Se cuenta una bella historia... sobre un amor tan inmenso como el cielo mismo, se cuenta una bella historia... sobre el dolor que conlleva tan solo mirar a esa persona.
Si este es el precio por amarte... no me importa morir...
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-Las imágenes no...
Lan WangJi mantenía sus hermosos ojos cerrados mientras sus manos descansaban sobre sus piernas cruzadas en posición de loto. Lan WangJi meditaba tranquilamente en la biblioteca cuando una leve risa se escuchó.
Abriendo levemente los ojos Lan WangJi se topó con aquellos ojos color plateado mirándolo atentamente.
Dándose cuenta que lo descubrieron, Wei WuXian extendió una sonrisa por su rostro.
-Lan Zhan, ¿Alguna vez te han dicho que eres hermoso?
Lan WangJi abrió un poco los ojos y sus orejas se tiñeron de un color rojizo.
-Vuelve a tu castigo- si bien el rostro del jade se mantenía neutral, el tono de su voz delataba la vergüenza que le causo aquel comentario.
-Lan Zhan, lo digo en serio, que señorita no quisiera estar con un hombre como tu. Mirate, joven, apuesto, recto, bueno en el cultivo y de una prominente secta. Cualquier mujer quería darte un hijo.
-¡Wei Ying!- Lan WangJi dijo a modo de advertencia. A la vez sus orejas tomando un tono rojo intenso haciendo que se notara a simple vista.
Hecho que Wei WuXian no dejo pasar esta vez.
-Oh, Lan Zhan no me digas que te avergoncé. ¿O es que ya tienes a una señorita?
Por un breve momento, en la mente de Lan WangJi la imagen de una persona sonriéndole hizo que se avergonzara aún más.
-¡¡Wei Ying!!- esta vez Lan WangJi se levantó de su lugar tomando a Bichen en el proceso.
-Lan Zhan, Lan Zhan- dijo alzando sus manos a modo de defensa -no te enfades solo digo lo que pienso.
-Mentir está prohibido. - Lan WangJi bajo a bichen y se sentó en posición de loto, tratando de volver a su antigua concentración.
-Pero no estoy mintiendo- Wei WuXian mostraba una mirada picara y una sonrisa coqueta. Fue acercándose poco a poco hacia donde estaba Lan WangJi para sentarse a su lado.
-Puedo apostar una jarra de licor a que ya has rechazado miles de propuestas de hermosas señoritas- wei WuXian se acercó a su oído- incluso de hombres.
Wei WuXian se separó de Lan WangJi antes que este lo alejara de un corte.
-Lan Zhan eso fue un cumplido, si fuera yo también querría casarme cont- Hmn!!- Wei WuXian dejo de hablar repentinamente.
Ahora sus labios se encontraban pegados por el hecho silenciador de la secta lan.
Wei WuXian miró suplicante a Lan WangJi, pidiéndole silenciosamente que deshiciera el hechizo, gesto que el jade ignoro.
-Copia diez veces más las reglas.
Ordenó con su rostro neutro.
Y con eso, Wei WuXian se sentó en silencio a terminar su castigo, pensando en mil maneras para vengarse de Lan Zhan.
Lan WangJi se sentó de nuevo y trato de calmar a su agitado corazón que parecía salirse de su pecho con cada palpitación, en su oreja aun sentía el cosquilleo que le provocó aquel roce.
Aquellas palabras dichas al azar por Wei WuXian hacían que su mente se pusiera en blanco y dejara de pensar. Sabía que Wei WuXian no las decían en serio, pero aun asi el simple hecho que las dijera le provocaba algo.
Cerro con fuerza sus ojos y volvió a meditar, esta vez en completo silencio.
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