Someone you loved

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JOSH

I guess I kinda liked the way you helped me escape

Los días encerrado en mi habitación sin moverme de mi cama, porque ni siquiera tenia fuerzas ni ganas de hacerlo se sentían como los primeros días que llegue a la clínica, siempre la misma rutina, solo que aquí no tenia una enfermera que me tomara los signos vitales, ni un terapeuta que me preguntara como me sentía y me obligara a hablar; aquí tenia a una sola persona bastante ruidosa y obsesionada con la limpieza que merodeaba por mi habitación sin atravesé a entrar para luego irse por la mayor parte del día y cuando volvía preguntaba si seguía vivo y si quería comida, a lo que yo respondía mal humorado un :—cierra la puta puerta.

I'm going under and this time I fear there's no one to save me

Mi humor era el mismo que mi aspecto —horrible— el primer día que quise comer fue unos dos días antes que me animara a salir de la habitación y del apartamento. Escuche a Megan llegar mas tarde de lo normal, seguía de un humor horrible por las constantes llamadas que hacían al apartamento—la única persona que sabia que había un número telefónico se había marchado hace más de nueve meses.

—¿Estas vivo? —Abrió ligeramente la puerta Megan.

—¿Hay algo que pueda comer? —Le pregunte de buena manera

—Pues compre un...

—¿puedo comerlo? —No deje que me explicara que compro, lo pedí de inmediato

—Si claro, lo caliento y te lo traigo —dijo.

Salí de la cama y fui directo por un cambio, la pantalla de mi teléfono se encendió y me mostro un mensaje.

Desconocido: ¿Te diviertes?

Decidí ignorar el mensaje y lo siguiente que hice fue seguir cambiando mi ropa, la deje junto al montón de mas ropa a lado de mi puerta cuando nuevamente el teléfono volvió a sonar, descolgué el teléfono —y al parecer Megan hizo lo mismo— porque escuché su voz hablarle al teléfono, pero no entablo una conversación.

Sabia perfectamente quien era al teléfono, no había muchas personas alrededor mío que supieran que de la existencia de ese teléfono. Megan trajo la cena y se fue a la habitación de alado —la que solía ser habitación de Ethan y que luego se convirtió en mi guarda ropa— las condiciones eran claras para ella, ya no podía seguir durmiendo y llenando de baba mí sofá, así que la mejor opción fue mover mi ropa a otro lugar, solo me quedaría con la necesaria en los muebles de mi habitación, que la mayoría estaban llenos de discos que compraba cada vez que pasaba por la tienda de discos.

This all or nothing really got a way of driving me crazy

Por las madrugadas salía de mi habitación —no podía estar mucho tiempo encerrado— siempre me quedaba sentado mirando a la nada y pensando en la nada, así fue como me di cuenta de que Megan dormía con la puerta abierta y que la mayoría de veces se quedaba dormida con un libro en las manos, al parecer leía muy rápido porque en menos de una semana cambio de libro por lo menos tres veces, supe que estudiaba leyes y que se encargaba de adelantar el programa de trabajos antes de que las clases comenzaran.

El fin de semana fue aburrido, escuchar hablar a Megan y a su amiga durante horas sobre libros me taladro la cabeza, eran solo las doce del día y ya me sabia la saga completa de Anna Tood —realmente odie a Sthep— tenía ganas de salir y de huir pero eso le traería problemas a Megan y no quería tener que pasar otros seis meses en una clínica de rehabilitación.

I need somebody to heal

Las llamadas persistían al teléfono fijo, pero ambos decidimos ignorarlas esto también fue un incentivo para salir de la cama y del apartamento, silenciosamente me vestí y salí de mi habitación, la puerta de Megan estaba cerrada y la abrí ligeramente para asegurarme que estuviera presentable.

Anonimato©️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora