El viaje de mi vida

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"Que no me atrape lo mundano si prefiero no estar quieta,

que no me pongan en un aprieto por algo que no está en mis manos.

Soy vagabundo, siempre de paso,
de aquí de allá, de todo el mundo.

No tengo dueño, no soy tu esclavo, un poco tuyo y de todo el mundo"

Todo comenzó por allá de marzo del 2019, Amelia Vargas Sandoval mejor conocida por sus amigos y familia como "Lia" terminaba de estudiar una carrera que tenía que ver con el comportamiento humano o al menos eso decían.
Poco después de terminar sus prácticas profesionales en un hospital en una ciudad de la república mexicana toma la fabulosa pero difícil decisión de seguir cambiando de aires.

Lía es una chica de cabello rubio oscuro y ondulado lo cual le hace ver el cabello un poco más corto de lo que realmente lo tiene, que es a media espalda, usa lentes porque de lejos y a veces de cerca no ve muy bien, complexión delgada, es extrovertida a la vista de sus amigos pero fuera de ese mundo es tímida, siempre le gusto hacer cosas que no son muy agradables para otros como ir al teatro, museos, bibliotecas, cine, en su mayoría sola, rara la vez acompañada.

Ella fue la única de 3 hermanos en decidir estudiar fuera de casa, es más, fuera de la misma ciudad y lo cierto es que nunca se podía estar quieta, pues sentía que la misma rutina era una cárcel de la que no quería seguir siendo presa. Siempre juntaba sus ahorros para viajar a ciudades o pueblitos cerca con tal de sentirse un poco más independiente y volver a sentir la misma sensación de plenitud y felicidad que desde niña siempre sentía al viajar, pues desde ese entonces ella estaba acostumbrada a hacerlo en compañía de sus padres, su tía y su abuelo, por tanto, la idea de estancarse en un solo lugar para siempre era inadmisible y asfixiante.

Ciertamente la vida de adulto, cuando llegas a ella, no es muy fácil, mucha responsabilidad de trabajo duro para cumplir tus gustos que "te hacen sentir libre" eso sin mencionar la complejidad de las relaciones humanas y las pérdidas de ciertas personas.

La pérdida de su abuela junto con la de su tía, la metió en un tiempo de reflexión sobre la vida en el cual se preguntaba muy a menudo "¿Qué más quiero seguir haciendo aparte de existir y existir?, ¿Estoy feliz con lo que vivo? ¿Cómo puedo llegar a disfrutar lo que hago y no perder la sorpresa que encierra la vida?" y llego un momento donde después de varias semanas de hundirse en su propia cueva decidió que era tiempo de empezar a VIVIR y no solo sobre vivir como lo llevaba haciendo desde hace ya mucho tiempo, estas dos últimas situaciones lograron destapar lo que se había negado a ver y gracias a eso, después de días muy profundos, muy oscuros empezó a crear su propia luz para así decidir irse ya no solo a una ciudad sino a otro país.