Hasta que la muerte nos separe [Hyewon] (PAUSADA)

Son Hyejoo

Son Hyejoo, una chica de 19 años con cabello oscuro, alta, delgada y muy atractiva para la mayoría de personas que la vieran pasar. Vivía junto a sus padres, los cuales no pasaban de los 45 años y su hermana menor, Son Yeojin, la cual tenía 16 años. Le gustaban los videojuegos, cantar, bailar y ver películas de todo tipo menos las de princesas. No era una persona muy sociable que digamos, disfrutaba de los lugares callados, pero eso no significaba que no tuviera amigos. Tenía pocos, una manos bastaba para contarlos, pero los tenía. Entre ellos estaba su mejor amiga, Choi Yerim, una linda castaña oscura, mayor que Hyejoo por unos meses que siempre llevaba una sonrisa en el rostro .La conocía ya hace tres años. Ellas dos se conocieron en la universidad cuando a Yerim se le olvidó traer su billetera y le faltaban 3 dólares para comprar su almuerzo, Hyejoo muy amablemente se ofreció a pagarle lo que faltaba. Ella era asocial, pero eso no significaba que fuera una mala persona, al contrario, ella es una persona muy amable solo que, interactuar con otros se le complicaba un poco. De esa forma nació un linda y extraña amistad entre estas dos chicas.

La azabache se encontraba caminado a una cafetería, para ser más exactos, la cafetería Rosy. Yerim había empezado a trabajar ahí ya hacía dos semanas, era un trabajo de medio tiempo.  Esta le dijo a Hyejoo que la fuera a ver uno de estos días ya que no podían verse muy seguido en la universidad debido a sus apretados horarios. La menor decidió ir un frío lunes de marzo a la cafetería por un capuccino. Llegó al establecimiento y se quedó unos segundos apreciando la fachada del lugar, tenía un estilo vintage muy bonito. Procedió a ingresar al local y sentarse en una de las mesas alejadas a la entrada, levantó un poco la cabeza con la esperanza de que su amiga la viera y la atendiese pero no tuvo mucha suerte. En su lugar una pelinegra, bajita con aspecto de muñeca ,unos lentes oscuros y un delantal se acercó a tomarle su orden.

-Bienvenida a la cafetería Rosy, me permite tomar su orden?- Dijo la pequeña pelinegra, sacando una libreta y un lapicero.

-Ah... si, quiero un capuccino y un pan, por favor- Su plan inicial era solo pedir la bebida pero esa mañana hacía mucho frío y no había tomado desayuno en la mañana.

-Okay, en seguida se lo traeré- Contestó con una sonrisa en el rostro dispuesta a ir a preparar el pedido de Hyejoo.

-Espera- Dijo Hyejoo cuando la trabajadora del lugar ya se estaba retirando. Esta solo volteó confundida, esperando a que la azabache hablara- Conoces a Yerim, obvio que la conoces, trabajas con ella- Dijo lo último en voz baja, regañándose por sonar tan boba. La chica parada al frente de ella solo atinó a reírse un poco por la actitud de Hyejoo.

-Si conozco a Yerim, de hecho...- Se volteó un momento buscándola.- Ahí está, quieres que la llame?

-Si, por favor.- Dijo al mismo tiempo que movía su cabeza confirmando sus palabras.- Dile que Son Hyejoo está aquí.

-Okay, me retiro, en unos momentos su orden estará lista.- Dijo con una sonrisa antes de retirarse a la barra.

Luego de unos minutos, Yerim se acercó a la mesa donde se encontraba su amiga con su pedido en una bandeja. Hace semanas que no la veía debido a su trabajo y la universidad.

-Pero mira a quien tenemos por aquí- Dijo con un tono muy alegre, se notaba la emoción en sus palabras.

-Hola bro.- La fastidió.

-Por fin viniste, pensé que te habían raptado los aliens o te habías mudado a Perú.- Comentó divertida, notando como su amiga empezaba a sonreír.

-Nada de eso. He estado ocupada, pero ya estoy aquí. En cuánto acaba tu turno?- Preguntó mientras tomaba un sorbo de su capuccino.

-Termina en...- Yerim le echó un vistazo al reloj que llevaba en la muñeca- En veinte, me esperas y vamos a caminar?. Tengo media hora libre antes de ir a la universidad.