16. Desde mis ojos (Parte 2)

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Piero estaba emocionado con la idea de Lía los acompañara al viaje, él en días anteriores había comentado la idea y los planes que tenían para Lía, la tensión que en un principio se sentía en su hogar, había desaparecido desde el día que notaron las ojeras de Maríagrazia y Lía en el desayuno, la comodidad era absoluta pues era sorprendente como a pesar de las diferencias culturales y rutinas Lía siempre lograba adoptar una postura de apertura total al aprendizaje, fue entonces cuando en decisión unánime propusieron tales planes, Francis pese a estar en otro lugar, quería conocer a la joven cuyo nombre ya era en su mayoría parte de las conversaciones familiares.

Piero y su madre después de la segunda visita al doctor habían ido a escoger los lentes de Lía, ocuparon los lentes anteriores para sacar la graduación y los tenia listos justo después de haber regresado de Palermo.

Después de ese viaje a pesar de ser de trabajo fue algo muy significativo para él.

*Flashback*

-Mira párate aquí y pon esta pose, yo sé lo que te digo –comentaba Gianluca cual director de fotografía mostrándole a una modelo como posar.

- ¿Así? –preguntaba Lía divertida tratando de dar su mejor lado.

-Tú hazle caso, las fotos que dirige este hombre siempre salen bien – dijo entre risas Ignazio

-Piero, a la cuenta de tres tomas la foto ¿Ok? –dijo Gianluca quien se dirigía a Piero hasta llegar hasta donde estaba para poder supervisar la toma, viendo cómo se preparaba para la toma comienza contar –Uno, dos, tres –Piero toma la foto, voltea a verlo y comienza a notar algo extraño.

-Entonces ¿tú eres el autor de las fotos de ellos? – Pregunto Lía.

-Bueno, solo de las que son buenas –dijo Gianluca provocando que el grupo riera. – La verdad es que solo les doy consejos para salir bien, pero Piero es muy bueno tomándolas.

Continuaron visitando más lugares y aprovechando lo que la hora les permitía visitar de museos, tomaban fotos y le explicaban parte de la historia de lo que sus ojos veían, hasta llegar al jardín botánico donde tomaron aquella reveladora foto.

Mientras todos dormían en la suite, Piero no podía conciliar el sueño y estaba vez no era culpa de los ronquidos de Ignazio, quien dormía justo al lado de él compartiendo cama, era otra razón. Miraba su celular observando a detalles las fotos que habían mandado todos en el grupo, más detenidamente donde estaba Lía y muy inconsciente casi sin pensar se asomaba una sonrisa.

En ese momento comenzaba a sentirse incontrolable lo reprimido y su plan era seguirlo manteniendo así, el desde hace años se había cerrado al amor y más a una relación seria, si tenía sus conquistas, muy muy eventuales aventuras que a veces no pasaban del coqueteo simplemente, pero sentir la atracción total hasta el grado de sentirse dispuesto a correr los riesgos, era algo que no quería y justo ahora le estaba costando controlarlo.

*Fin de flashback*

¿Cuándo comenzó todo? No, no fue cuando la conoció y por accidente la golpeo, ni los primeros días estando en el hospital, pues meramente se sentía comprometido y por haber arruinado sus planes, después al conocerla más realmente quería compensar lo que había sucedido, las pláticas que tenían, las risas que en ellas surgían, le daban gran comodidad y para él se había convertido ya en una amiga, es por eso que le abrió literal las puertas de su casa.

Lo atrajo su personalidad, pues tuvieron que pasar semanas para ver su rostro tal cual y no por fotos; a él le gustaba la facilidad con la que podía hablar de muchos temas con ella y que ella lo hiciera también, que no sintiera algún trato especial de su parte más que la timidez que contiene su personalidad de Lía, lo trataba como una persona más, sin interés de por medio ni otra finalidad, sentí la honestidad y transparencia de su persona que a pesar de los diferentes ámbitos laborales, culturales del que venían siempre encontraban la manera de entender tan distinto punto de los dos pues no era tema de pelea si no de discusión siempre para aprender de ambos, comenzaba a gustarle su versión de él con ella, la persona que era y que no estaba al cien por ciento consiente.

El viaje de mi vidaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora