Hasta que la muerte nos separe [Hyewon] (PAUSADA)

Ella va a estar bien

Miércoles 10 de julio

Hyejoo se encontraba caminando hacia su casa, escuchaba música en sus audífonos y tarareaba una canción hasta una llamada la interrumpió.

-Llamada entrante-

-¿Hola?

-Hyejoo-ah.- Se escuchó desde el otro lado de la línea.

-Chaewon- unnie.- Reconoció la voz de inmediato.- ¿Cómo estás?

-Bien, bien.- Le respondió.

-¿Para qué me llamas? ¿Pasó algo?

-Verás... ¿Te acuerdas en el cumpleaños de Yerim, me dijiste que me ibas a enseñar a montar bicicleta?

-Ahh, si. Lo había olvidado con eso de los exámenes.

El verano había llegado y con eso las vacaciones. Las chicas no tuvieron mucho tiempo de salir antes de eso, debido a sus horarios de estudio.

-Sip.- Chaewon se acomodó mejor en su cama.- Me preguntaba si... ¿Podrías enseñarme hoy? Digo, si no estás ocupada.

-Claro.- Exclamó.- Solo deja que llegue a mi casa y saque mi bici. Nos vemos en...- Miró su reloj.- Media hora ¿Te parece?.

-Si.- Afirmó con su cabeza, aunque Hyejoo no podía verla.- Nos vemos.

-Yo paso por tu casa. Nos vemos unnie, adiós.- Colgó la llamada.

Siguió caminando con tranquilidad, su canción favorita estaba sonando ahora, Egoist. Su rostro mostró una gran sonrisa debido a la canción aunque no le duró mucho.

-Hyejoo.- Escuchó que alguien la llamó.- Hyejoo.- La volvieron a llamar.

La pelinegra volteó y se encontró con alguien que, a decir verdad, no quería ver. Kang Saejun.

-Hyejoo, hola.- Habló agitadamente, había corrido para alcanzarla.

-Hola.- Hablo bastante incómoda, no había visto a la mayor desde hace meses y la última vez que la vio, no terminó de la forma más bonita.

-Bueno yo...- Jugaba con sus manos por el nerviosismo.- Quiero hablar contigo.

-¿Hablar sobre qué? No tenemos nada de que hablar .- Se quería ir de ahí y su actitud lo demostraba.

-Si lo tenemos. Está bien si no quieres hablar conmigo solo... escucha lo que te quiero decir.

-Tal vez yo no lo quiero hacer.- Se volteó dispuesta a irse.

-Por favor.- La agarró de la mano para detenerla pero al darse cuenta del rostro de la menor, la soltó rápidamente.- Perdón. Sólo quiero disculparme. Sé que fue una perra, estúpida, babosa y todos los  sinónimos de esas palabras.

-Dime algo que no sepa.- La interrumpió.

-Pero ya cambié y me di cuenta que perdí a una persona maravillosa. No te digo esto para que seas mi amiga otra vez y mucho menos para que regreses conmigo. Solo quiero que me perdones. Me dejé influenciar por personas que no valían la pena, creí que tratándote así iba a ser cool o no sé lo que estaba pensando pero solo logré perderte. Sé que esa no es una excusa pero... por favor perdóname.- Terminó de hablar y soltó un gran suspiro.

-Yo... No te voy a mentir. Me dolió mucho lo que me hiciste, pero también sé que no voy a ganar nada si te guardo rencór toda mi vida.- Hizo una pausa para pensar mejor lo que iba a decir.- Entonces... Borrón y cuenta nueva.

-Gracias, espero que en un futuro podamos ser amigas.- Le extendió la mano a la contraria.

-Tal vez.- Le estrechó la mano.