Anonimato©️

Night Changes

Everything that you've ever dreamed of
Disappearing when you wake up

Megan

Una semana más de encierro total, esta vez no me podía dar el lujo de dejar solo a Josh —que tal si se mataba— por petición de Andrew me quede con él, salía de su habitación durante el día, solo en la madrugada a comer algo. Dos días después de su espectáculo de destrozar su apartamento llegaron los del servicio de telefonía y quitaron el teléfono que hasta ese día seguía sonando, ese mismo día intenté llamar a mi madre, pero no encontré mi teléfono por ningún lado, así que me rendí y me fui a la cama aun preocupada por lo sucedido.

En el cuarto día casi para finalizar las dos semanas —como decía Andrew— Josh no salió de su habitación y eso me preocupo, fui a su habitación entrando sin tocar antes, si no hubiera hecho eso probablemente Josh habría vuelto a la clínica.

—Joder Josh —exclame al verlo tirado en el piso.

Corrí hasta el y me puse de cuclillas a su lado, le tomé el puso y por suerte estaba vivo.

—¡Hey! —intente llamar su atención —hey, hey, despierta —abofetee su rostro suavemente.

Sus ojos se abrieron y pude ver lo rojo que estaban —también estaban hinchados— le coloqué un cojín decorativo bajo su cabeza.

—Estoy bien —me sonrió.

Bien pero bien drogado amigo.

—Llamare a Andrew —intente ponerme de pie, pero el me lo impidió.

—No lo hagas en serio estoy bien, solo fue un desmayo. Me ha pasado antes.

—Entonces llamare a un médico.

—Estas paranoica Megan —escucharlo decir mi nombre con esa voz hizo que mi piel se pusiera de gallina.

—No quiero que mueras y me culpen, te ima...

—Solo necesito dormir, tengo días sin hacerlo.

—Okey, pero de todas maneras llamare...

—Puedes dormir conmigo si quieres —mis mejillas se tiñeron de color rojo, aun que no se vieran en la oscuridad de aquella habitación.

—Okey, pero lo haremos en la cama —. Eso no sonó como yo pensaba. —me refiero a dormir.

Y así fue como escuche decir a un Josh medio dormido que le gustaban mis ojos.

[...]

Goin' out tonight

Todo estaba como si nunca hubiera pasado nada, a excepción de la lampara china de Josh —esa no tuvo reparación— nuestro piso estaba lleno de maletas negras y cargadores de ropa, Mar se tomaba muy enserio eso de renovar mi closet así que diariamente llegaba con bolsas de tiendas de ropa, menos esta mañana.

Yo llevaba mi pijama pues eran las ocho y treinta de la mañana, posiblemente Josh seguía en su quito sueño, al igual que yo debería estarlo, pero la llamada a las cinco de la mañana me impidió seguir con la buena amistad que tenía con Morfeo. Como todas las mañanas me hice mi jugo de naranja y encendí las velas aromáticas de Josh —si no se ponía de mal humor— que eso era lo que menos quería.

—¿te lo ha dicho? — pregunto Josh, dejándose caer en el sofá a mi lado.

—Si, no deben de tardar las personas que dijo que vendrían —. Le ofrecí de mi jugo y el acepto.