cαρíƭµℓσ 22

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Durante el resto de la noche sintió una presencia junto a él, pero al contrario de lo que se podía pensar, durmió bien.

– ¿Qué haces? – murmuraron.

– Qué te importa.

– Ya hablamos de esto, Leviatán.

El nombrado rodeó al mortal con sus brazos, pues siempre estaba en su forma humana para presentarse ante él.

– Debo admitir que tiene buenos gustos. – habló Belaam viendo a su amigo.

– Tienes toda la razón, me veo súper caliente. – guiñó un ojo al otro íncubo.

– Sólo ten cuidado. – se acercó a ambos, viendo al humano más de cerca, lindas facciones.

– No le veas tanto.. – con una de sus manos cubrió parcialmente el rostro del chico, pero sin tocarle, rozaba su nariz con la palma de su mano al hacer eso.

¿Incubo? ☼ markhyuckDonde viven las historias. Descúbrelo ahora