraba la cabeza Regina mientras Zelena abría

- ¿Llego en un mal momento? – pero no era Sara precisamente sino alguien más agradable

- Por favor Swan, cuantas veces debo decirte que dejes de usar esos short o me avises antes ¡me vas a dar un infarto! – decía entrando a la sala junto a la deportista