YiXing estaba confundido, miró el pergamino en sus manos y luego al mensajero del reino alejarse en su caballo. Tomó el balde y caminó de regreso a su casa con la mente en las nubes, se preguntaba una y otra vez porqué, porqué él si no era más que un simple mortal más en ese pequeño poblado. No resaltaba más que en manejo de costura y eso si hablamos de lo que ya sabía hacer, ya que había muchas otras técnicas en las que era realmente pésimo.
Caminó lento con sus pensamientos aún divagando cuando se encontró con Tao quien llevaba una cuerda en sus manos, curioso lo siguió olvidándose del pergamino y lo del "Elegido". Tao iba tan concentrado que ni cuenta se dio que YiXing lo seguía bastante cerca la verdad, no fue hasta que el chico lo llamó que se percató de su presencia.
—¿Qué harás con esa soga? —preguntó curioso.
—Tengo que aprender a caminar por la cuerda floja si quiero ser aceptado por el circo.
—Siempre me he preguntado porqué quieres ser parte del circo como acróbata, con tu talento en las artes marciales podrías ser un reconocido guerrero.
—El ser guerrero no es una mala profesión, pero no haces feliz a las personas, yo quiero hacer felices a las personas, creo que eso es lo que me ha motivado en todos estos años.
—Comprendo, tienes sueños muy bonitos por cierto.
—Gracias —sonrió avergonzado bajando la mirada, en eso su vista se dirigió al pergamino —¿qué es eso?
—Es un pergamino, según esto fui escogido como el Elegido.
—¡Wow! Eso es genial, eres como un héroe para todos.
—De todas maneras es un tanto extraño o al menos yo lo siento así, porque no siento que sea una persona especial, soy un ser humano común y corriente.
—Pero por algo fuiste escogido, tú entre tantas personas. Estoy seguro que eres muy especial YiXing, solo que no te has dado cuenta.
Se quedó junto a Tao un tiempo más admirando la gracia que poseía el menor al mover sus pies sobre aquella soga atada a un par de árboles, era como si el tiempo se detenía a su alrededor y solo podía admirar el desbordante talento de aquel joven.
No se había percatado del tiempo que llevaba ahí hasta que su estómago rugió de hambre. Se puso de pie e invitó a Tao a almorzar junto a él, pero éste se negó con una sonrisa, pues quería seguir practicando un poco más, sin embargo, iría a visitarlo a la hora de la cena y le prepararía su especialidad culinaria: ensalada de frutas. La cocina no era el fuerte de Tao, pero al menos nadie sufría de una intoxicación estomacal con su platillo estrella.
Cuando YiXing llegó al costurero y dejó el pergamino en una mesa llena de bocetos de diseños que pensaba poner en práctica la próxima semana. Se encaminó a la cocina dejando en el mismo lugar de siempre el agua y preparó un poco de sopa de verduras, la cual disfrutó con una hogaza de pan. Finalizó su comida con un poco de té de jazmín y rápidamente abrió el costurero al público.
Ese día el pelinegro tuvo tan solo dos clientes que le encargaron enmendar unas costuras y uno de ellos compró una chaqueta sencilla pero elegante, así que pudo aprovechar su día para revisar los bocetos y arreglar algunos detalles que no lograban agradarle en su totalidad.
Más tarde decidió nuevamente mirar el pergamino, pero esta vez leería el contenido.
"Joven Zhang YiXing:
Se le comunica mediante el siguiente escrito que por orden del oráculo usted se le otorga el honor de ser nombrado como el "Mesías" del nuevo mundo, cuya misión impuesta en sus manos es dirigirse a la Torre Ai, aquella que nos protege de toda devastación e ilumina a nuestro mundo. Dentro de la Torre se custodian las once bendiciones que solo a usted podrán iluminar, debe obtener aquellas bendiciones y junto a la bendición que en su corazón nació cuando llegó al mundo, podrá cumplir con su destino. Alcance la gloria y salve al mundo".
Era un peso enorme sobre sus hombros. ¿Salvar al mundo? Ni siquiera pudo salvar o más bien prevenir el accidente de su madre y ahora le pedían salvar al mundo ¿qué tenía él de especial? Cerró el costurero y salió de ahí a paso ligero con la intención de llegar al único lugar donde podría meditar un poco más.
Las flores seguían frescas y la cruz tallada solo tenía un poco de polvo que limpió con sus propias ropas. Miró la sepultura de su madre y en su pecho se acumuló un montón de sentimientos, como una angustia bastante sofocante. Intentó sonreír, pero cada vez que los músculos de su cara intentaban moverse las lágrimas invadían sus ojos. Perdió la fuerza en sus piernas cayó de rodillas.
—Han pasado unos cuantos días desde que vine a verte la última vez —comenzó a hablar—, ¿recuerdas cuando me hablaste de ese "Elegido" que salva al mundo? Pues me llegó un mensaje del oráculo, y fui escogido mamá. No sé cómo sentirme, es un gran peso que no sé si pueda con él. No soy más que una persona común y corriente, no tengo nada especial ¿cómo es que fui escogido?
—Porque la bondad de tu corazón es capaz de muchas cosas —escuchó tras él la voz de JunMyeon.
Se giró y ahí estaban sus once amigos sonriéndole con ternura, JunMyeon se acercó más a él y le tendió su mano ayudándolo a ponerse de pie. Notó que todos llevaban consigo bolsos de tela colgando en sus hombros.
—Tao nos contó lo del oráculo —habló JongDae—, nos sentimos orgullosos de ti YiXing.
—Y tu viaje a la Torre la emprenderemos contigo —esta vez habló JongIn—. No vamos a dejarte solo, somos una familia..., algo dispareja, pero una familia después de todo.
—Además que lo prometimos hace un tiempo; somos uno —sonrió KyungSoo formado un corazón con sus labios —compartiremos todo.
YiXing los abrazó a todos y sonrió feliz, agradeciendo a los cielos por los amigos que había forjado. Todos acompañaron al muchacho hasta el costurero donde rápidamente le ayudaron a empacar todo lo necesario. Había un viaje que emprender.
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El Elegido [EXO]
FantasyLa Torre Ai es aquella que ilumina al mundo y lo protege de toda devastación, por obra de la diosa Gaia, sin embargo, las personas pretenciosas que creyendo sobrepasar la sabiduría de la Diosa provocaron la furia de Gaia y, por ende, el castigo divi...