Cuándo, dónde y cómo el amor quiera

Capítulo 9: Golpes de calor

Departamento de Kara

Volvió a golpear otra vez la puerta, esta vez con más fuerza. ¿Acaso se habrán ido a alguna parte? – pensó la morena. En ese momento la puerta se abrió de golpe yyyy una vez más la imagen con la que se encontró Regina la dejo sin palabras.

Emma Swan. Emma Swan usando solamente un top deportivo negro y un pequeño short del mismo color. Su cabello estaba recogido en una cola no muy prolijamente. Sus manos tenían una especie de venda y... ¡Dios mío! – pensó Regina

-Uno, dos tres y cuatro. Cuatro perfectos cuadraditos marcados en su estómago – la morena seguía su recorrido – Y esas piernas. Madre mía. Si tan solo pudiera... espera ¿cuánto tiempo llevo mirándola?

- ¿Estas bien? – preguntaba Emma pasándole la mano por la cara e interrumpiendo los pensamientos de la morena

- EEEEE... si, si... yo-yo venia aaaa... - la morena no podía superar el impacto – es decir. Vengo a buscar a Emily –

- Si sí claro pasa, pasa – Emma se corre para dejar pasar a Regina – perdón por hacerte esperar, es que aproveche que Emily se durmió para hacer un poco de ejercicio – le explicaba señalando la bolsa de box que colgaba en una esquina del departamento

- ¿Boxeas? – pregunto Regina curiosamente tratando de no mirar a la rubia. Lo pudo superar una vez y quizás si volvía a mirarla esta vez no había salida y terminaría encima de ella en un segundo

- Mmmmm, no lo hago como deporte. Simplemente lo uso para descargarme un poco – contaba Emma mientras se sacaba las vendas de las manos y miraba como Regina observaba todo el lugar

- ¿Tocas la batería? – pregunta la fotógrafa al ver al instrumento en una de las otras esquinas de la sala

Carajo. Ya veo de donde ha salido tan curiosa la niña – pensaba Emma

- ¿Y la guitarra también? – volvía a preguntar Regina, pero esta vez inspeccionando la guitarra eléctrica que Emma tenía junto a la batería

Si definitivamente ser hermosas y curiosas es del gen Mills. AAAAA y no nos olvidemos de la levantadita de cejas. Mortal Kombat: Si Regina Mills te levanta su ceja podrá hacer contigo lo que se le plazca

-Si esteeeee bueno, mi mamá era una especie de fanática de la música y bueno yo... ella me enseño de chica –

Regina pudo notar la incomodidad de la rubia al nombrar a su madre y supo que tenia que cambiar rápidamente de tema

- ¿Dónde está Emily? – preguntó rápidamente

- En su habitación – contesto la rubia agradecida por el cambio de tema – se quedó dormida profundamente después de comer y de empezar a ver Nemo jajaja. Creo que nunca termine de verla - dijo sonriente Emma recordando su tarde con la niña

- Emma, no sabes cuanto te agradezco todo esto. La verdad es que estamos pasando por momentos complicados y pffff – suspiraba la morena – de verdad no sé cómo agradecértelo –

- ¿Estás bien? – pregunta la deportista al ver la cara de preocupada de Regina

- Si sí. Bueno no del todo. Estoy cansada, estresada y con mucho trabajo. Me enoja no tener tiempo para mi hija y... -

- Oye. Tranquila. Te entiendo. Tal vez lo que necesitas es una descarga, como me para a mi – a Emma se le ocurría una idea – YA SE. VEN, VEN – agarra la mano de Regina delicadamente y la lleva hasta la bolsa de box – vamos, hazlo – la anima Emma